« Back to Album · Next »
ºº Y ya habían pasado un par de semanas desde que el último encargo había acabado, uno que otro nuevo recluta se había unido, algunos más capaces que otros. Pero luego de aquella expedición de un par de días en el bosque no había nada mejor que encontrar algo de paz en medio de la taverna, donde el alcohol y comida solían fluir como las arcas de oro de un rey.
 
Newest First | Oldest First
M1578321 · F
Aún sin probar bocado alguno, recorrió brevemente la sala con la mirada, y luego observó una vez más al Goliath, vacilante como si su mente divagara en cuanto a “’¿Qué era lo que ella amaba”?... —Esa es una pregunta bastante fácil de responder para mí. Pero… dejaré que averigües la respuesta con el tiempo. — Con esto ya indicaba que le agradaba su compañía, como para permitirse que le conozcan aún más de una sola ocasión. Y esta vez su sonrisa tuvo un dejo de travesura graciosa.
M1578321 · F
— Ya no me cabe duda de porqué se le guarda tanta estima en esta Ciudadela. —

Antes de que continuara dialogando, las sirvientas ya habían regresado de la cocina con una bandeja de comida distribuida en dos partes. Echó un corto vistazo y había mucho más de lo que había pedido, pero entendió que también pensaron en Bjorn al servirla.

Tomó entre sus manos el plato de verduras aderezadas, junto a un poco de mantequilla y miel, e hizo un gesto con su cabeza que pareció una elegante reverencia en agradecimiento a las criadas. Era muy parecido al tipo de platillo que servían en su hogar, y esto le insinuó una pequeña sonrisa de entusiasmo que no pudo disimular.
M1578321 · F
Dirigía al Goliath una mirada larga e inquisitiva cuánto más hablaba, y el brillo en sus ojos rebosaba de fascinación. Había escuchado y conocido a mercenarios en el pasado, pero con todos ellos se había comportado de manera desdeñosa y hosca, al general Stormhand era el primero cuyas palabras no se le hacían insustanciales, debido a que gran parte de sus vivencias, era parte de lo que ella anhelaba desde que sus pies partieron de tierras élficas, y de aquella torre de marfil donde veía los días transcurrir, reprimida, sin que su pecho ardiera por alguna emoción. Pero lo que más despertó su admiración en él, eran las razones tan compasivas por las que se alzaría en armas, aún siendo un mercenario. — He conocido mercenarios antes, pero la mayoría solo se fijan en riquezas y en cuánto llenarían sus bolsillos. —Asintió y se incorporó sobre el respaldo de la silla donde estaba, y en sus labios afloró una sonrisa, que parecía más un gesto de aplauso.
Cuando aquella pregunta vino, posó su índice diestro sobre sus labios y se quedó pensativo, ¿Realmente amaba aquella vida? Todo lo que había pasado hasta ese momento lo había forjado en lo que era, y a pesar de lo libre que era, poco control tuvo sobre aquello en lo que se convirtió, pero a diferencia de aquellos víctimas de las circunstancias como su hermano o su madre, una amplia sonrisa apareció en sus labios. — ¿Cómo no amarlo? He visitado cientos de países y tierras, he peleado con monstruos, y he defendido inocentes. He conocido hombres y mujeres de valor, y he conocido a algunos a fondo, e inclusive he hecho cientos de amigos en el camino. Algunos odian su destino, yo amo el que he forjado, ¿Tú que amas, Mina?

Siguiendo a la elfa con la mirada, esperó a que se pusiera cómoda para continuar con sus pensamientos y acotaciones a las palabras de ella, sorbiendo en esa pequeña pausa un poco del aguamiel, para así relamerse sus labios y añadir con calma. — Una exploradora más que una aventurera ¿Mmm? Y sin embargo mi hermano a veces dice que ciertos tesoros no deberían estar en las manos de otros más irresponsables, haha. ¿Pero qué voy a saber yo?

