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Pristina, Kosovo. 17 de febrero de 2018, 4 A.M.


En el día a día de los países desarrollados, no es de extrañar las noticias acerca de conflictos bélicos y políticos de camino a derramar sangre. Entre ellos, en aquella noche de febrero, los medios de comunicación pospondrían toda información fútil del tiempo o con pseudocargas sociales, contando el mismo evento desde la tarde de ayer: ‘El presidente Hašim Tači y el ministro de exterior, junto otros ciudadanos, han sido secuestrados en el Banco Central de Kosovo; se desconocen aún la identidad e intenciones de los criminales.’

Con esto sucedido y aún ocurriendo, políticos de la UUEE no tardarían en tirar leña al fuego con temas como el procés catalán, EEUU lanzando amenazas y acusaciones en falso a Rusia con que todo era una estrategia suya para apoderarse del territorio, volver a ‘los viejos días’, aunque todo esto serían bajo palabras muy gentiles incluso si su presidente era conocido por no saber controlarse. Otros, por su lado, trataron de proponer soluciones sin aún llevarlas a cabo por la escasez de información. Donde unas muertes en simples deslizamientos de cuchillos y disparos podrían ser en un único pestañeo, conllevando a un conflicto internacional y rompiendo todo tratado de paz entre Serbia y Kosovo, algunos veían una oportunidad para alzar la economía de guerra a través de distintas mafias albanesas y montenegrinas.

Ante el suceso muchos kosovares radicales perderían la cabeza y, con la fácil accesibilidad a las armas por las mafias de países que lindaban con Kosovo, llevaban armas de la serie de los kalashnikovs y no dudarían en disparar, ejercer presión a través del miedo y quemar todo lo que fuese; era oportunidad para anarquistas y amantes del vandalismo. El cielo se hallaba con pinceladas grises de combustiones, las estrellas hacían su rol como guías por las pocas farolas aún funcionando en plenas calles de la gran ciudad, los gritos eran el preludio al caos y señal para que los débiles huyesen con el rabo entre las piernas.

El interior del banco constaba de varias plantas, todas ocupadas por partícipes del secuestro. Llevaban armas de las más accesibles del mercado negro, cuyos recorridos eran incoherentes y siquiera organizados. Únicamente los encargaban en cuatro por piso y los dejaban vigilando a los secuestrados. El derramamiento de sangre fue en el último bajo tierra, segundo, cuando dentro de la gran cámara los cuellos de radicales fueron cortados sin que pudiesen reaccionar siquiera, ni un ápice de misericordia ante el imaginarse borbotones de sangre sobresalir por sus gargantas. Los responsables eran dos personas ajenas al asunto cuyo móvil era desconocido.

¿Entonces vamos a por blanco o por negro? — preguntó el primer asesino; apariencia andrógina, constitución atlética pero de formas femeninas y acompañado de una expresión seria. Su frialdad al hablar era notable.

Blanco. Negro si no hay opción, como ahora. — respondería el segundo, más sanguinario y carente de empatía.— No nos llamaremos según nuestros modelos, podrían escuchar por si alguno sobrevive y llegarían a investigar el proyecto de desarrollo. Entonces creo que te llamaré como solías ser antes, ¿sí, Horse?

Sí, Lycan.

Bien. A partir de aquí nos pondremos en serio. Marchemos antes de que lleguen y... No dudes por más que pidan misericordia, novato.

El ladear la cabeza por parte de Horse supuso un ''sí', el fin que abría puertas al principio de otra historia cubierta de mentiras y testimonios inconclusos.
 
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TheLastCrow · 31-35, M
[Parte 2/2]


» Es por eso mismo que se te ha inoculado para bloquear el poder de la tinta —continuó—, habilidades de apoyo y reflejos mejorados. El compuesto es lo suficientemente poderoso como para inhibir de manera efectiva durante todo un año, así que puedes considerar el hacerte inmune al mismo como un objetivo secundario.

—Eso no está en el protocolo, Crow 1. Ríjase por lo establecido —interrumpió el moreno, alzando la voz lo suficiente para que no su voz no se ahogara entre el sonido del motor.
La respuesta hizo que Edge se acercara a Crow 3 y se inclinase hacia el frente lo suficiente como para poder susurrarle algo al oído.
—Considéralo una orden exclusiva de mi parte ¿vale?

