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36-40, M
Lo tendrás qu descubrir tu mismo
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- es mi hermano pequeño…-

La líder de escuadrón observa sorprendida a aquel titán. Eren… ¿Su hermano? La única familiar viva era Mikasa y ni siquiera tenían un parentesco de sangre. Quizás este hermano también venia del mismo pueblo que Reiner…no se le ocurría nada más… ¿Qué habría mas allá de la ultima muralla? Parecía ser un territorio sin descubrir…
Este titán parecía ser el líder, nunca había visto tal obediencia en los titanes, ni siquiera cuando Annie había llamado a otros para comérsela…

-Me parece justo- Hanji se encogió de hombros como si aquello fuese lo más sensato que había escuchado en su vida- Retírense, sino regreso en media hora no vuelvan. Moblit ya sabes que debes hacer…-
-¡No lo permitiré! ¿Sabe usted cuan valiosa es? Déjeme quedarme-
-Este idiota- masculló por lo bajo. Quería aprovechar esa oportunidad, por mucho que estuviese arriesgando su vida. -Es una orden, si encuentran a mi caballo te pediré que lo dejes al límite de la arboleda. Si vez algún escuadrón de camino hacia acá, o si por suerte encuentras a Erwin, repórtenle lo sucedido, él sabe cuál es la mejor decisión- le dio una palmada en el hombro. - Anda, ve. Contamos con Armin, podemos avanzar hacia la victoria de la humanidad aún si no me encuentro ahí. -

Moblit asintió, no tan convencido, esperaba que su líder no cometiese un acto imprudente… Pero… ¿Ponerse a merced de ese titán no era ya algo imprudente? Saltó hacia las otras ramas, haciendo uso de su equipo, Keiji se encontraba un poco mas adelantado que él, pudo ver en sus ojos la preocupación.

Tomando larga bocanada de aire, Hanji hace uso de su equipo para posarse grácilmente en la enorme mano del titán.

“Era una locura, una completa locura… ¿Se había vuelto loca? ¿Ya estaba loca? “

Con toda la valentía del mundo alzó la mirada, encontrándose con ese titán gigantesco a unos escaso metros de ella. Un golpe y podría hacerla puré.
Con una sonrisa, alzo la mano saludándolo.
-Bien, aquí estoy. ¿De qué deseabas hablar? -

Su mirada se frunció al ver como uno de sus caballos era prácticamente destrozado por ese gran árbol. Ese maldito… Odiaba no saber cómo explicarse aquella situación… no tener un plan era algo frustrante. Para su suerte el resto de su escuadrón se encontraba disperso observando con cuidado, analizando que hacer.

Hanji observo la estatura y musculatura, era prácticamente imposible que tres personas pudiesen vencer a alguien de su tamaño, también le parecía sumamente raro que aquel titán tuviese pelaje. Todos los titanes que había visto en toda su vida solo contaban con cabello y cejas, este en cambio estaba cubierto de pelo. ¿Vendría de algún lugar frio? Parecía una especie de primate, animales que solo sabía de ellos gracias a los libros de historia, quizás también tenía la movilidad de ese tipo de animales. No debían bajar la guardia.

A su izquierda, varios árboles mas allá, Moblit le hacía señas para atacar. Ella negó inmediatamente, advirtiéndole que si se atrevía a desobedecerlo le patearía el culo. Este solo suspiró haciéndole gestos de que si se le ocurría alguna tontería la golpearía. Vaya idiotez. Ella quería jugar, pero estaban en un momento de vida y muerte que preferiría no estar. No le gustaba estar a la merced de alguien, prefería mil veces ella llevar la situación y reírse como idiota.
Se preguntaba quien estaba ahí, debía haber un humano, debía ser el mismo tipo de titan que Eren. ¿Cuántos más de esos habría? Ya tenían a Eren, Annie… estaba Bertholdt, Reiner e Ymir… Eso los hacia 5 en total y con este 6. ¿Habría un máximo? ¿Habría venido también aquel titan a acabar con la humanidad? ¿Pero si lo que ella estaba pensando era cierto, ellos venían de un lugar donde ser titanes era algo normal? Maldecía la poca información que había al respecto, todo por culpa del rey… lo poco y nada que tenía eran solo teorías. Un rugido hizo que casi se perdiera el equilibrio. El titan estaba gritando, como una especia de formación comenzó a rodearlo. Si antes pensaba que podía vencerlo ahora sus posibilidades habían bajado a cero. Lo prudente seria irse, sus propios soldados le miraban instándola a abandonar el lugar. Ella misma sabía que aquello sería lo más cuerdo. ¿Pero desde cuando hacia lo más cuerdo?


