UchhSsuk

¡Otou-san!

[center][code] Estaba preparada para objetar en caso de que la respuesta fuera negada. Fue lo contrario; El cálido tacto de su padre contra su frente en conjunto de sus palabras, hizo suavizar sus facciones. Las pupilas de la menor se dilataron, sus níveos pómulos se vieron coloreados por un rubor escandaloso que se extendió con dulzura. Nuevamente ese cosquilleo en su interior, revolviendo su corazón, una vez más comprobó que ése gesto si era mejor que cualquier otro. Como su mamá decía; Mejor que un beso mismo.[c=#BF6060]— Papá. . . — [/c] Logró articular, sonriendo tímida al fruncir ligeramente sus labios.
Era increíble como Sasuke Uchiha podía hacer que su ánimo cambiará tan deprisa. Sintió la necesidad de retribuir aquel gesto con algo más; Un abrazo, sí. Ocultó su mirada debajo de sus párpados, entregándose a sus impulsos. Extendió sus delgados brazos cubiertos por la tela de sus calentadores y le rodeó en cuestión de segundos negándose a separarse pronto. [c=#BF6060]— M-Mamá ...estará feliz...[/c][/code][/center]

[code] De nueva cuenta lo había hecho; Soltó sus pensamientos en dos frágiles palabras. En cuanto capturó la atención de su padre, no dudó acortar la distancia entre ambos con un par de pasos rígidos y con cierto atisbo en ellos. Encaró aquel inexpresivo semblante que él solía portar, y acotó con el entrecejo fruncido finalmente, restándole importancia a lo que él podría pensar; [i] —¿Cuánto tiempo planeas quedarte está vez, Papá?.— [/i] Sarada poseía aquella mirada endulzante, cálida y curiosa al igual que Sakura, por lo que tenía que nublarla entre sus facciones para que ésta no fuera la delatora de su sentir. [/code]

[i][c=#BF6060]Otou...san.. [/c][/i]

[c=#E50000]-Al inicio se le hacia difícil la personalidad de su padre, ya que ella sabe bien que fue adoptada, aunque con el tiempo supo que no es como se muestra, la joven pelirroja se acerco dejando un plato con Onigiris cerca de su padre.-[b]Prepare una merienda, espero que te guste, padre[/b]-.Comento con una sonrisa, mientras acomodaba una bolsa donde lleva algunas hierbas que ella hará en algunas pociones cuando regrese a casa.-[b]¿Vendrás a a casa hoy?[/b][/c]

[c=#E50073]Cuando él la elogió sintió como su corazón se aceleraba hasta apretarle el pecho, era una sensación indescriptible y que, podía jurar que nada de comparaba a eso. O al menos algo que ella hubiese vivido junto a él; que reconociese sus habilidades de ninja le alegraban completamente.

Sus labios se curvan en una sonrisa sosa y tonta sin decir nada, caminando a un costado de él. Se encontraba en las nubes flotando como un bonito globo. Pero fue reventado cuando él fijó su oscura mirada en ella.

— [b]¿Eh?[/b]— Dice sin entender lo que éste le reprochaba e incluso alcanzó percibir una pisca de molestia. ¿De qué hablaba? Y lo supo de la manera más avergonzada posible; cuando la fría brisa se coló por sus muslos desnudos hasta agitar sutilmente la blusa.
Dirigió su mirada jade hacia el inferior y notó como es que exponía sus torneadas piernas. Sus mejillas se encendieron en un rubor muy evidente que incremento, caminando por toda su cara como si hubiese cogido fiebre.

—[b]Estoo... Y-Yo..[/b] —Intentó bajarse la blusa, en un fallido intento de estirar la tela hasta un tamaño apropiado pero no era suficiente. —[b]Lo lamento. Es q-que m-mi short no me q-quedaba cuando era una niña[/b]—. Intenta articular con la voz quebrada y siente como un hueco en el estomago horada su interior. —[b] ¡N-No sé dónde está mi mochila! ¡A-Ahí tengo mi ropa![/b]—Exclama excusándose. Deteniendo con la diestra la blusa para que no se subiese más allá de lo que debería y exhibirse ante Sasuke. Simplemente reprobable y vergonzoso. Qué pena tenía, no sabía que más decir.