La nave se enfiló para acomodarse a la ruta de aterrizaje mientras que, a la distancia, se podía ver como la nieve se hacía hacia los lados por si sola para dejar expuesta una pista. Toda la instalación tenía la capacidad de usar el entorno para ocultarse, usando placas móviles para desplazar hectáreas completas de bosque o estepa. Tecnología antigua e anticuada usada de manera original y casi perfecta.
TheLastCrow · 31-35, M

[OST de fondo: https://www.youtube.com/watch?v=bdz03uvUldk]

[6 de julio del 2002. En algún lugar sobre Novorybnaya, Rusia.]

—Bullet 2-3, control. Estamos a dos mikes del objetivo en rumbo 4-4-2-6 Charlie Hotel Sierra.
—Control, Bullet 2-3. Posición confirmada por Cirno, autorizado a proceder según lo establecido. ASAP.

Ni el fuerte viento, la implacable nevisca, o el techo que enormes y oscuras nubes creaba en el cielo, fueron suficientes como para detener a una pequeña nave de transporte de color negro y luces parpadeantes en las alas y colas que, bajando en diagonal luego de recibir la orden desde “casa”, buscó abrirse una brecha sin perder el control del morro; aunque ni con las habilidades del diestro (y viejo) piloto era posible mantenerla estable.

Dentro; en la zona de carga, un soldado con traje táctico negro y el emblema de un cuervo blanco sobre el hombro derecho se arrodilló suavemente hasta quedar de cuclillas, buscando terminar de revisar los diferentes bolsillos en las bandoleras de un niño de no más de trece años con la mirada perdida y hacia un costado.

—Crow 1. Ya estamos cerca del objetivo y creo que has revisado el traje unas treinta veces —comentó un tercer hombre de mediana edad, moreno, y calvo. Quien se acercó a paso cuidadoso mientras se sujetaba de un barandal a su derecha.
—Y creo que puedo hacerlo unas diez veces más —respondió el soldado, sonriendo y sin quitar la vista de cada pequeño detalle que pudiese dar una mala impresión o causar algún problema. Cada pequeño botón, correa y pliegue debía estar en su correcta posición.

La nave buscó estabilizarse una vez entró al enorme valle de blancos y altos pinos que se extendían junto a un río congelado hasta donde alcanzaba la vista siendo escoltado por dos correas de montañas de perfiles afilados y riscos peligrosos. Algunos de estos incluso colapsarían por el sonido del motor, creando avalanchas aisladas que desaparecerían entre las grietas de las rocas.

En eso, el piloto recibiría un mensaje ajeno a su canal de radio y encriptado.
—Torre, nave sin identificar. Está sobrevolando espacio aéreo restringido. Por favor, seguir las indicaciones para tomar un rumbo seguro que rodee el cordón.
—Bullet 2-3, Torre. Lo siento cariño, pero creo que eso no será posible. Vamos hacia ustedes para hacer entrega de una encomienda especial: Código 3-7-1-9-2-6. Verifique —respondió el “osado” piloto, quien usaría la derecha libre para tomar un caramelo de menta desde una pequeña caja justo detrás de la palanca de potencia, llevándoselo a la boca.


—Torre, Bullet 2-3. Encomienda verificada, autorizado a aterrizar en pista 5. Se le recomienda corregir el rumbo a 6-1-2 ante la presencia de fuerte viento de cola por el sur-este —comentó el operador a través de la radio

—Enterado Torre. Iniciaremos maniobras de aterrizaje en 4 Mikes —agregó el piloto, negando con la cabeza ante la actitud desconfiada de la persona con la que hablaba.

En la zona de carga, el soldado conocido como Crow 1 terminó por levantarse, sacudirse las rodillas y dar un paso al lado para que el otro sujeto se acercara hasta el niño, sacase una especie de jeringa desde uno de los bolsillos de su traje y la clavase sin cuidado alguno al costado del cuello ajeno, presionando el gatillo para liberar el contenido en el torrente sanguíneo.
—Control, Overlord. Crow 3 ya ha sido inoculado. Estamos listos para proseguir —dijo el moreno, guardando la jeringa y usando la misma mano para sacar una Tablet que desbloquearía con el índice opuesto antes de buscar entre los archivos un ejecutable con una versión compacta del programa para analizar al niño.

