-cusndo finalmente estaban solos logra sacar el caldero del collar, destapandolo y poniendolo frente al mayor, escribiendo las necesarias palabras en el suelo y el caldero para que este funcionara correctamente- Puedes ver ahora con esto, no quiero ni imaginarme que rayos debe haber pasado pero una cosa es cierta... fue grave -se notaba su nerviosismo a pesar de que tratara de ocultarlo-

- Dentro de la colmena tomó la primera habitación vacía que encontró. Cerró la entrada con piedra y se sentó en el suelo frente a el, esperando poder ver el Caldero. - Esto debe mostrarnos que sucedió. En la dirección donde pasó solo existe mar hasta llegar a mi viejo reino. ¿Sabes lo lejos que está eso...? Para alcanzar a ver algo debió haber sido... enorme.

-en cuanto le hace aquella pregunta le toma un poco poder procesarla, retirandose del cuello el collar que le habia dado Leo cuando se conocieron, mostrandoselo al dragón- A-Aqui esta! -logra decirle, habia encontrado la forma de guardar el caldero en el collar de forma segura junto con el resto de los instrumentos que ya estaban dentro de este-

- Negó con su cabeza, tampoco lo sabía. Algunas personas salieron de sus casas para ver que ocurría, pero su instinto les llevó de vuelta para ocultarse. Reaccionó, luego se dirigió a una de las varias entradas que había hecho a la colmena. El viento fue bajando su intensidad hasta retomar su normalidad, las nubes disipandose y el rayo apenas visible se desvaneció en la lejanía. - El Caldero, ¿Donde está?

-Arslan comenzaba a entrar en panico, no tenia idea lo que ocurria, lo unico que sabia era que si no fuera porque Leo le cargaba no se pudiera mover del lugar. Cierra los ojos, no llegando a ver el rayo de luz pero si el fuerte tronar que llega luego, teniendo que cubrir sus sensibles orejas para que no se dañen sus timpanos. Pero el sonido no era su principal preocupacion en ese instante, sino la cantidad de magia que sentía habia en el aire, finalmente abriendo sus ojos y aferrandose a las ropas de Leopold con fuerza- Leo... que-que es eso?...

liberado, e incluso él tan poco sensible a la magia pudo sentir que la misma esencia de esa energía también era lo que podía sentir dentro del caldero. -

- La vibración aumentaba, crecía gradualmente. Después de un par de minutos el agua empezó a reflejar ondas, los cristales de las ventanas a temblar. La luz del cielo empezó a disminuir por culpa de algunas nubes que repentimanete habían sido impulsadas encima del puerto, como si el viento a esas alturas fuese muy rápido. Se alejó del agua con Arslan en brazos, dirigiéndose trotando a la entrada de la colmena, cuando sucedió.

Muy a lo lejos, tal vez a una distancia increíblemente lejana, un rayo de luz azul cruzó verticalmente hacia los cielos. El sonido más lento que la luz llegó despues, y como si la más fuerte de las tormentas se hubiera desatado tronó. El sonido fue acompañado por una fuerte ventisca, que lanzó objetos por todas partes. La colmena no estaba lejos, pero sus piernas no podían moverse. No cuando se percató que en esa dirección, a kilómetros de aguas de distancia, se encontraba su viejo reino, al que algo le estaba sucediendo. Un derroche increíble de magia se habí

-el tambien estuvo pensativo hasta que fue tomado con mas fuerza de la cintura y cargado de su asiento, apoyandose en el pecho de leo y negando con la cabeza viendo a todos lados- No... no sentí nada, por que? Escuchaste o viste algo? -pregunta, comenzando a alarmarse ya que Leo no solia hacer aquello-

- No era lo único que quería discutir con Nualla. Cada vez la veía menos, desde que le entregó el escudo de su madre parecía haber adoptado una nueva convicción, más metas. El pueblo podría convertirse en una ciudad muy pronto, el ejemplo de muchas que Nualla podría conquistar. Algo lo sacó de sus pensamientos. Sus pies descalzos para el trabajo sintieron una muy efímera vibración en el suelo, algo que los humanos corrientes no podrían notar. Le abrazo por la cintura y se puso de pie, cargandolo.- ¿Sentiste eso?

-Deja salir una leve risa en el momento en que besa su nariz, moviendo un poco esta y asintiendo a lo que dice sobre el lugar colorido, llevandose las patas a las mejillas en cuanto menciona la diferencia de alturas y ve el guiño de su pareja- Si... yo tambien lo he notado. Deben preguntarse el "cómo", se nos nota demasiado que tenemos intimidad de forma regular -saca la punta de su lengua algo divertido, escuchando luego lo siguiente que Leo tenía que decir- Si... definitivamente mereces un pago por tu trabajo, ambos lo hacemos, antes la situacion estaba peor pero la colmena ya creció y se expandió y no son solo nuestros niños aqui, sino los de los nobles.