Pero ¿Lo que sus ojos vieron era de verdad? Creyó haber visto en la nívea piel del Uchiha un rubor, de ser así de alguna manera ese acto que acababa de ocurrir le gustó; saber que había logrado eso en él le agradaba. ¡Bah! ¿Qué tonterías piensas Sakura? Eso jamás pasó. [/c]

[c=#E50000][b]Padre, vengo a visitarte[/b]-. La joven pelirroja se acerca hasta donde se encontraba su padre, antes de acercarse mas, se quedo a una buena distancia pues no sabia su estaba o no entrenando, lo que sabe es que cuando estan en practica, lo mejor es no acercarse-le tanto para no resulta lastima accidentalmente[/c]

[c=#E50073]Observa con cierta impotencia la pelea que se ejecuta entre los dos shinobis, si es que así podía llamarse ya que era demasiado obvio quién saldría victorioso. La diferencia de poder era evidente, la pelirrosa podía percatarse de ello; Sasuke era un ninja demasiado poderoso. Tras la última guerra él se había convertido en alguien demasiado fuerte.

Aunque la joven no era muy experimentada en ciertos aspectos podía advertir lo evidente, sus ojos jade los direccionó hacia la parte posterior donde podría presentarse el hombre luego del ataque del azabache. Sabía que no era la única en darse cuenta de ello y así fue, el Uchiha de inmediato acabó con él. O casi lo ha fulminado, cuando comienza a partir. ¿Por qué lo dejó así? Giró su cuerpo, extrañada de lo que él hacía, miró al sujeto que se arrastraba en el suelo. Estaba fuera de batalla sí, pero podía seguir aún moviéndose. ¿Qué pasaba con Sasuke? No comprendía con qué fin dejaba eso a medias.

Luego le escucha proferir y eso solo logra nortearla más. Mira en diferentes direcciones ¿De quién hablaba? ¿Es que pensaba dejarla con ese tío ahí? Como le cabreaba, en verdad no planeaba ayudarla. Mordió su labio inferior hasta hacerlo sangrar de coraje. Así que tomó con sus dos manos el gran macizo rocoso sin esfuerzo, olvidándose que segundos antes no había podido. Lo levantó e intentó lanzárselo a su ex compañero del equipo siete.
Pero cayó en cuenta de qué su fuerza había vuelto. De inmediato cambia su dirección y lanza esa roca con fuerza al otro hombre, aplastando su rostro contra el suelo dejándolo inamovible y probablemente muerto. El cuerpo había incluso generado un pozo en el que quedó cubierto junto a su grito horrorizado y ahogado. En ese desplante el femenino cuerpo de Sakura volvió a tomar su figura adolescente-adulta, regresando a ella sus curvas y su tamaño de 165 centímetros, de igual forma su blusa se ajustó dejando solo tres escasas pulgadas por debajo de los glúteos. Sin notarlo corre hacia el que se alejaba y con su cabeza apuntó como si de un torpedo se tratase y golpeo la espalda del ojinegro para darle un ligero empujón.

—[b]¡Oye qué te pasa! [/b]—Grita con vehemencia —[b]¡Planeabas dejarme sola! ¡Podía morir! [/b]—Dijo sin recordar que, minutos antes ella era la que había decidido estar sola. Después de todo era mujer (?)
[/c]

[c=#E50073]Retrocedió un paso cuando ve la pose defensiva del desconocido ninja. Sus manos las guía hasta su mochila y es cuando se da cuenta que no la tiene; bufó en un cómico movimiento y una gota se deslizó por su sien.
—[b]¿Are? ¿Dónde está..[/b]—Hablaba en un suave susurro apenas audible para ella misma. La joven kunoichi no estaba muy enterada de las habilidades del ojinegro, para ella seguía siendo un misterio.
No apartó la mirada del sujeto, tendría que defenderse con sus manos desnudas y sin armas. Su ceño lo frunció podría optar por ser un escudo y después sanarse a sí misma, no le importaba hacerlo.

Escucha el relámpago resonar y no puede evitar elevar la vista hacia el azabache con curiosidad, era un sonido nostálgico que no solo le traía buenos recuerdos; también los malos. Específicamente cuando quiso matarla y cuando atacó a Naruto infinidad de veces, intentó no prestar mucha atención a esas cosas pues estaban en medio de una riña. Dirigió sus ojos jade nuevamente al sujeto para ver su reacción y percibe el elemento que estará a punto de usar, ella no era maestra en esa clase de cosas. No destacaba por el control de algún elemento, pero había estado entrenado después de activar el sello centenar. Tampoco portaba un Kekkei Genkkai, después de todo no venia de un prestigioso clan, eso debía bien saberlo el enemigo.

