Frío, severo, antipático y orgulloso.
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S1532082 · F
Hace un puchero cuando es llamada “mocosa”. Sin entender porqué ella tendría que ser una ninja que gusten de capturar y sobre todo matar. No es cómo si hubiese ganado mala fama entre la gente y Sasuke no podía ser la razón, apenas tenían poco tiempo de comenzar su viaje. Tampoco podía ser descartada la opción y eso le inquietaba. ¿Qué pasaría si ella continuara viajando con él? Esa era el segundo de los muchos ataques. Y en este casi perdía la vida.
Pero no se muestra débil ante ello, sigue dispuesta a atacar en cualquier momento, pero observa de reojo al Uchiha el cual también estaba dispuesto a lanzarse y a aventurarse en una batalla. No quería que él interfiriera pues de alguna manera la que deseaba destrozar a ese sujeto era ella. Pero de no ser por el azabache la kunoichi ya estaría muerta, no se sintió con el valor de exigirle. Así que solo centró la mirada en el desconocido.
— ¡Cierra la boca yo no te hice nada! —Exclama efusiva. Sus mejillas se encienden de rabia y cómo siempre no puede medir su temperamento y con el puño desnudo golpea lo primero que tiene cerca (no, obviamente jamás sería Sasuke), el suelo es destrozado por la fuerza centenar de la Haruno. Colapsa todo el claro hasta derribar la mayoría de los árboles y estos ceden a la destrucción masiva que es propagada por las ondas de un choque de su energía
Cuando es capaz de captar lo que ha hecho por culpa de su furia se siente apenada y sus mejillas se encienden en un pintoresco color carmín; incluso en un momento mortal siente pena frente al ojinegro. Pero no pierde de vista al shinobi, el cual se había impulsado hacia los aires cubriéndose el rostro de los restos de la imprevista roca que salió disparada en todas direcciones en grandes sedimentos. Ella había generado un improvisado campo de batalla.
Pero no se muestra débil ante ello, sigue dispuesta a atacar en cualquier momento, pero observa de reojo al Uchiha el cual también estaba dispuesto a lanzarse y a aventurarse en una batalla. No quería que él interfiriera pues de alguna manera la que deseaba destrozar a ese sujeto era ella. Pero de no ser por el azabache la kunoichi ya estaría muerta, no se sintió con el valor de exigirle. Así que solo centró la mirada en el desconocido.
— ¡Cierra la boca yo no te hice nada! —Exclama efusiva. Sus mejillas se encienden de rabia y cómo siempre no puede medir su temperamento y con el puño desnudo golpea lo primero que tiene cerca (no, obviamente jamás sería Sasuke), el suelo es destrozado por la fuerza centenar de la Haruno. Colapsa todo el claro hasta derribar la mayoría de los árboles y estos ceden a la destrucción masiva que es propagada por las ondas de un choque de su energía
Cuando es capaz de captar lo que ha hecho por culpa de su furia se siente apenada y sus mejillas se encienden en un pintoresco color carmín; incluso en un momento mortal siente pena frente al ojinegro. Pero no pierde de vista al shinobi, el cual se había impulsado hacia los aires cubriéndose el rostro de los restos de la imprevista roca que salió disparada en todas direcciones en grandes sedimentos. Ella había generado un improvisado campo de batalla.