-Así que se escondieron bien...bueno supongo que solo tengo que llevarme uno...alguno de ustedes puede salir y decirme ¿Dónde está Eren Jaeger? –

¿Eren? ¿Por qué carajos venían por Eren? ¿Qué tenía aquel muchacho que trataban a toda costa de buscarlo? ¿Decirle? Sería estúpido, Eren era la clave a todos los misterios que tenían tras de sí todos estos visitantes extraños. Así que si lo querían era porque sabían que si estudiaban a Eren su secreto podría revelarse. La manera de poder vencer definitivamente a los titanes estaba con él. ¿Y si trataba de acercarse?...

-¡Hey! ¡Amigo! - llamó desde el árbol en que se encontraba, que para su suerte estaba bastante lejos de aquel titan - ¿Quién eres y que haces aquí? ¡Si buscas a Eren, él se encuentra camino hacia la muralla María! - movió ambas cuchillas, tratando de llamar su atención. -Dime… ¿quieres hablar más sobre él y porque te interesa tanto? ¡Tengo algo de tiempo! –
Al carajo todo. Tenía que estar preparada para lo que viniese, solo esperaba que Keiji cumpliera su cometido.


Gritos de socorro se escuchaban a la lejanía. La mirada de sus subordinados estaba gacha, todos sabiendo a que se debía.

“Nifa… Gafas”

Hubo un momento de silencio, en las cuales ella apretó fuertemente las riendas de su caballo.

-¡LIDER! ¡¿QUÉ HAREMOS?!- Moblit se encontraba galopando a su lado, Keiji la miraba en silencio. –Nifa…Gafas…- su mirada se quebró.

Que hacer, que hacer, que hacer… era un momento de vida o muerte. Su mirada se dirigió al cielo, quizás pudiesen contactar con algún grupo si lanzaban una bengala.

-Líder Hanji- el segundo al mando le susurra aterrorizado. De repente el suelo comenzó a emitir un ligero temblor, las aves volaban hacia diferentes direcciones.

“Se acercan”

-Avanzaremos- ordenó con voz firme- No dejaremos que el sacrificio de Gafas y Nifa haya sido en vano…- Espoleo su caballo, aumentando la velocidad - ¡Avancen hacia el centro, luego subiremos a la copa de los árboles, a la mayor altura posible, dejen que los caballos se dispersen!-. Arriba contactarían con algún grupo de soldados. Sabía que no eran los únicos que habían salido de misión. Para la suerte de todos, el tanque de gas se encontraba lleno.

Galoparon un buen trecho, hasta llegar a lo que parecía ser un claro, apuntando con el pistón, subió a la primera rama usando las cuerdas de acero y el gas. Los caballos corrieron a diferentes direcciones, esperaba que no les sucediese nada.

“Tendremos que mantenernos juntos… pero no tanto”

-Avancen lo más que puedan, hacia arriba- ordeno a sus subordinados- Y luego, si aquel titán ataca, usaremos el equipo para avanzar entre los arboles hacia el extremo del bosque. Ahí usaran las bengalas, por si encontramos algún equipo de apoyo. ¡¿Entendido?!- Estos asintieron rápidamente.

Ahora solo quedaba esperar y rogar por una situación más a su favor.

