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DandelionKnight · F
Miró con evidente asombro al pelirrojo cuando éste mencionó aquella oferta. Por más que se dedicara a tratar con personas frecuentemente por su trabajo y que éstas le demostrasen agradecimiento por su buena labor, esos gestos y detalles la hacían sentirse algo avergonzada. En esas situaciones agradecía con cortesía y una pequeña sonrisa. Pero eso era en su papel de Gran Maestre. Ahora estaba en la taberna y no en su rol de siempre, simplemente venía como Jean a disfrutar un poco de su tiempo libre. Por lo que esa sugerencia tan amable de su amigo le parecía de carácter más personal, la hacía sentir realmente muy apenada y como resultado, las palabras quedaban sin decirse en la punta de su lengua. Era como revivir cuando sus compañeros, la viajera y Diluc le organizaron aquella fiesta sorpresa hace tiempo.
Alzó la mirada con algo de timidez para verle solo por unos segundos y luego concentrarse en su bebida nuevamente dando un sorbo para mantenerse ocupada. Después de esa breve distracción se animó a hablar. —Disfruté demasiado de la bebida, ciertamente... solo que..— Dio un pequeño suspiro antes de continuar hablando. —La taberna siempre recibe mucha gente y no me gustaría abusar como para que Charles me lleve bebidas a la oficina teniendo tanto por hacer todos los días aquí, al igual que tú y yo en la sede. En verdad puedo venir en otro momento.— No estaba segura de cuando tendría otra oportunidad como ésta, pero se sentiría muy aprovechada de acceder a tan buen gesto.
Cuando el chico carraspeó, volvió su atención a éste, pensando que aún tenía algo que añadir. Solo que antes de recibir respuesta, parecía estar meditando profundamente respecto a algo. Luego de su vergüenza previa, le observó con más calma, apoyando su codo sobre la barra para luego recostar su mejilla en una de sus manos. Sin percatarse una pequeña sonrisa ya estaba presente en su rostro. ¿Qué tenía que pensar con tantas ganas antes de poder decirlo? No era frecuente ver a Diluc pensar demasiado sus acciones con tanto detenimiento.
No pudo contener una pequeña risa cuando el pelirrojo preguntó aquello. Mucha consideración para preguntarle sobre la cena, además de luego recordar que su negocio era una taberna y no como "El Buen Cazador". Ya que parecía un poco ansioso, no quería incomodarlo. Habló con suavidad una sonrisa serena. —No he cenado todavía. ¿Te gustaría hacerme compañía y cenar conmigo?— Sugirió esperando que no fuera demasiada confianza. —Me gustaría seguir disfrutando de tu compañía y platicar más ahora que se presentó ésta peculiar pero agradable oportunidad. Puedo esperar a que termines tu turno si quieres.— Con algo de pena para que no se viera como obligación, ofreció una aclaración. —Si es que no es inconveniente para ti, claro.—
Alzó la mirada con algo de timidez para verle solo por unos segundos y luego concentrarse en su bebida nuevamente dando un sorbo para mantenerse ocupada. Después de esa breve distracción se animó a hablar. —Disfruté demasiado de la bebida, ciertamente... solo que..— Dio un pequeño suspiro antes de continuar hablando. —La taberna siempre recibe mucha gente y no me gustaría abusar como para que Charles me lleve bebidas a la oficina teniendo tanto por hacer todos los días aquí, al igual que tú y yo en la sede. En verdad puedo venir en otro momento.— No estaba segura de cuando tendría otra oportunidad como ésta, pero se sentiría muy aprovechada de acceder a tan buen gesto.
Cuando el chico carraspeó, volvió su atención a éste, pensando que aún tenía algo que añadir. Solo que antes de recibir respuesta, parecía estar meditando profundamente respecto a algo. Luego de su vergüenza previa, le observó con más calma, apoyando su codo sobre la barra para luego recostar su mejilla en una de sus manos. Sin percatarse una pequeña sonrisa ya estaba presente en su rostro. ¿Qué tenía que pensar con tantas ganas antes de poder decirlo? No era frecuente ver a Diluc pensar demasiado sus acciones con tanto detenimiento.
