- Asintió. Lo único que le hacía tener los pies sobre la tierra era el apoyo de Arslan. Aprovechó para darle un fuerte beso sobre sus labios, rápido y tronado, después cargó a tres niños a la ves y salió de ese sitio, pasando encima de cuerpos todavía tibios. Se topó al que había comprado al escudo, ni siquiera le había ayudado para defenderse, así que echó a un niño a su espalda y con su mano libre cargó el objeto. Nualla y Lysander corrían junto con Williams y su hijo Charles directo a donde había dejado el túnel oculto. Hizo un elevador de piedra y los llevó a la Colmena, en donde las hermanas tendrían el triple de trabajo, pero era una oportunidad, una que aquellos niños no habían tenido. -

-Arslan ayudaba en lo que podia, tambien tomando a uno de los niños mas pequeños que habia, pero se queda en blanco al escuchar lo que habia pasado con dos de aus chivos. Tenia ganas de llorar y gritar, pero entendia perfectamente que no era el momento para eso. A pesar de que una lagrima logra escapar por su ojo derecho traga en seco, llendo a donde Leo estaba con aquel chico en brazos, viendole notandosele profundamente dolido- Nos encargaremos de el luego... ahora debemos asegurar a los chicos... si?... -su labio inferior temblaba, necesitaba sacar a los niños de aquel infierno y el mismo salir-

- El hombre corrió alrededor de las jaulas. Nualla de inmediato cargó a dos niños y se los pasó a Lysander. Cuando vio a las "mascotas" en shock, se paró derecha, luego habló fuerte. - "Tenemos un hogar para todos. Ayúdenos, y los protegeremos". - Esa voz autoritaria le causó escalofríos, toda una líder. Las mascotas asintieron y sin dejar pasar la oportunidad cargaron a los niños pequeños. Leo sólo encontró a uno de los niños de los tres perdidos. Leo le cargó y lo revisó. - ¿Dónde están los otros dos? - Las pupilas del niño se humedecieron, luego se aferró al caballero. - "No quisieron comprarlos... muy feos. Se divirtieron matándolos. " -El hombre había encontrado a Charles más detrás, luego gritó. - "Tenemos que salir de aquí, el alcalde sigue vivo, todavía tiene hombres. " - Leo buscó a Arslan con la vista. - Vayamos a la colmena. Nos reagruparemos... Y lo desollaré vivo.

-esta pregunta haciendose a las "mascotas" que tambien estaban en shock por la escena, se notaba en sus miradas que no sabian si correr o ayudar, Arslan suspirando aliviado al ver que Nualla y Lysander era quienes se acercaban a ellos junto a alguien quien presumía era el hombre del cual la princesa hablaba que su hijo tambiénhabia desaparecido-

Uh? -le mira algo confundido cuando se disculpa, no sabiendo si preguntar o no cuando siente la fuerte pisada en el suelo y ve como aquellos hombres son atravesados por las puas de piedra, sus ojos abriendose de horror por un momento por la escena, escondiendose detras de Leo y asintiendo- E-Esta bien! -ya aquella cadena en su cuello le molestaba, gruñendo y apretandola con su mano, esta pronto deshaciendose en lo que iba a por los niños en jaulas. Revisa uno por uno en lo que su pareja se encargaba de proteger la entrada, yendo hasta cada uno de los candados para recitar un hechizo en estos- ꒒ꀤꆰꀎꍟꌗꉓꀤꂵꀎꌗ -mas pronto que tarde cada una de las cerraduras derritiendose como acero calentado hasta su punto de colapso, los niños pudiendo finalmente ser libres, aunque la mayoría no tenian siquiera fuerzas para levantarse- Leo, me parece que varios niños los tendremos que cargar afuera. Ustedes! Pueden ayudar?(...)

- Negó con suavidad. - Lo siento. - Dijo, sin molestarse en murmurar, con los ojos llenos de lamento. No podía soportarlo, iba a actuar, y estaba disculpándose por el posible resultado. Pisó fuerte en el suelo, la cama de piedra estallando en una gran púa de piedra para cada imbécil, clavándolos en ella por el estómago. Los quejidos de dolor llenaron la habitación, un guardia gritó y escuchó cientos de pasos acercarse. Ocultó a Arslan detrás de él. - Revisa a los niños, ve si puedes liberarlos ... - Sacó su espada, preparándose para los soldados... pero ninguno llegó. Por las escaleras bajaron Nualla, Lysander, y un hombre rubio de bigote, pálido y lloroso, buscando. - "¡Charles! ¿Estás aquí?" - Los propios guardias del hombre estaban defendiéndolos. -

-el brujo estaba pálido, amenazando con desmayarse en cualquier momento pero aun manteniendose lo mas fuerte que podia. Sabia, bueno, se imaginaba lo que pasaba en aquella mesa, mordiendose el labio inferior y sujetandose con fuerza del brazo de Leo. Sabia que varias miradas estaban sobre el y por muchas ganas que tenia de cubrirse y salir de ahi corriendo no podia, debia observar la horrible escena que se presenciaba frente a sus ojos-

- Clavó los talones en el suelo, reprimiendose de ir a revisar los signos vitales de los niños. Algunos ni siquiera se movían, otros escapaban de la luz. Sacaron a uno que no conocía, tan débil como para protestar y le encadenaron a la mesa. Las personas se aproximaron a verlo de cerca. - "Bien, señores, lo mismo de siempre. Subasta empieza en cien piezas de oro. Si no se vende... Ya sabemos el procedimiento. Que empiecen los cinco minutos de explotación." - Sintio náuseas. Ahora comprendía que pasaba en esa mesa. Los hombres ahora revisaban los dientes del niño, los músculos. -

-Arslan estaba tenso incluso desde antes, aquellos guardias poniendole bastante nervioso. La ultima vez que habia estado cerca de ellos habia sido encerrado en una carcel que no pudo contenerle. Lo unico que le salvaba es que por la condición por la que pasaba, no levantaria sospechas al estar nervioso sino al contrario, sería raro que no lo estuviera. Ahora sabia que no podia ni siquiera susurrar sin ser escuchado, mordiendose el labio inferior cuando llegan abajo, su nariz aún era bastante sensible y el olor era nauseabundo, cosa que le hace recostarse contra Leo y cerrar los ojos intentando concentrarse en su objetivo, solo abriendo los ojos para ver a aquellos niños en jaulas, su corazon apretandose ante tal vision-