No creía que aquel titán quisiese intercambiar palabras… Aunque... eso podría verlo mas adelante.
ChamCham · F
*En efecto, las malas lenguas que narran las terribles anécdotas de ésos alrededores hablaron por sí mismas cuando la presencia de aquel titan estaba cada vez más cerca de la joven. Entretanto, Cham Cham también se había adentrado a los prohibidos suburbios, trepando árboles y deslizándose por sus ramas entre las frondosas copas, pero venga que la descuidada joven se topó con una gran sorpresa: un titán de rasgos muy similares a las criaturas que inciden en su pueblo natal.*

- ¡Paku, Paku!, ¿ves al duende cerca? -preguntó al simio que recorre el camino de ramas y hojas junto a la joven.- ¡Ñyam, Paku, tenemos que encontrar el artefacto sagrado de la tribu.

*Buscaba y buscaba con su vista, pero entonces, el simio chillaría con un tono que solo un animal, o en su defecto, Cham Cham sólo entiende, porque el simio de nombre "Paku Paku" olfateó la cercanía del titán, Entonces, sin mayor preámbulo siguió la indicación del mono mascota que le acompaña y le es fiel, deslizándose entre lianas, trepando árboles y saltando de una rama a otra con extrema agilidad.*

*Poco fue el tiempo que transcurrió, cuando el característico retumbar del piso aún subida entre las ramas de los árboles hizo presencia. Fué ahí cuando la adolescente guerrera miró al ser de 17 metros, cuyas características están entre un humano y un simio.-


- ¿ÑYA?, ¡Mira, Paku Paku! tal vez él pueda orientarnos para decirnos dónde ésta el duende que robó la sagrada piedra. -Inocentemente, Cham Cham clasificó al titán como cualquier espécimen de la naturaleza.- ¡Hey, señor gigante! -gritó la jovencita, comenzando a correr en posición de cuatro como si fuese un felino para alcanzar al titan, sin sospechar el peligro que representan ésas criaturas con forma humana.-
Sapphire666 · 100+, F
*Una voz clara, varonil y gutural rompió el silencio. Al frente de ella hay un titán, uno muy enorme a comparación de las descripciones de las malas lenguas, los sobrevivientes de los terribles ataques que se han propiciado, o mejor aún, de aquellos que pelearon y de quienes perdieron a seres queridos cuando la muralla Rose fue destruída cinco años atrás.*

*A todas las referencias antes escuchadas, ninguna calza con el titán de enorme y velluda complexión. En un repentino y seco movimiento detuvo su apresurado andar, viendo al titán con increíble sorpresa. ¿Quién dijo que los titanes son malos? ¡Eran mentiras, puras e insensibles mentiras!, ése gigantesco ser siquiera tiene la intención de devorarla, o quizá por el momento. Entonces, si los titanes no son malos, ¿porqué hay muertes y guerras constantes?. Fué entonces, cuando hubo una respuesta de la infante.**


- ¡N-no, no lo es!, además he venido a matar titanes, quiero ser de la Legión del Reconocimiento, pero ahora que lo veo, eres un titán y no eres malo; no entiendo porqué pelean la Legión contra ustedes. -Bajó de su triciclo y caminó un par de pasos adelante del titán quedando a pocos metros de él, alzando su mirada y sintiéndose un poco nerviosa, sin embargo su instinto le dicta que no hay aparente peligro con la novedad del momento.- Señor titán, si lo desea, podemos ser amigos, pero debo decirles a los humanos que no hay motivo para hacer ésto, igual tu puedes hacer lo mismo con los titanes. ¿Qué opinas?
De pronto mientras cabalgaban hacia el rio, a la distancia observo como un grupo de titanes se acercaban hacia ellos corriendo velozmente. El pánico se apodero de todos, quienes inmediatamente empezaron a ver alrededor, por si es que había alguna casa o un árbol muy alto.

Absolutamente nada.