No pudo contener una pequeña risa cuando el pelirrojo preguntó aquello. Mucha consideración para preguntarle sobre la cena, además de luego recordar que su negocio era una taberna y no como "El Buen Cazador". Ya que parecía un poco ansioso, no quería incomodarlo. Habló con suavidad una sonrisa serena. —No he cenado todavía. ¿Te gustaría hacerme compañía y cenar conmigo?— Sugirió esperando que no fuera demasiada confianza. —Me gustaría seguir disfrutando de tu compañía y platicar más ahora que se presentó ésta peculiar pero agradable oportunidad. Puedo esperar a que termines tu turno si quieres.— Con algo de pena para que no se viera como obligación, ofreció una aclaración. —Si es que no es inconveniente para ti, claro.—
MitsuriKanroji1578501 thinks you are Charming.
CB1581518 · 26-30, F
Las reacciones expresadas por el pelirrojo le hacían sentirse bastante orgullosa. A juzgar por las apariencias, el Joven Ragnvindr parecía ser alguien serio y recatado. El ver un atisbo de sorpresa en sus facciones le parecía una señal positiva que elevaba su espítitu y el de sus tripulantes quienes observaban no muy disimuladamente a su capitana y al visitante. Se podría decir que el objetivo de dar una buena impresión había dado frutos. —¡Pero qué es lo que dice! Si para nosotros es un placer.— Soltó una risa estridente la cual reflejaba la confianza de la capitana. —Claro que es necesario un buen recibimiento para un invitado importante como usted Joven Diluc. ¿Está bien si lo llamo así?— Pese a que era alguien un poco altanera y que entraba en confianza fácilmente, quería mantener cierto respeto con él, después de todo era una visita de negocios.
Tomó asiento frente al hombre, correspondiendo la amable sonrisa de éste con una propia. —Ciertamente espero que su estancia en el Alcor le sea inolvidable como para que quiera visitarnos nuevamente en el futuro y no solo para negocios, las visitas siempre son bien recibidas.— Comentó aquello con soltura en lo que se adelantaba a tomar un plato de carne frita. Sabía que era especialmente todo para su invitado, pero ver tanta comida rica en la mesa estaba dándole mucha hambre. —Usted disculpará que me adelante, pero todo luce muy rico. Por favor tome lo que guste, todo es muy fresco.— Mencionó algo apenada mientras comía un bocado generoso de carne.
Una vez que terminó su primer bocado, dejó su tenedor sobre el plato para mirar al pelirrojo con atención y genuina curiosidad. —He de admitir que su visita me tiene bastante intrigada, no recibimos muchos visitantes de Mondstadt. Y de antemano me disculpo por lo directo de mi pregunta. ¿Qué negocios le gustaría que conversemos? Estoy informada que sus vinos son los mejores en la región.—
Tomó asiento frente al hombre, correspondiendo la amable sonrisa de éste con una propia. —Ciertamente espero que su estancia en el Alcor le sea inolvidable como para que quiera visitarnos nuevamente en el futuro y no solo para negocios, las visitas siempre son bien recibidas.— Comentó aquello con soltura en lo que se adelantaba a tomar un plato de carne frita. Sabía que era especialmente todo para su invitado, pero ver tanta comida rica en la mesa estaba dándole mucha hambre. —Usted disculpará que me adelante, pero todo luce muy rico. Por favor tome lo que guste, todo es muy fresco.— Mencionó algo apenada mientras comía un bocado generoso de carne.