Opta por solo cubrirse con ambas manos el rostro, si tuviese que enfrentar heridas profundas lo haría. ¿Que podía hacer una joven en esas situaciones? Bueno, seguramente un poco más que una niña.

Espera el ataque pero ve que nada le ha inyectado la piel, así que baja un poco sus brazos para observar y nota como ha sido cubierta por la energía del Uchiha, le mira con cierto cariño y agradecimiento; si en algún momento se sintió molesta con él todo se había disipado ahora.
Pero solo movió la cabeza asintiendo como un agradecimiento. Sabía lo que diría si ella prestaba atención a algo qué tal vez para él era tan nimio.
[i]"Enfócate en el enemigo"[/i]
Así que no hizo ademán de perderlo de vista.

Tomó entre sus manos un gran macizo rocoso dispuesta a lanzarlo y usarlo como plataforma para elevarse a los cielos pero cuando intentó levantarlo sorpresivamente le pesó mucho, era como si la fuerza de humano estuviera nuevamente con ella.—[b]Eh..[/b]—se preocupó en demasía pero no quería que el hombre lo notase.
¿Que haría ahora? Creyó qué tal vez era una broma jugada por su mente, así que intentó partir el gran trozo de roca con su mano tal como había destruido el claro, pero al golpear se lastimó los nudillos y un abrasador fuego le irritó todo su escualido brazo. Parpadeo súbitas veces. No quiso preocupar al Uchiha así que fingió que solo estaba estudiando el relieve del lugar.

Una risa burlesca comenzó a sonar en el lugar; era el shinobi que de manera impetuosa reía en demasía. Como si algo grave y demencial pasará por su cabeza.[/c]
[b][i]"—¿Que pasa enana? ¿Ya perdiste tu fuerza?"[/i][/b]

[c=#E50073]Hizo el comentario que la pelirrosa no esperaba decir al menos hasta que agotara su energía pero él lo hizo de manera irresponsable y sintió molestia e impotencia.
Apretó sus manos sintiéndose realmente tonta.
—[b]¡Cállate, cállate, cállate, cállate![/b]—Le gritaba en ese tono aniñado y llorón. Se estaba enfrentando a un nuevo tipo de rival en el que, no tenía poder para defenderse.[/c]

[c=#E50073]Hace un puchero cuando es llamada “mocosa”. Sin entender porqué ella tendría que ser una ninja que gusten de capturar y sobre todo matar. No es cómo si hubiese ganado mala fama entre la gente y Sasuke no podía ser la razón, apenas tenían poco tiempo de comenzar su viaje. Tampoco podía ser descartada la opción y eso le inquietaba. ¿Qué pasaría si ella continuara viajando con él? Esa era el segundo de los muchos ataques. Y en este casi perdía la vida.

Pero no se muestra débil ante ello, sigue dispuesta a atacar en cualquier momento, pero observa de reojo al Uchiha el cual también estaba dispuesto a lanzarse y a aventurarse en una batalla. No quería que él interfiriera pues de alguna manera la que deseaba destrozar a ese sujeto era ella. Pero de no ser por el azabache la kunoichi ya estaría muerta, no se sintió con el valor de exigirle. Así que solo centró la mirada en el desconocido.

— [b]¡Cierra la boca yo no te hice nada! [/b]—Exclama efusiva. Sus mejillas se encienden de rabia y cómo siempre no puede medir su temperamento y con el puño desnudo golpea lo primero que tiene cerca (no, obviamente jamás sería Sasuke), el suelo es destrozado por la fuerza centenar de la Haruno. Colapsa todo el claro hasta derribar la mayoría de los árboles y estos ceden a la destrucción masiva que es propagada por las ondas de un choque de su energía

Cuando es capaz de captar lo que ha hecho por culpa de su furia se siente apenada y sus mejillas se encienden en un pintoresco color carmín; incluso en un momento mortal siente pena frente al ojinegro. Pero no pierde de vista al shinobi, el cual se había impulsado hacia los aires cubriéndose el rostro de los restos de la imprevista roca que salió disparada en todas direcciones en grandes sedimentos. Ella había generado un improvisado campo de batalla.[/c]