Ella por su parte no pudo evitar quedarse como idiota observando el extraño comportamiento de los titanes. No parecía que los hubiesen visto, es más, pasaban sobre algunas pequeñas casas sin tomar en cuenta la fisonomía del lugar. “Qué demonios…”

-¡LIDER HANJI!- el grito de Moblit la hizo volver en sí, el segundo al mando se encontraba mirándola furiosamente mientras gritaba quien sabe qué cosa.-…. ¡¿Hacemos?!-

-¿Qué?- alcanzo a formular justo en el instante en que los titanes pasaban corriendo al lado de ellos camino hacia la muralla María. La tierra retumbo por la fuerza que estos hacían, los caballos por suerte siguieron cabalgando a mas no poder. En cámara lenta vio el rostro sorprendido de todo su escuadrón, quienes apenas lo podían creer.
¿Los habían ignorado? ¿Por qué los ignoraban?

Y de pronto lo vio. Un enorme titán lleno de un pelaje obscuro, brazos largos, piernas largas, robusto, no parecía tener interés en nada, pues parecía que deambulaba. ¿Estaría pensando? Tenía una pose pensativa. Parecía ser inteligente… ¿Sería este el espécimen con el cual podría por fin comunicarse?

-¡CUIDADO!- el grito de Keiji la hizo despabilarse. Una enorme roca se acercaba hacia ellos, esto era de vida o muerte, venia justo a darles al centro. Espoleando a su caballo aumento la velocidad, galopando hacia la derecha. La roca dio de lleno por el flanco izquierdo, desestabilizando a los caballos causando que Nifa y Gafas cayeran estrepitosamente. Los caballos se levantaron rápidamente y huyeron hacia el bosque que estaba a unos cientos de metros delante de ellos.

-¡CHICOS!- tironeo las riendas, haciendo que su caballo frenase.

-¡Continúen!- ordenó Gafas, la chica lloraba mientras los instaba a seguir. Sentían como la sombra de la muerte estaba sobre ellos. -¡Nosotros buscaremos la forma de seguir! ¡No hay tiempo!- palabras llenas de falsa esperanza.

-¡Pero!- les miraba completamente asustada. Moblit pasó cerca de ella, dándole una palmada, así como Keiji, ambos con la mirada gacha y avanzando rápidamente hacia el bosque, el único lugar a salvo por ahora. Mordiendo sus labios movió afirmativamente su cabeza, mientras se despedía de ellos con un ademan.

-¡Mas les vale seguir vivos!- grito antes de avanzar a todo galope hacia el bosque.

El par solo asintió, era ahora cuando tenían que correr a toda velocidad, buscando refugio. Si se hubiesen quedado unos minutos más solo hubiesen sido un estorbo.

HMr1552254 · 31-35, F
♠Se acerca a su padre y lo abraza con fuerza ♠
Eso espero, Papi.

Llevaban un buen tramo recorrido, el sol pegaba intensamente, el sudor corría por la frente de sus subordinados y de ella misma. Era un recorrido de rutina, en donde, nuevamente, se encontraban viendo cuán lejos podían llegar. Moblit, Gafas, Nifa, Keiji y hasta la líder de escuadrón llevaban en sus respectivas alforjas cuadernos y lápices, todo sea para analizar el lugar al que irían. También se encontraban equipados, por si algún titán aparecía a atacarlos. Lo cual era común en el día.

-Ya hasta preferiría ver a esos horribles titanes, para así mover un poco los músculos- se quejó Gafas. Hanji sabía que era mentira, entre menos viesen a los titanes, mejor para sus soldados. Ella por su parte no se quejaba si aparecía un par.

-¿A quién quieres mentir?- Keiji se burlaba de su compañero –La única que preferiría ver un par de titanes es la Líder de escuadrón-

-Shhh- Moblit los callo como de costumbre.