Una vez que terminó su primer bocado, dejó su tenedor sobre el plato para mirar al pelirrojo con atención y genuina curiosidad. —He de admitir que su visita me tiene bastante intrigada, no recibimos muchos visitantes de Mondstadt. Y de antemano me disculpo por lo directo de mi pregunta. ¿Qué negocios le gustaría que conversemos? Estoy informada que sus vinos son los mejores en la región.—
DandelionKnight · F
Una vez con sus nervios iniciales bajo control, ofreció una tenue sonrisa al pelirrojo en cuanto éste se percató de su presencia. La expresión de éste era evidentemente una de asombro discreto. No era habitual sorprender al siempre informado Diluc Ragnvindr. Pero no podía culparlo, después de todo, era raro verla tomar aunque sea un respiro. Siempre estaba de un lado a otro trabajando, cumpliendo con los encargos de la gente de Mondstadt. Por más que Lisa o Kaeya insistieran que debería tomar un descanso y relajarse, su responsabilidad siempre va primero que el tiempo libre.
—No, todo está bien Diluc. Solo he venido a visitar, sorprendentemente tengo algo de tiempo libre.— Que extraño se sentía decir aquello. ¿Cuándo fue la última vez que tomó un descanso? Por ahora no podía recordar exactamente. —Me alegra ver que te encuentras bien.— Comentó con alivio. Él también era una persona ocupada y verlo en la taberna le daba gusto, pese a estar trabajando. —Por cierto, parece que hoy es mi día de suerte. Pensé que acabaría platicando con Charles. Kaeya me ha comentado que no estás por aquí con frecuencia. Si no es mucha intromisión de mi parte. ¿Hoy es una ocasión especial o que te trae por la taberna?— Finalizó con una pequeña sonrisa en lo que analizaba el estante de bebidas.
Solo había venido con la intención de visitar, no pensó a fondo en que podría pedir para consumir y alargar su visita en el Obsequio del Ángel, ella realmente no era de bebidas alcohólicas y menos en horas de trabajo. Aunque no hizo mucha falta tomar una decisión ya que le fue ofrecida una bebida. —¿En serio puedo? —Dijo algo apenada y agradecida de recibir algo gratis, además la bebida lucía muy bonita. —Muchas gracias, Diluc.— Tomó su vaso para dar un pequeño sorbo y por lo rico, dio un par de sorbos más. —¡Esto es muy rico! Parece que tendré que volver por más de estos en mis escasos momentos libres.— Dijo animosamente. —Tus clientes deben estar muy complacidos cuando eres tú quien los atiende personalmente. Recordaste que no soy muy asidua a las bebidas con alcohol.— halagó sinceramente.
—No, todo está bien Diluc. Solo he venido a visitar, sorprendentemente tengo algo de tiempo libre.— Que extraño se sentía decir aquello. ¿Cuándo fue la última vez que tomó un descanso? Por ahora no podía recordar exactamente. —Me alegra ver que te encuentras bien.— Comentó con alivio. Él también era una persona ocupada y verlo en la taberna le daba gusto, pese a estar trabajando. —Por cierto, parece que hoy es mi día de suerte. Pensé que acabaría platicando con Charles. Kaeya me ha comentado que no estás por aquí con frecuencia. Si no es mucha intromisión de mi parte. ¿Hoy es una ocasión especial o que te trae por la taberna?— Finalizó con una pequeña sonrisa en lo que analizaba el estante de bebidas.
Solo había venido con la intención de visitar, no pensó a fondo en que podría pedir para consumir y alargar su visita en el Obsequio del Ángel, ella realmente no era de bebidas alcohólicas y menos en horas de trabajo. Aunque no hizo mucha falta tomar una decisión ya que le fue ofrecida una bebida. —¿En serio puedo? —Dijo algo apenada y agradecida de recibir algo gratis, además la bebida lucía muy bonita. —Muchas gracias, Diluc.— Tomó su vaso para dar un pequeño sorbo y por lo rico, dio un par de sorbos más. —¡Esto es muy rico! Parece que tendré que volver por más de estos en mis escasos momentos libres.— Dijo animosamente. —Tus clientes deben estar muy complacidos cuando eres tú quien los atiende personalmente. Recordaste que no soy muy asidua a las bebidas con alcohol.— halagó sinceramente.
SW-User
*Lumine sonrie al ver que estaba bien pues esa mala sensación, la hizo volver a Mondstat, esta aliviada de ver que todo aun estaba bien, mirando a Diluc, deja salir un suspiro negando con la cabeza*
—No, estoy más perdida que nada—.