Una vez activado, el software no sólo mostró lo índices respecto a capacidades varias, sino que también una vista interna de los órganos vitales fundamentales incluyendo el cerebro, corazón, pulmones, estomago e intestinos.

—Crow 3, confirme estado —agregó el sujeto, mirando a Crow 1 algo altivo; mala costumbre en él.
—Crow 3, Callsight: Sin definir. Unidad de operaciones especiales tácticas de élite Crow, primer regimiento especializado de la hermandad —respondió el pequeño con su mirada perdida y gesticular inexpresivo.
—Excelente. Puede proceder, señor Crow 1 —el moreno se hizo a un lado y tomó asiento sobre una caja de madera, observando en silencio y mirando tanto su Tablet como la charla entre los dos soldados.

Crow 1, también conocido como Edge, retomó la primera posición frente a su “compañero” y le dio una pequeña palmada sobre el hombro derecho.

—Tal y como dicta tu programa de entrenamiento, ahora serás enviado con tu cuarto maestro. Él te enseñará el arte del combate táctico en diferentes niveles y entornos hostiles. Las reglas son similares a las últimas veces: Se te pondrán condiciones de operación para que no abuses de tus capacidades superiores y así se
MahsatiHana · 26-30, F
MahsatiHana thinks you are Adventurous.
FeiSalat · F
-A diferencia de aquél soldado aún no detectado por la cazadora, Fei no se encontró con ninguna trampa en el camino, siendo que ella estaba recorriendo la zona abierta central que llevaba directo al castillo. Extrañamente no hubo ningún ruido salido desde el castillo, lo único notorio era el viento moviendo las hojas del bosque que rodeaba el lugar.

Aquella tarde tranquila parecía tan sólo un simple paseo en el que ella había salido sólo a recibir las caricias de la madre tierra que movían sus mechones nevados, atrapados en su sombrero oscuro, sólo visto como único color en su cabeza una flor azul, que parecía ondular sus pétalos al ritmo de los cabellos. Transcurrieron sólo minutos hasta que ella se detuviera, sólo para observar a ambos lados de forma minuciosa, en un momento entrecerró su ojo opaco en dirección en la que estaba aquél hombre escondido, pero no vio nada más que unas hojas cayendo a lo lejos, llevadas por el viento entre los troncos y ramas, dirigiéndose hacia ella nuevamente. Parecía estar totalmente serena, su expresión podría dar tranquilidad a cualquiera, no presentaba ninguna hostilidad, su silueta se veía frágil incluso bajo aquél abrigo.

Luego de unos largos segundos, llevó su mano derecha con lentitud a su cabeza para quitar algunos cabellos de su rostro, que se habían mal posicionado debido al céfiro débil que se asomaba entre los fuertes árboles que parecían carecer de algún ser vivo, posiblemente debido a la cantidad de personas que habían transitado esas zonas. Tan sólo se podían ver algunos insectos y reptiles pequeños que se movían con sigilo entre las ramas, incluso las más cercanas a la albina, que no estaba en el centro del sendero, sino casi junto a los árboles del costado izquierdo. Prosiguió su camino con la relajación que la parecía caracterizar incluso al pasar por las zonas más empinadas, ya que el camino tomado no era por la vereda, sino que al optar por la pequeña cobertura brindada por los árboles, tuvo que atravesar zonas con grandes pendientes, aunque no parecía ser algo complejo para ella, su cuerpo era muy ágil y podía alcanzar lugares altos a pesar de su baja estatura, al proseguir por fin pudo notar la estructura en su totalidad opacando cualquier vista con un muro detrás de si mayor a los 3 metros, estaba completamente vacía.

Estaba notablemente extrañada porque no habían indicios de que alguien hubiera estado allí, incluso dejó salir un pequeño suspiro, porque sabía que el trabajo no sería rápido ni simple. Por otro lado, estaba curiosa, ella aún no daba por hecho que todo fuera una simple farsa. Se apresuró un poco hacia el castillo, aquél con siglos de existencia podría, al menos, tener habitaciones secretas en las que podría encontrarse el típico culto o los matones.

