─Apartándose de todo aquel que podría interrumpirla susurro el nombre de un Errante, que colocándose de rodillas sujeto la mano de su dueña pero no fue necesario emitir alguna orden este con solo mirar sus ojos entendió y fue en busca de aquel hombre en forma de mariposa para darle el mensaje correspondiente.─
Dulce música para sus oídos es un demonio, ama los insultos son a el golosinas dependiendo del grado de la agresividad con que se digan por lo que no se inmuta al contrario solo ríe estrepitosamente. ─Ya niña ta va a hacer mal enojarte mejor avisa que Viviana se quedara conmigo. ─ Ignorando a la mariposa solo decidió irse a aquella habitación, nadie la estrañaria, mucho menos necesitaría después de todo su cuerpo estaba herido por un monstruo que seguramente ni arrepentimiento sentiría. ─ ¿Ah si? se me olvidaba pequeña escorpión quemare esta mariposa no quiere intrusos no deseados.─
Sus asuntos ¡SU MADRE ES SU ASUNTO! Enserio aquel hombre la estaba sacando de sus casillas, sentía la burla en sus palabras cual víbora venenosa; siendo que sujeto uno de sus propios brazos buscando conectarse directamente con ella pero estos intentos eran en vano, era como darse con una pared de lleno y su cabeza ya le empezaba a doler. ─ 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐝𝐢́𝐬𝐢𝐦𝐨 𝐡𝐢𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐭𝐮𝐲𝐚 𝐧𝐢 𝐥𝐨 𝐬𝐞𝐫𝐚.─
La mariposa batió sus alas con fuerza por el enfado de la joven, ahora se las estaba dando de pavito por estar en sus dominios, lo sabia, incluso el. Lo que si era extraño era el hecho de que no deseara volver es decir ¿se quedaría su madre en ese lugar? ¿¡Que había pasado!? ya sus nervios estaban de punta.
─ No puedo regresar algo que no quiere volver.─ Respondió sintiendo como le drenaban algunas almas, mas no las necesarias para que se debilitara por completo; espanto la mariposa para que se fuera a posar en otro hombro mientras el miraba de reojo la habitación en donde se encontraba lo solicitado pero como comento no deseaba regresar y le no recibía ordenes de su hija por lo obligado no estaba.
Dirigiéndose a la mariposa alzo la voz. ─Mejor encárgate de tus asuntos yo me encargo de ella ahora es mía.─
─ 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐦𝐞𝐥𝐚 𝐭𝐫𝐚́𝐞𝐥𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨.─ Su voz distorsionada se escuchaba a través de aquel errante, transmitiendo cual era su deseo robando sus almas para que se debilitara haciendo que entendiera que no estaba jugando.
No podía ir a donde el se encontraba pero si podía poder todo cabeza abajo si eso era lo que deseaba, caminaba por los pasillos de su hogar hasta llegar a uno de las habitaciones recostando su cuerpo a penas de la pared.
Sacha quien estaba acomodando diversos artículos fue interrumpido por el sonido de las alas de una mariposa, al divisarle estuvo a punto de matarle si no por el tan singular aroma que emanaba de ella; espero que se posara sobre su hombro cual demonio al susurrar. ─ Es mejor que me digas que deseas, tiempo es lo que menos me sobra en este momento. ─