*Confesó pues la verdad no tenía idea de lo que estaba pasando o lo que estaba por pasar, Paimon se acercó a ambos para estar al tanto de lo que está pasando y antes de decir algo.
Un joven de ropas color verde se acercó, es…. *
—Venti—.
* Lumine abre los ojos al verlo, después de perder su Gnosis, imagino que posiblemente se fuera lejos a no tener su título de arconte a perder su habilidad mágica*
—Perdón que me meta… pero esto es un poco mas peligroso—.
*Dijo mirando al pelirrojo y a la rubia, se acercó lo más que pudo. *
—Si desean saber… vayamos a un lugar para hablar de eso m, sin alterar a nadie—.
*Comenta mientras camina esperando que Lumine y Diluc lo siguieran pues es un evento muy peligros que debe ser ha atendido. *
—Paimon piensa que se involucró Venti que esto es mucho más delicado de lo que se pensó—.
*Comentó la hada compañera de viaje de Lumine, quien la miró sin decir mucho y después a Diluc, sabe que el pelirrojo está ocupado como heredero y como héroe. *
—¿Vienes, Diluc? —. Pregunto en espera de una respuesta. —Si estas ocupado cln la taberna.. Podemos ir yo y Paimon para después ponerte al tanto—.
*Como prometió nunca reveló la identidad del héroe oscuro pero imagina que igual desea saber pues lo que esta por pasar podrá a Mondstat en peligro y hasta todo Liyue, eso es algo que no se debe permitir*
—Esto es algo… que me tiene perturbada…. —.
*Es lo único que pudo pensar la joven viajera, esa mala sensación no se le iba con nada y parece ser que Venti sabía algo puede que sea en tiempos antiguos sobre los arcontes, eso es lo que mas le inquieta, tanto que ese escalofrío recorre todo su cuerpo dejando una horrible sensación fría*
—No, estoy más perdida que nada—.
*Confesó pues la verdad no tenía idea de lo que estaba pasando o lo que estaba por pasar, Paimon se acercó a ambos para estar al tanto de lo que está pasando y antes de decir algo.
Un joven de ropas color verde se acercó, es…. *
—Venti—.
* Lumine abre los ojos al verlo, después de perder su Gnosis, imagino que posiblemente se fuera lejos a no tener su título de arconte a perder su habilidad mágica*
—Perdón que me meta… pero esto es un poco mas peligroso—.
*Dijo mirando al pelirrojo y a la rubia, se acercó lo más que pudo. *
—Si desean saber… vayamos a un lugar para hablar de eso m, sin alterar a nadie—.
*Comenta mientras camina esperando que Lumine y Diluc lo siguieran pues es un evento muy peligros que debe ser ha atendido. *
—Paimon piensa que se involucró Venti que esto es mucho más delicado de lo que se pensó—.
*Comentó la hada compañera de viaje de Lumine, quien la miró sin decir mucho y después a Diluc, sabe que el pelirrojo está ocupado como heredero y como héroe. *
—¿Vienes, Diluc? —. Pregunto en espera de una respuesta. —Si estas ocupado cln la taberna.. Podemos ir yo y Paimon para después ponerte al tanto—.
*Como prometió nunca reveló la identidad del héroe oscuro pero imagina que igual desea saber pues lo que esta por pasar podrá a Mondstat en peligro y hasta todo Liyue, eso es algo que no se debe permitir*
—Esto es algo… que me tiene perturbada…. —.
*Es lo único que pudo pensar la joven viajera, esa mala sensación no se le iba con nada y parece ser que Venti sabía algo puede que sea en tiempos antiguos sobre los arcontes, eso es lo que mas le inquieta, tanto que ese escalofrío recorre todo su cuerpo dejando una horrible sensación fría*
SW-User
*Una perturbación se hizo sentir en todo el lugar, llegando hasta Mondstat, desde lo lejos se podría ver como unas nubes negras y amenazadoras se acercaban a la ciudad de la libertad.