Para sorpresa de ella, al jalar con fuerza la puerta principal que trataba de una enorme placa de acero entre las paredes antiguas se dio cuenta que estaba cerrada, posiblemente por la policía. Entonces tenía dos opciones claras delante de ella si iba a continuar con el trabajo, buscar la manera de entrar, o esperar a que quienes fueran los asesinos de aquellos chicos regresara al lugar. Pensó mientras daba una media vuelta que ambos parecían ser buenos caminos, para no perder el tiempo, siguió el muro por el lado derecho en busca de una entrada, descubriendo, en efecto, una subida hacia el techo del castillo cubierta por plantas, no dudó en seguirla sin dejar de buscar algún signo de vida en aquél lugar, observando al frente e incluso a los costados a través de los huecos del ladrillo en donde sólo se apreciaba una lejana vista del bosque y parte de la ciudad que acababa en el inmenso océano, al regresar la vista al frente se detuvo en seco al descubrir un cable fino que estaba atado a un mecanismo de trampa. No parecía nada antiguo, pero estaba bien oculto, se aproximó para apreciarlo mejor y al seguir los cables con la mirada, los tensores que conectaban la trampa al contacto o ruptura del hilo metálico se escondían detrás de arbustos, aunque no vio de dónde provenía el final del mecanismo en si, pensó primero que nada que habría algún cañón escondido con dardos, o tal vez explosivos.

Una vez detenida decidió repasar su camino, con el fin de pensar en que hubiera visto alguna otra trampa sin darse cuenta. Pero no cayó en ninguna conclusión, aquello no la llevaría a nada tampoco, por lo que no se preocupó demasiado. Pero se dio cuenta de algo al instante, si habían colocado una traba en ese lugar era porque había algo importante, seguramente algo que le serviría a la albina.-
FeiSalat · F
-Luego de un encuentro con ciertas organizaciones de las cuales cortó toda conexión con ellas, la cazadora de demonios recorrió largos caminos por Japón, llevada a lugares gélidos, a otros muy calurosos. Con tan sólo 15 años se alejó lo suficiente de su antiguo hogar, aquél ahora en ruinas totales, abandonado a la merced de la naturaleza.

La ciudad de Uruma, una combinación de tres más pequeñas, tenía aquél lugar como sitio turístico, pero lo habían cerrado luego de encontrar a tres jóvenes asesinados allí en el plazo de una semana, ellos tenía diversas marcas de torturas en sus cuerpos tales como azotes y cortaduras, desde entonces la policía estuvo investigando el caso sin ningún resultado, no habían pruebas de lo sucedido y el castillo estaba totalmente abandonado.


Uruma, Prefectura de Okinawa, 20 de Noviembre.


Según rumores oídos entre la orden de cazadores con la que aún parecía tener conexión Fei a pesar de haberlos abandonado, supuestos seres oscuros habían invadido el castillo abandonado Katsuren siguiendo el modus operandi habitual consistente en despejar zonas óptimas para establecer sus bases y tomar víctimas, en la estructura se oían alaridos y llantos todas las noches. Aunque otros hechos daban a lugar actos de delincuencia allí, la albina suponía que no serían un gran problema. Distinto al pasado, estaba dispuesta a inmiscuirse en asuntos que no fueran exclusivamente paranormales, debido a que no había nada más peligroso para los humanidad que los humanos.

La ciudad parecía estar como normalmente sería, con excepción de la zona cercana al castillo, donde muchos comercios estaban cerrados. Los gritos nocturnos y los asesinatos habían asustado a algunos habitantes, entre ellos la gran mayoría eran adultos y ancianos, por otro lado, los adultos jóvenes no podían abandonar aquél trabajo obtenido, siendo el único con el que se sostenían, no se podían permitir dejarlo y no planeaban ser espantados ni por terroristas, a pesar de que la misma policía había puesto esa zona en estado de alerta.

