« Back to Album · Next »
Newest First | Oldest First
1-10 of 13
Agares1581086 · 36-40, M
(...) podía observarse los rayos del sol iluminar aquellas aguas claramente limpias, y sin pensarlo dos veces algunos animales parecidos a perros negros comenzaron a emerger, Zamash siendo un hombre de pocas palabras observó sus reacciones, ¿Atacarían a la mujer? Sin embargo al notar la docilidad de aquellos canes para con ella, entendió Zamash que las voces de su maestro y dios no le habían engañado, por lo que sin dudarlo saltó hasta una de las palmeras tomando un fruto parecido a un coco verde, y sin esperar partió el mismo con el filo de su espada, nutritiva y refrescante agua vertiendo de esta para así ofrecerle esta y asentir, al tiempo que aquellos tres chacales divinos se acercaban a ambos.
— Parece que ellos también te dan la bienvenida. —
— Parece que ellos también te dan la bienvenida. —
Agares1581086 · 36-40, M
En ese instante, con el entrecejo levemente fruncido ante la condición de la mujer, decidió darle un poco de apoyo con su brazo si es que ella le permitía, no parecía tener ningún tipo de intención perversa o maligna, a pesar de emanar una esencia ciertamente sombría, y mientras le guiaba por entre estatuas caídas y pilares torcidos, comenzaba a moverse sobre sombras que eran creadas por la humedad de la tierra, algo que quizá la mujer no había sentido en horas o quizá días de morar. Entre más avanzaban era obvio que más se metían por caminos subterráneos, y entonces finalmente, Zamash añadió. — No es común que Anpu o Anubis le den su bendición a alguien, la razón del porqué aún me elude, pero aquí estamos. —
Y fue en ese entonces que serio hombre le ayudó a sentarse, y cuando llegaron a ese lugar entre vueltas y recovecos pudieron ambos vislumbrar lo que parecía una posa de agua absolutamente cristalina, con inclusive algunas palmeras, por entre sombras de estatuas caídas (....)
Y fue en ese entonces que serio hombre le ayudó a sentarse, y cuando llegaron a ese lugar entre vueltas y recovecos pudieron ambos vislumbrar lo que parecía una posa de agua absolutamente cristalina, con inclusive algunas palmeras, por entre sombras de estatuas caídas (....)
Agares1581086 · 36-40, M
— Las sombras no siempre son equivalente a muerte y locura, cachorra de lobo. — Susurró una voz ahora más calma, ya que ahora ella había caminado hacia aquella dirección, y al mismo tiempo, había que ser honesto, aquella voz que le había hablado a la loba le había hablado a un misterioso muchacho moreno, de piel un tanto oscura, ojos profundos y cabellos negros y largos. En ese instante, ella pudo notar como salía por entre algunas rocas, donde la sombra protegía de ese terrible y quemante destino que ella estuviese enfrentando, y sin esperarlo dos veces, acotó con calma así el moreno. — Mi nombre es Zamash, soy solamente un emisario del señor Anubis, él susurró en mi oído que había alguien que no debía morir aún. —
L1580922 · 18-21, F
—Lug... En ti confío.— con estas palabras de aliento dirigidas a su Dios, la "cachorra" camino en la dirección que ella creyó era la correcta. —Donde no sea... Me muero. Literalmente.— Se sentenció con humor sarcástico; era mejor que lamentarse.
L1580922 · 18-21, F
Atenta escucho las indicaciones, que en realidad no eran las mejores para alguien como ella. No tuvo miedo, ni asombro, era como ver la figura de un viejo amigo, ¿Y por qué no? Si al final también parecía un lobo de otras tierras.
—¿Tres que? ¿A dónde?— Sin duda, la peor ayuda que Liv podía recibir.
No era alguien que se preocupara por esos detalles, vivió tanto entre humanos que hasta sus manías se habían pegado, ¿Una dirección? Buscaba en maps. ¿Una unidad de medida? La convertía en Google. Y ahora le dicen que debe buscar algo por su cuenta, donde su mejor herramienta al parecer no servía. Imposible.
Tras mirar en varias direcciones, por fin tuvo el valor para seguir adelante en la travesía. Con las orejas bajas indicadores de su estado, solo la actitud le quedaba, aún que por poco tiempo.
[...]
—¿Tres que? ¿A dónde?— Sin duda, la peor ayuda que Liv podía recibir.
No era alguien que se preocupara por esos detalles, vivió tanto entre humanos que hasta sus manías se habían pegado, ¿Una dirección? Buscaba en maps. ¿Una unidad de medida? La convertía en Google. Y ahora le dicen que debe buscar algo por su cuenta, donde su mejor herramienta al parecer no servía. Imposible.
Tras mirar en varias direcciones, por fin tuvo el valor para seguir adelante en la travesía. Con las orejas bajas indicadores de su estado, solo la actitud le quedaba, aún que por poco tiempo.
[...]
L1580922 · 18-21, F
Fue una víctima más en el desierto, los golpes de calor no solían ser tan extremos en su especial Irlanda. Llegó a tal grado, que se despojo de su abrigo negro, el cual en pocas ocasiones llegaba a quitarse; descubrió bajo esa tela, la poca ropa que usaba y un cuerpo lleno de cicatrices y marcas de "batallas".
Ahora tenía un escudo temporal contra los rayos directos del sol, pero el calor bajó si sombra no era ni de cerca reconfortante, dudo en momentos si era necesario seguir con la idea de avanzar. Fue hasta que aquel hombre de aspecto extrañamente familiar apareció, que la albina entendió que quizá ya había enloquecido o incluso muerto en medio del desierto: ideas lógicas para alguien en esas condiciones.