Ya se encontraban de camino hacia la muralla María, con relativa calma, encontrándose con un par de titanes en el camino. Lo bueno de que fuesen un equipo pequeño era que no atraían toda la atención de los titanes sobre ellos, lo malo, es que las posibilidades de que alguien del equipo falleciese eran mucho más altas. Pero era un riesgo del que estaban acostumbrados. Las únicas aldeas que vieron se encontraban completamente destruidas, no había ninguna señal de vida y se notaba que llevaban mucho tiempo así.

Para su suerte, el sol comenzó a bajar y un suave viento comenzó a soplar, gracias a ello Hanji dedujo que ya era pasado el mediodía. Habían salido en la madrugada, para aprovechar un poco la oscuridad y el poco movimiento que había.

-Ya deberíamos estar cerca de la muralla María- informó Nifa.

-Vamos a tener que detenernos, debemos alimentar y dar de beber a los caballos. Los mapas señalan un rio a dos kilómetros y para nuestra suerte hay un poblado abandonado- señaló su segundo al mando.

-Entonces vamos hacia allá- ordenó Hanji. Fueron a todo galope hacia donde había señalado Moblit.
Sapphire666 · 100+, F
R/Off: Muy amable, daré inicio acoplándome a su personaje de SNK, espero sea de su agrado.

R/On:

*Aquel era el comienzo de un hermoso día dentro de aquella ciudad comandada por diversos distritos y fortificada por tres murallas, las cuales fueron construidas hace más de un siglo por obra de la mano del ser humano, puesto que la raza humana estuvo a punto del borde de la extinción, debido a la repentina aparición de grandes gigantes que comen gente sin razón aparente. Sin embargo, eso no parece crear miedo en aquella niña de aproximadamente 6 años, quien en un intento de valentía o quizá venganza, se aventuró en escapar de dicha ciudadela montando un pequeño triciclo viejo y oxidado. Horas antes del amanecer, logró burlar a la tropa estacionaria de la muralla, o solamente fue cuestión de "maña" para realizar su heroico escape mediante una serie de ágiles movimientos que la ayudaron a cruzar la barrera entre la ciudad y el enorme territorio, una osada y peligrosa acción. Eran aproximadamente las 12:00 am, y el radiante sol ilumina el despejado cielo azulado para esa hora del día, incluso entre las copas del denso bosque al que estaba por acercarse y llegar, ya que se hallaba a unos considerables 100 kilómetros de lejanía, entre la amurallada ciudad y el verdoso campo gracias al constante, rápido y desesperado pedaleo de ella. Indudablemente, la infante demuestra cuán emoción y afán por encontrar su principal objetivo, a su vez, los orbes de la niña observan los hermosos rayos del sol iluminar todo a su paso, sobretodo el enorme vasto campo verde rodeado de gigantescos árboles difíciles de trepar, pero nada imposible de hacerlo, o al menos así les considero esa infante.*

*Durante el osado trayecto, la niña de cándido aspecto, vira a cada instante su mirada hacia el azulado cielo y a las nubes que se desplazan al compás del viento; las copas de aquellos densos árboles se menean al ritmo danzante de éste, así como también, las verdosas hojas que se desprenden y caen con levedad al suelo. Al parecer, todo marchaba en completa tranquilidad, pero lo que ocurrió en ese instante fue lo siguiente: La infante de nombre Evelyn llevaba consigo una suave muñeca de tela que reposa entre el manubrio del triciclo y el cuadro que lo conforma, además de la mortífera daga que resguarda entre el bolsillo de su sencillo vestido. El fuerte y decidido pedaleo que ejerce con todas las fuerzas que su cuerpo le permite, pronto se vería mermado a causa del abandono de energía, y obligándola a disminuir su paso, limitando la busca de su único y peligroso objetivo: Asesinar titanes, sin poseer una previa capacitación y/o entrenamiento, o eso es lo que se cree por el momento, aún sin imaginar el repentino e inesperado giró de su actual situación.*
HMr1552254 · 31-35, F
♠La joven se acerca a su padre mirándolo con cierto aire distraído ♠
Eso espero...