Notando como lentamente se desenvolvía y abría para con él, el varón también pudo sentir esa tensión disminuir, agradecido de sentir aquello para así añadir con calma. — Es una misteriosa descripción, pero supongo que tengo en común con Jarrus que me agrada desenvolver los misterios.
Hm. — No dijo mucho sobre lo de la guerra, al menos por el momento para así meditar sus palabras, aquel enorme pelirrojo a diferencia de su hermano, quien siempre buscaba conocimiento y aprendizaje no parecía un gran pensador. Sin embargo no era tonto, cómo muchos pensaban que lo era, su conocimiento era más práctico, y de supervivencia, que de conocimiento académico o arcano, por lo que alzó su mirada y dijo con seriedad. — Esas palabras son ciertas, y sin embargo casi siempre jugamos el papel de Defensores. No siempre tomamos cualquier encargo. —´

De ese momento, relajando un poco su mirada al verle calmarse un poco e inclusive sonreír pudo sentirse a gusto también, era muy empático comparado a su hermano, sobre todo con aquellos cuya compañía le era grata. —A veces hay que pelear para proteger lo que importa. Si los elfos ocupan ayuda, solo deben pedirla, pero el orgullo suele cegarles.
M1578321 · F
Esto indicaba que era el tipo de ser que abrazaría la experiencia solo por sabiduría y sensación, no por motivos mundanos. Tomó de nuevo el vaso con su diestra, y bebió un prudente sorbo ya que no quería entumecer su mente con el licor, no era algo propio de ella aunque sus pómulos se acaloraron con suavidad. Aclaró la garganta antes de preguntar. — Y dime ¿Realmente estimas la vida de mercenario? Parece que aquí te guardan estima y respeto, como para servir a propósitos de tierras extranjeras ¿O tal vez tengo una idea equívoca de su labor? —
M1578321 · F
Caminó muy breve con los ademanes de una princesa, y tomó asiento en una enorme silla de madera, ayudándose a recoger los pliegues de su falda sobre los bajo muslos de sus piernas, adoptando una postura erguida y entrelazando los dedos antes de apoyarlos sobre su vientre. Solo una mesa estaba entre ellos.

Tomó un hondo respiro y se permitió ser más espontanea frente al varón, olvidando por completo el tema anterior. La sonrisa aún no se le desvanecía de los labios, ya que le hacía cierta gracia amistosa la forma tan expresiva de dialogar en el Goliath y le contestó con elocuencia tratando de satisfacer su curiosidad— Diría que si yo buscara un tesoro, me sentiría complacida de hallarlo, pero no de tomarlo. Eso me podría definir como aventurera, aunque no estoy muy convencida de que sea la descripción adecuada, pero estará bien por el momento… —
M1578321 · F
—“La guerra siempre cobrará su precio, para el bien de unos pocos, y para el mal colectivo.” Lamento lo de su exilio. —Aludió las palabras de algún sabio que en el pasado había leído, recordando con tristeza los innumerables libros que los elfos del Bosque Blanco habían acumulado a lo largo de los siglos. Mientras el frío y la muerte invadan la tierra, ella guardó una promesa para sí misma, y dedicaría su antigua magia de sanación para curarle.

Se sentía afligida por el recuerdo pero su rostro no enseñó más que simpatía, hasta que la sonrisa del Goliath se le contagió cuando observó sus modales desenvueltos, devolviéndole el gesto y cubriéndose los labios rosados con algunos dedos de su diestra, no quería que sintiera como que se mofaba de él. Al contrario, le veía como una grata y confortable compañía.
Diciendo aquellas palabras instintivamente flexionaría uno de sus musculados brazos, sonriendo con amplitud, siendo sin duda vistoso y gustoso de atención, sonriendo con sus perlados dientes, pero aclarando su garganta volvió su atención al rostro de aquella dama de los bosques, curioso de ver qué más podía contarle, claramente emocionado y curioso.

Add a comment...
 
Send Comment