Bebió de su whisky mientras Asura hablaba, sí, se había presentado con su verdadero nombre, desde hacía poco comenzó a hacerlo ya que había purgado ciertos malestares del pasado que se lo impedía. – Ciertamente puede ser una locura, bella Yuki, pero ¿qué sería de este mundo sin dementes como nosotros? Esto es una labor que Asura está destinado a cumplir y nosotros debemos ayudarle por el honor de la caballeresca y el afecto que se le tiene. – Se tomó una pausa para saludar a un rudo motociclista de dos metros que se acercó a saludarle. Fumó y prosiguió sus palabras acompañadas por el humo que emergía denso entre sus labios como ominoso dragón. – Quizá esta vez sea diferente, ustedes ya conocen someramente el terreno y enfrentaron a sus huestes, ya solo es cuestión de ir bien preparado incluso, para lo inesperado. - Hablaba con tal propiedad y confianza que delataba sus dotes de (...)(1/2)