Fue cuando la terminar de trasporte que usaba Lumine, comenzó a brillar, dejando ver a la rubia aparecer, todos ahora estaban petrificados de terror y cuando voltea a la dirección a espinadragon, se dio cuenta de lo qude pasa, pues ahora esas nubes negras parecía dirigirse a Mondstat. *
—Esto se ve muy mal—.
*Comentó la rubia con un mal presentimiento, opto por ir a la taberna obsequio del Ángel para estar al tanto de lo que está pasando, pues esas nubes negras, son un mal argurio.
Paimon al ver eso, solo se asusto tanto que volo cerca de la viajera*.
—Paimon tiene miedo… ¿Qué vamos hacer ahora? —.
*Pregunto la “hada” a la joven, por ésta vez la rubia estaba muy sería pues está nueva amenaza se podría sentir que era aun mas peligrosa y temible que las que se a enfrentado.
Camino hasta llegar a la taberna, se acercó y vio algunas personas afuera mirando a donde estaban esas nubes amenazadoras, sin dudarlo se acercó al lugar rápidamente.*
—¿Alguien sabe? —.
*Pregunto al acercarse para llamar la atención de los presentes*
—¿Qué está pasando? —.
*Pregunto a los presentes mientras se quedó a unos centímetros de las personas, en ese momento se dio cuenta de un joven de cabellera roja*
—¿Diluc? —.
*Se acercó para asegurarse de que sea el que menciona, no desea equivocarse otra vez*
Fue cuando la terminar de trasporte que usaba Lumine, comenzó a brillar, dejando ver a la rubia aparecer, todos ahora estaban petrificados de terror y cuando voltea a la dirección a espinadragon, se dio cuenta de lo qude pasa, pues ahora esas nubes negras parecía dirigirse a Mondstat. *
—Esto se ve muy mal—.
*Comentó la rubia con un mal presentimiento, opto por ir a la taberna obsequio del Ángel para estar al tanto de lo que está pasando, pues esas nubes negras, son un mal argurio.
Paimon al ver eso, solo se asusto tanto que volo cerca de la viajera*.
—Paimon tiene miedo… ¿Qué vamos hacer ahora? —.
*Pregunto la “hada” a la joven, por ésta vez la rubia estaba muy sería pues está nueva amenaza se podría sentir que era aun mas peligrosa y temible que las que se a enfrentado.
Camino hasta llegar a la taberna, se acercó y vio algunas personas afuera mirando a donde estaban esas nubes amenazadoras, sin dudarlo se acercó al lugar rápidamente.*
—¿Alguien sabe? —.
*Pregunto al acercarse para llamar la atención de los presentes*
—¿Qué está pasando? —.
*Pregunto a los presentes mientras se quedó a unos centímetros de las personas, en ese momento se dio cuenta de un joven de cabellera roja*
—¿Diluc? —.
*Se acercó para asegurarse de que sea el que menciona, no desea equivocarse otra vez*
SW-User
*En algún lugar en Teyvat para ser exactos, en un lugar remoto en espinadragon, un templo abandonado, hay un altar donde esta un especie de contenedor, el cual a su arrendador está las marcas de los elementos que dominan en Teyvat, en dichas marcas hay pequeñas réplicas de las estatuas de los siete, los cuales están ahí para mantener el sello en el contenedor, pues mantiene un mal en su interior.
De pronto las puertas que están en esa sala se abren de par en par, unos ladrones de ruinas entraron buscando tesoros, pues imaginan que en aquel lugar encontrará algo valioso pues al llegar el templo aun estaba cerrado y se nota que nadie a entrado desde hace siglos pero eso tiene su razón, ya que ese templo no es un lugar sagrado, es un lugar para contener al ser que está sellado y para evitar curiosos se pensó ej dejar eso en el olvido, ya que si se llegara a saber habría muchas personas entrando para investigar todo lo que encuentren por esa razón ese lugar era secreto, hasta ahora.