Un par de semanas luego de los incidentes del castillo por fin llegó, con una larga gabardina negra que tapaba todo su cuerpo hasta sus rodillas, sus piernas bajaban hasta sus pies en desnudes hasta unas botas negras, además, lo más notorio en ella era una enorme caja de madera colgada de su espalda y su parche negro que cubría su ojo derecho, observaba todo con su único ojo visible de un color azul profundo y frío, Fei Salat, tan sólo una adolescente un tanto inexpresiva que poco comprendía del mundo moderno, había sido dejada calles atrás del castillo por el bus, ya que era una parada evadida por los conductores. Ella fue obligada a seguir su camino a pie, aquél día se podían apreciar algunas nubes en el cielo, no hacía calor, las brisas frescas acariciaban el rostro pálido de la chica, quien daba cortos y relajados pasos como si solamente paseara.
Entre más se aproximaba al lugar de los hechos, menos gente se cruzaba por la calle. Pasando unas tiras de cinta policial a tan sólo una cuadra de la zona, llegó al lugar, un sendero se dividía de la vereda y se dirigía hacia un terreno totalmente verde en el que se podía apreciar a lo lejos aquél monumento del pasado sobre la colina. Habían unas vallas que evitaban el paso de vehículos, por suerte ella no tenía auto, no podía conducir por su edad, ni sabía hacerlo.


Cuando dio el primer paso para adentrarse en su recorrido de investigación, un vendedor que en ese momento estaba cerrando su tienda por la falta de clientes, al verla, tan pequeña y sin parecer tener en cuenta los peligros, le gritó que se alejara del lugar. Fei, a pesar de oírlo, hizo caso omiso a aquello, y mientras caminaba bajaba la caja rectangular de su espalda para sostenerla sobre su hombro derecho desde la tira de cuero.
Su ojo azul no dejaba de mirar en todas las direcciones del frente mientras caminaba por el costado izquierdo del sendero próximo a los árboles, era consciente de que en caso de haber delincuentes y terroristas en el lugar, lo más posible es que se tuviera que cubrir rápidamente de disparos.-
MahsatiHana · 26-30, F
[code]Vuelo 724, con destino a Château de Montségur, sur de Francia.[/code]

“Se aproxima que el avión aterrice en algunos minutos, favor de abrochar sus cinturones.”

Había logrado huir, con anticipo, de la búsqueda que sus antiguos compañeros de mafia habían organizado para atraparla luego de haberla localizado en el norte de Alemania, Schleswig-Holstein, justamente en el Arboreto Ellerhoop – Thiensen, un hermoso jardín de vista turista. El vuelo tenía aproximadamente 36 pasajeros, entre ellos se encontraba un compañero (Mr. Ever, el cual habla español e inglés.) de la coreana que era quien le había ayudado a desviar a los mafiosos mientras ella abandonaba el apartamento que había sido invadido.

Por ahora la calma estaba en ella; no pensaba en lo que haría al salir del avión, pero sabía que de inmediato debía encontrar alojamiento para mayor comodidad.

En ese momento, portaba su cómoda chaqueta gris, la cual cubría por completo el top ombliguero negro y unos jeans de mezclilla negra, sacó el móvil y revisaba el horario debido a una ansiedad que recorría por completo su cuerpo.

“Por favor, abrochen sus cinturones. El vuelo está por aterrizar.”

Acatando la orden de la azafata, abrochó el cinturón y cerró los ojos. Luego de que unos minutos transcurrieran los volvió a abrir y se encontró con los pasajeros de pie, algunos sacando el poco equipaje que tenían permitido guardar ahí dentro y algunos ya bajando las escaleras.

Desabrochó el cinturón y alzó la cubierta de donde se encontraba su mochila, la cual contenía múltiples piezas y de cristales y algunos aparatos electrónicos que ella usaba para los trabajos que le eran encomendados.
Un hombre de complexión delgada y con brazos notoriamente trabajados se acercó a ella y le tomó por la cintura, haciendo que rápidamente actuara, llevando ambas manos a las de él y diera un par de golpes con la intención de que le soltara.

-Mr. Ever, sé que no quieres morir ahora.


“Siempre tan linda y adorable.”

Ignoró aquellas palabras y se concentró en caminar escaleras abajo, observando detalladamente a los pasajeros delante de ella, no podía confiarse de absolutamente nadie en ese momento más que en Ever, pero debido a su historial era que lo único que en ella estaba era el agradecimiento hacia él por haberle ayudado a escapar.

Sin problemas bajaron y se adentraron en la enorme sala de aeropuerto francés.

-Hol…


Sus cejas se alzaron denotando sorpresa, era un nuevo lugar, más para ella era un refugio más.
HalJordan · 31-35, M
HalJordan thinks you are Awesome.
YuiK1533361 · 26-30, F
YuiK1533361 thinks you are Sweet.
UmbraEterna thinks you are Adventurous.