(...) ingiriendo comida, y que no resistió su propio puñetazo… escupió el trozo de carne y los añadidos hacia la cara de su cita.

Así fue, como la chica se marchó sin volver a verla, y el joven japonés quedó en ridículo en la mesa, con las cosas regurgitadas desde sus interiores, a la mesa, sólo por hacerse el chistoso.

Incluso hace mucho antes de que él perdiese el habla por la eternidad, gustaba mucho tanto del humor local como del internacional. Uno de esos comediantes que admira y que siempre le causaba risa por las muecas y sus expresiones corporales, es un tal “Passion Yara”, que es un cómico nipón que en sus rutinas aplicaba golpearse el pecho con mucha fuerza y aparente enojo, mientras hacía rostros extraños en el proceso. A Kenryuu le agradaba mucho, incluso, él mismo lo hacía a solas, imitando a su ídolo.

Mas, no fue una vez que, en sus primeras citas, había acordado con una chica a cenar, donde Ken sugirió la idea, pues ya desde temprano tenía adquirido el gusto por la comida. Tras dicho encuentro, a medida que la comida y la conversación se hacían parte de la noche… no se le ocurrió nada mejor que, para hacer reír a la joven, hizo un semblante gracioso, y con la fuerza de su empuñada derecha, se golpeó ferozmente en su propio pecho… tomando el hecho de que aún estaba (...)