Ya en el templo los ladrones se ponen a ver todo lo que podría ser de valor, fue cuando vieron ese altar, solo pudieron ver las estatuas de los siete grandes que son de plata para ellos solo son cosas de valor, se acercaron y tomaron todo, fue cuando en ese momento un temblor se hace sentir, algunas rocas del techo cayeron, matando algunos ladrones, los demás lograron huir llevándose consiguió esas reliquias.
El sello quedó roto, así el contenedor se abre dejando ver a una hermosa mujer de cabello oscuro y ojos color morado,, esta al estar ya fuera del sello, esta se levantó y miró el lugar para ahora mostrar una sonrisa macabra. *
—Finalmente… después de tanto tiempo, soy libre…. —
*Camino mirando el lugar, no sabe cuanto tiempo estuvo en ese sueño, en que los siente, una vez libre camino hasta la salida del templo, mirando el lugar aun estaba en espinadragon, aunque no sabe que pasó con los que ella servía, dejó salir un leve suspiro*
—Ahora debo buscar a mis señores. —
*Comentó mostrando una sonrisa macabra pues otra era de oscuridad se acercaba y amenaza cubrir todo Teyvat*
*Mientras tanto en la ciudad capital de la zona, la viajera de nombre Lumine, se encontraba junto a Paimon, como es de esperarse, Lumine buscaba pistas sobre el paradero de su hermano gemelo, Aether, no sabe cuanto tiempo a estado dormida, cuando fue separada de su hermano, toda Teyvat aún estaba en guerra, por lo que cuando despertó ya todo estaba en paz, fue cuando en ese momento sintió un escalofríos recorrer todo su cuerpo, algo no anda bien, dejo salir un suspiro pues Teyvat es como otro hogar, ya que en ese lugar conoció a personas maravillosa que se había vuelto como una segunda familia y por eso deseaba protegerlos.
Fue cuando se dio cuenta que en el cielo de daba una extraña formación y notó que eso se encontraba sobre Mondstat. *
—Esto se ve nada bien. —
*Su mirada ahora es de suma preocupación, miro a Paimon quien estaba aterrada por lo que vieron*
—Paimon siente que algo malo está por pasar. —
*Dijo su fiel compañera de viaje, no queda otra debe volver a Mondstat para estar al tanto de lo que está por ocurrir, emprendió viaje de regreso lo mas rápido que pudo*
–Ya voy amigos de Mondstat, les ayudaré. —
*Se repitió para ella misma en lo que fue rumbo a una transportador*
De pronto las puertas que están en esa sala se abren de par en par, unos ladrones de ruinas entraron buscando tesoros, pues imaginan que en aquel lugar encontrará algo valioso pues al llegar el templo aun estaba cerrado y se nota que nadie a entrado desde hace siglos pero eso tiene su razón, ya que ese templo no es un lugar sagrado, es un lugar para contener al ser que está sellado y para evitar curiosos se pensó ej dejar eso en el olvido, ya que si se llegara a saber habría muchas personas entrando para investigar todo lo que encuentren por esa razón ese lugar era secreto, hasta ahora.
Ya en el templo los ladrones se ponen a ver todo lo que podría ser de valor, fue cuando vieron ese altar, solo pudieron ver las estatuas de los siete grandes que son de plata para ellos solo son cosas de valor, se acercaron y tomaron todo, fue cuando en ese momento un temblor se hace sentir, algunas rocas del techo cayeron, matando algunos ladrones, los demás lograron huir llevándose consiguió esas reliquias.
El sello quedó roto, así el contenedor se abre dejando ver a una hermosa mujer de cabello oscuro y ojos color morado,, esta al estar ya fuera del sello, esta se levantó y miró el lugar para ahora mostrar una sonrisa macabra. *
—Finalmente… después de tanto tiempo, soy libre…. —
*Camino mirando el lugar, no sabe cuanto tiempo estuvo en ese sueño, en que los siente, una vez libre camino hasta la salida del templo, mirando el lugar aun estaba en espinadragon, aunque no sabe que pasó con los que ella servía, dejó salir un leve suspiro*
—Ahora debo buscar a mis señores. —
*Comentó mostrando una sonrisa macabra pues otra era de oscuridad se acercaba y amenaza cubrir todo Teyvat*
Liyue
*Mientras tanto en la ciudad capital de la zona, la viajera de nombre Lumine, se encontraba junto a Paimon, como es de esperarse, Lumine buscaba pistas sobre el paradero de su hermano gemelo, Aether, no sabe cuanto tiempo a estado dormida, cuando fue separada de su hermano, toda Teyvat aún estaba en guerra, por lo que cuando despertó ya todo estaba en paz, fue cuando en ese momento sintió un escalofríos recorrer todo su cuerpo, algo no anda bien, dejo salir un suspiro pues Teyvat es como otro hogar, ya que en ese lugar conoció a personas maravillosa que se había vuelto como una segunda familia y por eso deseaba protegerlos.
