« Back to Album · Next »
 
Newest First | Oldest First
Se ruborizó un poco, agradecía ser tan alto que nadie podía saber aquello, podría estar así por la sola aglomeracion de personas pero solo ella era capaz de desarmarlo con palabras, gestos y recuerdos. — Será una chica fuerte que soporte cosas grandes ... Que sobrevenga en su vida— Ahora fue él quién aplicó lo mismo y dirigió su mirada a ella para esperar su gesto.
UmiKujo · 26-30, F
Tomó asiento y de inmediato alargó los brazos para recibir a Jolyne, sentándola y conteniendo de que se lanzara sobre la deliciosa comida humeando frente a ellos. — Podemos pedir el de siempre, el que está hecho a base de caldo de cerdo. Tengo ánimo de carne, y es lo que puede llenar a Jolyne, tu hija heredó tu apetito. — Miró a Jotaro con una sonrisa maliciosa.
Llevo a ambas a uno de los puestos de ramen más vistoso de la noche, se abrió espacio con su grande cuerpo y apartó una silla para su esposa, el recinto estaba lleno pero le importaba la comodidad de ambas. Bajo a Jolyne una vez que su esposa se sentó para acomodarla sobre las piernas de ella — Creo que todos los sitios están iguales, ¿De cuál quieres?— Elevó la mirada para observar el menú; había una gran variedad con diferentes carnes y demás condimentos.
UmiKujo · 26-30, F
Casi se derritió por esa mirada cómplice. Él lo sabía, todo lo que estaba en su cabeza, todo lo que estaba recordando, y probablemente podía adivinar el efecto en su cuerpo. Con una sonrisa cariñosa abrazó el bote contra su cuerpo y así se dejó escoltar por él, caminando con su familia, disfrutando el resto de ese festival entre luces, aromas de comida y una creciente emoción en su pecho por qué pasaría al volver a casa.
— Es una buena opción— Jolyne jugueteaba con los cabellos de su padre pero a él parecía no importarle, ahora su atención se centró en la mirada de su esposa y recayó en el botecito que ella tenía en sus manos ¡Por supuesto que él asimiló lo mismo que ella pensaba!, Varios recuerdos le llegaron a su mente y le obsequió a ella esa mirada depredadora que colocaba cuando estaban bajo el placer y las travesuras en alta mar. — Ese bote deberá permanecer en la mesa de la sala...— Extendió su diestra y la afianzó alrededor de esa pequeña cintura, así la atrajo a él para seguir el camino.
UmiKujo · 26-30, F
Pasó por un puesto que vendía pequeños barcos para los niños, y eso le trajo recuerdos sobre su primer viaje juntos. Pasó los dedos por uno que se parecía al bote de su padre, uno que de jóvenes tomaban sin permiso para lograr conseguir la perfecta privacidad en aguas tranquilas mar adentro. Allí nadie podría oírla gemir y gritar, pues era imposible contener en silencio todo el placer que ese hombre podía provocar... Era como si tuviese cuatro manos, todo un misterio. Compró el bote y caminó con la mirada en él por instantes, era claro qué estaba recordando, ya que se le pusieron las mejillas rojas. - Quisiera algo de ramen... ¿Qué te parece? - Giró su rostro para verlo, y cuando sus recuerdos se encontraron con el rostro de su hombre le dirigió una mirada llena de un brillo especial.
Parecía más un vigilante en ese momento, podía soltar en momentos a Jolyne para asegurar su estadía sobre sus hombros gracias a las manos de su Stand: Star Platinum, en los últimos años su acompañante se había convertido más bien en una niñera y un potenciador de placer para su mujer, le daba vergüenza admitirlo pero era así. Por su parte dejaba que Umi y Jolyne le pidiera lo que se les antojara, aunque no exteriorizaba mucho era feliz con ellas dos.
Su mirada iba de Umi a toda la variedad que ofrecía el evento, espantaba de vez en cuando a los que miraban a su mujer con una mirada ultrajadora; que celoso era.—¿Quieres cenar, algo?—Cuestiono a su esposa mientras observaba el llavero que le fue obsequiado.
UmiKujo · 26-30, F
Él nunca perdía el toque. Podía con tan solo unas palabras y su grave tono de voz derretirla justo en su sitio. Suspiró ante el creciente calor que nacía entre sus pesadas ropas, y afortunadamente él se hizo cargo de Jolyne para que ella pudiese tomar su abanico y echar aire a su enrojecido rostro.
— Oh cielo... Estaré esperando. — Le guiñó un ojo, luego despejó su ansiosa mente. Era un momento en familia, y Jolyne no parecía tener sueño. Compró golosinas y pequeños detalles para ella, también un llavero en forma de delfín para Jotaro.
Supo de inmediato a lo que se refería su esposa, pese a que quería deslizar su mano para sujetarle un pecho o un glúteo, era demasiado celoso para esas demostraciones en plena calle, era completamente consciente de que su mujer es atractiva y que la maternidad le brindo un toque de experiencia que se veía bien, interesante y más hermosa. — Sí quieres jugar de esa forma— Acercó sus labios al oído de su mujer para susurrarle—Debes estar segura que de esa yukata no quedará ni un hilo—Aguardo al gesto de la castaña para disimular sus palabras al concentrar su atención en Jolyne, la cual tomó del obi y en un movimiento elevarla sobre sus hombros.
UmiKujo · 26-30, F
Avanzaban rápido por el festival. Jolyne tiraba de su brazo una y otra vez hacia los diferentes puestos, nunca entreteniéndose demasiado en cada uno. Ella se negaba a soltar su mano, había demasiada gente. Como pudo miró a Jotaro, luego rio. — Anímate. Luces genial, fue bastante difícil encontrar uno de tu talla. — Mientras Jolyne columpiaba de su mano mirando una tina con pequeños peces, ella aprovechó para bordear con su otra mano el cinturón de la vestimenta de su esposo. — Pero parece fácil de quitar. — Murmuró.

Add a comment...
 
Send Comment