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L1580236 · 26-30, F
Cuando las manos de Fia sujetaron sus mejillas, Lemuen busco apartar la mirada, sollozó y quebrandose se abrazó a su amada liberi, su refugio. — Se que Remi deseaba eso...pude sentirlo, escuché todo y...— Llevó sus manos a la espalda de Fiammetta hundiendo sus dedos en la tela de su ropa, apoyando su cabeza en su hombro manchando el mismo de sus lágrimas. — Siento que nos ha traicionado pero me siento peor porque se que si me lo pide, voy a perdonarla. Dios Fi... seguramente soy una estúpida por pensar eso ahora. — como si Helel simplemente fuera a aceptar su error o a pedir perdón, que ingenua se sentía.
F1582205 · F
Esa era la primera vez que miraba a Lemuen tan... derrotada y abatida. Al principio, la liberi no podía creer lo que estaba escuchando. Seguramente había escuchado mal... si ese fuera el caso, ¿entonces por qué Lemuen se estaba rompiendo ante sus ojos?
Sintiéndose ausente, avanzó hasta colocarse frente a Lemuen para tomarla por las mejillas. Con aparente calma, limpió las lagrimas que caían en su bello rostro con los pulgares. Sabía que esa noticia era devastadora, y que tenía muchas cosas que esclarecer sobre Remi, más en ese momento, todo en lo que podía pensar el fénix era en aliviar el dolor de su amado ángel. Quizá, de esa menera, podría ignorar sus propios sentimientos que amenazaban con emerger de la peor manera posible.
—¿Cómo está Remi? ¿Has hablado con ella? Es prácticamente una niña, maldita sea Helel...— dijo con desprecio, a la vez que desviaba la mirada.
Sintiéndose ausente, avanzó hasta colocarse frente a Lemuen para tomarla por las mejillas. Con aparente calma, limpió las lagrimas que caían en su bello rostro con los pulgares. Sabía que esa noticia era devastadora, y que tenía muchas cosas que esclarecer sobre Remi, más en ese momento, todo en lo que podía pensar el fénix era en aliviar el dolor de su amado ángel. Quizá, de esa menera, podría ignorar sus propios sentimientos que amenazaban con emerger de la peor manera posible.
—¿Cómo está Remi? ¿Has hablado con ella? Es prácticamente una niña, maldita sea Helel...— dijo con desprecio, a la vez que desviaba la mirada.
L1580236 · 26-30, F
Era inevitable y podía sentir la frustración de Fia por seguir sin una respuesta clara. Lemuen respiro profundo, se dió media vuelta para mirar de frente a su amada liberi y resignada dejó caer sus brazos a cada costado con pesadez.
— La otra noche descubrí que Mosti...no, Helel, se acostó con mi hermana. — había llegado en el momento indicado para descubrir su infidelidad.
— Desconozco si te ha dicho algo al respecto. Sabía que Remuel sentía algo por ella, pero jamás imaginé que llegaría a suceder algo así...confíe en Helel...jamás imaginé que haría algo como eso.— sentía poco a poco como aquella fuerza que trataba de aparentar frente a Fiammetta se desmoronaba, el dolor en su pecho acrecentó hasta que lentamente las lágrimas comenzaron a brotar siendo incapaz de contenerse. —
— La otra noche descubrí que Mosti...no, Helel, se acostó con mi hermana. — había llegado en el momento indicado para descubrir su infidelidad.
— Desconozco si te ha dicho algo al respecto. Sabía que Remuel sentía algo por ella, pero jamás imaginé que llegaría a suceder algo así...confíe en Helel...jamás imaginé que haría algo como eso.— sentía poco a poco como aquella fuerza que trataba de aparentar frente a Fiammetta se desmoronaba, el dolor en su pecho acrecentó hasta que lentamente las lágrimas comenzaron a brotar siendo incapaz de contenerse. —
F1582205 · F
Una presión desagradable se fue formando en su estómago al notar el extraño comportamiento de Lemuen. Tenía un mal presentimiento.
—Lemuen, habla y sácalo de tu pecho— cerró la puerta detrás de ella al recargarse sobre ésta. Diversos escenarios fatalistas recorrían su mente, una y otra vez; estar en ascuas la estaba matando. Sentía su corazón latir aprisa.
—Sabes que puedes contarme lo que sea. Quedará entre las dos— reafirmó con aparente calma.
—Lemuen, habla y sácalo de tu pecho— cerró la puerta detrás de ella al recargarse sobre ésta. Diversos escenarios fatalistas recorrían su mente, una y otra vez; estar en ascuas la estaba matando. Sentía su corazón latir aprisa.
—Sabes que puedes contarme lo que sea. Quedará entre las dos— reafirmó con aparente calma.
L1580236 · 26-30, F
Al ver a Fia sintió una fuerte punzada en su corazón. ¿Cómo podía decirle lo que había descubierto?...¿Cómo explicarle que días atrás había tenido una charla dura con Helel en la que aceptaba descaradamente haberse acostado con su hermana. Lemuen respiró, sonrió con debilidad y asintió. — Vamos...— se adelantó, no esperó mucho pues ansiaba sacar todo eso que tenía en su pecho.
— Lamento hacerte venir tan tarde pero no podía esperar más. — añadió mientras caminaba, adelantándose un poco, no quería que su amada liberi viera su expresión.
— Lamento hacerte venir tan tarde pero no podía esperar más. — añadió mientras caminaba, adelantándose un poco, no quería que su amada liberi viera su expresión.
F1582205 · F
No demoró en notar las ojeras debajo de los ojos de Lemuen. ¿Acaso había trasnochado? Sin tener certeza del motivo por el que le pidió venir, sabía ya de antemano que probablemente habrían malas noticias.
—Vine tan rápido como pude, Andoain me hizo el favor de terminar mis formularios— ni siquiera tuvo tiempo de cambiarse de ropa. —Es algo tarde para charlar fuera con un café. ¿Vamos a tu habitación?
—Vine tan rápido como pude, Andoain me hizo el favor de terminar mis formularios— ni siquiera tuvo tiempo de cambiarse de ropa. —Es algo tarde para charlar fuera con un café. ¿Vamos a tu habitación?
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