Fue cuando se dio cuenta que en el cielo de daba una extraña formación y notó que eso se encontraba sobre Mondstat. *
—Esto se ve nada bien. —
*Su mirada ahora es de suma preocupación, miro a Paimon quien estaba aterrada por lo que vieron*
—Paimon siente que algo malo está por pasar. —
*Dijo su fiel compañera de viaje, no queda otra debe volver a Mondstat para estar al tanto de lo que está por ocurrir, emprendió viaje de regreso lo mas rápido que pudo*
–Ya voy amigos de Mondstat, les ayudaré. —
*Se repitió para ella misma en lo que fue rumbo a una transportador*
DandelionKnight · F
Sabía que Diluc no siempre estaba presente en el Obsequio del Ángel, tampoco estaba segura de que pudiera encontrarlo en el Viñedo del Amanecer, así es que optó por ir a buscarlo al lugar más cercano al Cuartel de los Caballeros de Favonius, el bar. Justo donde ella estaba de pie ahora mismo, a un costado de la entrada.
Aparentemente su expresión era tranquila, incluso saludaba a los lugareños que se habían acercado a saludarla amablemente. Pero su interior era todo lo opuesto a la fachada de serenidad que dejaba ver a los demás. Sinceramente estaba algo nerviosa de estar ahí, razón por la cual no había entrado aún al negocio. ¿Qué es lo que hacía ella ahí? Después de todo no sé frecuentaba mucho con el pelirrojo desde que éste dejo los Caballeros de Favonius, tampoco desde que trabajaron juntos apoyando al viajero y Barbatos respecto al incidente de la Lira. Pese a todo, aún así quería compartir un breve momento con alguien a quien admiraba y consideraba su amigo, retomar ese contacto.
Suspiró profundamente en un intento de relajarse, usualmente como gran maestra intendente de los Caballeros estaba involucrada en encargos más estresantes. Vamos que la crisis de Dvalin la tenía con los nervios de punta, solo que por alguna razón, ésta simple visita la tenía más al filo del asiento que cualquier cosa.
En un intento de darse seguridad, sujetó un poco su coleta, la cual ni si quiera se había aflojado. De cualquier modo, hacer aquello le brindaba una sensación de estar mínimamente en control de sus emociones. Y antes de poder arrepentirse, se abrió paso al interior del bar, buscando discretamente a su dueño. Para su sorpresa, el pelirrojo estaba limpiando algunos tarros. Caminó con supuesta calma a dónde éste se encontraba trabajando y suspiró bajito antes de saludar. —Buenas noches, Maestro Diluc.— Sabía que no le gustaba ser llamado así, pero esa pequeña broma la hacía sentir menos ansiosa. —Que sorpresa verte por aquí, siendo tan elusivo. ¿Cómo estás?— Finalizó con esa pregunta para luego sentarse en un banco alto de madera frente al hombre.
Aparentemente su expresión era tranquila, incluso saludaba a los lugareños que se habían acercado a saludarla amablemente. Pero su interior era todo lo opuesto a la fachada de serenidad que dejaba ver a los demás. Sinceramente estaba algo nerviosa de estar ahí, razón por la cual no había entrado aún al negocio. ¿Qué es lo que hacía ella ahí? Después de todo no sé frecuentaba mucho con el pelirrojo desde que éste dejo los Caballeros de Favonius, tampoco desde que trabajaron juntos apoyando al viajero y Barbatos respecto al incidente de la Lira. Pese a todo, aún así quería compartir un breve momento con alguien a quien admiraba y consideraba su amigo, retomar ese contacto.