Ahora tenía un escudo temporal contra los rayos directos del sol, pero el calor bajó si sombra no era ni de cerca reconfortante, dudo en momentos si era necesario seguir con la idea de avanzar. Fue hasta que aquel hombre de aspecto extrañamente familiar apareció, que la albina entendió que quizá ya había enloquecido o incluso muerto en medio del desierto: ideas lógicas para alguien en esas condiciones.
Agares1581086 · 36-40, M
Se notaba como sobresalía ya fuese un casco u hocico canino en dicha silueta dibujada por la propia sombra de la mujer, y una voz grave, tenebrosa y profunda añadió con imponencia. — Tres millas hacia el Sudeste, existe una cueva subterránea, podéis llegar allí antes del anochecer si apresuráis el paso. — La voz podría ser un producto de su imaginación, una ilusión creada por el hervor del ambiente, y sin embargo, la sombra de aquella lupina no había cambiado cuando en su cabeza pudo ella notar el destello de algo extraño, algo que quizá haya visto en la cultura pop o libros de historia antigua, y aquello era un ser con una cabeza de chacal, piel negra y cuerpo musculado, se notaba imponente y su esencia parecía bastante temible, sin embargo no parecía hostil para con ella. Una vez que esa imagen apareció en su cabeza, la presencia se desvaneció y la sombra propio volvió a tomar su forma.
Agares1581086 · 36-40, M
Había un problema con el hecho de Agares no fuese el que la encontrara, y esto era sin duda que la cálida bienvenida del Monarca sería reemplazada por árduos caminos, bestias, o quizá alguien más la toparía en el camino. Aquellas ruinas estaban por doquier, no parecía haber un claro norte en el horizonte, y el destello brillante se notaba en el horizonte de lo que podría ser una ciudad a millas de distancia ¿O era a caso una ilusión por el terrible calor que comenzaba a caer a medio día?
Entonces entre pasos y aciertos, de seguro aquella mujer de características lupinas sabría en su piel e instintos que el portal que la trajo allí ya se había cerrado, la brecha que la devolvería a casa era inexistente y por ende se encontraba perdida en tierras aparentemente desoladas, hasta que de repente cuando el sol se encontraba en su máximo esplendor, letal para personas no acostumbradas, podría ella notar como su sombra tomaba una forma inusual, parecía un hombre alto, brazos cruzados.
Entonces entre pasos y aciertos, de seguro aquella mujer de características lupinas sabría en su piel e instintos que el portal que la trajo allí ya se había cerrado, la brecha que la devolvería a casa era inexistente y por ende se encontraba perdida en tierras aparentemente desoladas, hasta que de repente cuando el sol se encontraba en su máximo esplendor, letal para personas no acostumbradas, podría ella notar como su sombra tomaba una forma inusual, parecía un hombre alto, brazos cruzados.
Agares1581086 · 36-40, M
¿Otro viajero habiendo entrado por una brecha dimensional a este mundo? La diferencia comparado a otras situaciones parecidas es que esta vez no había sido capaz de percibir a dónde se fue, solo sabía que se encontraba allí, una presencia oculta en su dominio, un poco borrosa comparado a otras ocasiones, donde sus sueños premonitorios le habían hecho saber dónde se encontraban esos viajeros exactamente. No le costaba encontrarle porque su esencia fuese débil, al contrario, sintió un enorme potencial, pero era como si algo más estuviese nublando su vista. Por ende el Monarca, Horakthy III, también conocido como Agares fuera del dominio continuó pensativo sabiendo que muy pronto se encontraría con aquella que había cruzado hacia los vastos Dominios de las arenas infinitas.
L1580922 · 18-21, F
[code][...] no pudo reconocer el idioma al que se enfrentaba.
—No puede ser...— Se dijo a si misma, bajo el impacto de lo que vio. Corrió al punto en que estaba el joven, apenas y quedo a un paso del portal que había dejado. —¡No mas deberes!—
Era irónico que viera aquello como la oportunidad perfecta de dejar atrás las pocas responsabilidades que tenia. Su precipitación la hizo lanzarse al vacío de la aventura: cruzo. Fatal error. Rodo duna abajo apenas logro estar del otro lado; no era una chica de arena y lo hizo notar en cuanto logro recuperarse de aquel desliz.
—Mejor me regreso.— Fue el comentario hasta ver lo que había frente a ella.
Cada estatua y detalle llamaron su atención, lo suficiente para verlo todo de cerca y hasta con cierto toque invasivo que logro hacerla tocar todo lo que podía. [/code]
—No puede ser...— Se dijo a si misma, bajo el impacto de lo que vio. Corrió al punto en que estaba el joven, apenas y quedo a un paso del portal que había dejado. —¡No mas deberes!—
Era irónico que viera aquello como la oportunidad perfecta de dejar atrás las pocas responsabilidades que tenia. Su precipitación la hizo lanzarse al vacío de la aventura: cruzo. Fatal error. Rodo duna abajo apenas logro estar del otro lado; no era una chica de arena y lo hizo notar en cuanto logro recuperarse de aquel desliz.
—Mejor me regreso.— Fue el comentario hasta ver lo que había frente a ella.
Cada estatua y detalle llamaron su atención, lo suficiente para verlo todo de cerca y hasta con cierto toque invasivo que logro hacerla tocar todo lo que podía. [/code]
1-10 of 13
Add a comment...