Suspiró profundamente en un intento de relajarse, usualmente como gran maestra intendente de los Caballeros estaba involucrada en encargos más estresantes. Vamos que la crisis de Dvalin la tenía con los nervios de punta, solo que por alguna razón, ésta simple visita la tenía más al filo del asiento que cualquier cosa.
En un intento de darse seguridad, sujetó un poco su coleta, la cual ni si quiera se había aflojado. De cualquier modo, hacer aquello le brindaba una sensación de estar mínimamente en control de sus emociones. Y antes de poder arrepentirse, se abrió paso al interior del bar, buscando discretamente a su dueño. Para su sorpresa, el pelirrojo estaba limpiando algunos tarros. Caminó con supuesta calma a dónde éste se encontraba trabajando y suspiró bajito antes de saludar. —Buenas noches, Maestro Diluc.— Sabía que no le gustaba ser llamado así, pero esa pequeña broma la hacía sentir menos ansiosa. —Que sorpresa verte por aquí, siendo tan elusivo. ¿Cómo estás?— Finalizó con esa pregunta para luego sentarse en un banco alto de madera frente al hombre.
CB1581518 · 26-30, F
El ambiente en el Alcor era bastante animado, la tripulación reía estruendosamente, algunos bebían o simplemente convivían como era habitual en sus tiempos de ocio. Habían anclado cerca del Bosque de Piedra Guyun, tal cual acostumbraban en sus descansos, además de aprovechar y hacer unas cuantas entregas a los negocios en Liyue.
Solo que el día de hoy no era como cualquiera, se avecinaba algo importante para la Flota Crux y su capitana. Recibirían al dueño del Viñedo del Amanecer para una reunión de negocios.
Las actividades de Beidou usualmente giraban en torno a sus hazañas de navegación y aventuras, pero también era bien conocida en el mundo de los negocios. No solo en la transportación de mercancía en los mares, sino que también tenía negocios en ocasiones incluso con la Tiangquan, Ningguang. Así es que la llegada del pelirrojo claro que era de importancia.
La capitana estaba terminando de revisar personalmente unos detalles para la recepción de Diluc Ragvindr cuando uno de sus tripulantes notificó la llegada de éste. Salió con una gran sonrisa a recibirle. —¡Joven Diluc, bienvenido al Alcor!— Mencionó con orgullo. —Por favor sígame, no será un festín, pero mis tripulantes y yo hemos preparado platillos típicos de Liyue que podemos disfrutar mientras platicamos de negocios.— Comenzó a caminar en dirección a una gran mesa con vista al mar, donde ya estaba servida una cantidad decente de platillos.
Solo que el día de hoy no era como cualquiera, se avecinaba algo importante para la Flota Crux y su capitana. Recibirían al dueño del Viñedo del Amanecer para una reunión de negocios.
Las actividades de Beidou usualmente giraban en torno a sus hazañas de navegación y aventuras, pero también era bien conocida en el mundo de los negocios. No solo en la transportación de mercancía en los mares, sino que también tenía negocios en ocasiones incluso con la Tiangquan, Ningguang. Así es que la llegada del pelirrojo claro que era de importancia.
La capitana estaba terminando de revisar personalmente unos detalles para la recepción de Diluc Ragvindr cuando uno de sus tripulantes notificó la llegada de éste. Salió con una gran sonrisa a recibirle. —¡Joven Diluc, bienvenido al Alcor!— Mencionó con orgullo. —Por favor sígame, no será un festín, pero mis tripulantes y yo hemos preparado platillos típicos de Liyue que podemos disfrutar mientras platicamos de negocios.— Comenzó a caminar en dirección a una gran mesa con vista al mar, donde ya estaba servida una cantidad decente de platillos.
CB1581518 · 26-30, F
CB1581518 thinks you are Awesome.
1-10 of 16