- Apretó sus labios. Si por él fuera, se transformaría y arrasaría con él lugar... Pero ¿Sería bueno eso para ellos, para Nualla? Tenían un hogar ahí, construído con esfuerzo. Matar a tantas personas en ese lugar ... Los objetos terminaron de ser subastados. Un hombre obeso se quedó con el escudo de la Princesa, un hombre que trató de memorizar para después. La gente se retiró rápidamente, como si la subasta se hubiese terminado. Los que iban con "acompañantes especiales", entraron por un pasillo. De inmediato los siguió. -

-se mantuvo en silencio durante toda la subasta, quedandose de pie al lado de Leo en todo momento, sus ojos abriendose al escuchar de aquel escudo. Mira a su pareja de reojo, susurrandole en respuesta- Estas seguro Leo? -parecia que lo fuera, y tambien sabía que la forma en la que se reian todos molestaba al caballero, pegandose un poco mas a el dandole una suave palmada en el brazo- Tenemos que hacer algo... todo esto está mal

- Acarició el cabello de Arslan. Iba a hacerle otra pregunta, pero un hombre subió a un pequeño escenario al fondo, con una máscara. . - "¡Bienvenidos, colegas! Iniciaremos la sesión de hoy. Empezaremos con estas bellezas... " - Primero la subasta inició con objetos. Cuadros, esculturas... Llegó el momento donde un gran escudo plateado llegó a la subasta. - "A continuación, el famoso escudo de la Princesa Sybilla. Se dice que atacaba y defendía con él. Tal vez debió haberlo mantenido cerca cuando la degolló su consorte." - La risa llenó la sala. En su puño, la cadena rechinó cuando la apretó con todas sus fuerzas. - Ese escudo es genuino. - Murmuró para si mismo. -

Estás loco Leo? -pregunta susurrando en cuanto escucha lo que le dice, aunque le entendía, a el tambien le dolía ver a aquellos niños que habian pasado ya por demasiado a su corta edad. Ya la tenian dificil para salir ellos, ni hablar de el resto de aquellos chicos. Debia pensar en un plan o si no no habia forma de que escaparan- Bien... pero debemos pensar en un plan, no podemos hacerlo sin organizarnos. -habia traído un par de "bombas" de humo por si debian escapar de forma apresurada, podrian usarlas para llevarse a los niños-

- Trago saliva con dificultad al ver la edad increíblemente joven de aquellos niños junto a sus amos, pero no reconoció a ninguno. Aunque estaban en su mayoría bien alimentados, la mirada ausente en sus ojos le hizo ver la realidad. Abrazo a Arslan hacia si. - Cambio de planes: nos los llevaremos a todos. - Era una locura, habría más enemigos de los que hubiesen imaginado, pero nunca había sido un hombre listo, solo uno impulsivo y emocional. -

-A Arslan se le notaba nervioso, especialmente cuando aquel hombre juega con su cadena pero tratando de mantenerse lo mas calmado posible, pegandose al cuerpo de Leo al momento en que este tira de su cadena, apoyandose en su pecho y reposando la cabeza contra este- ... -les mira a todos, pronto dandose cuenta de que en verdad era la subasta, dando un leve pellizco en el brazo de "su amo" para hacerle notar que tambien se habia dado cuenta. Habia mucha gente, mas de las que esperaba y todos con mascaras y bebidas, alguno que otro con chicos igual que el encadenados aunque estos tambien tenían las manos atadas-

- Apenas dentro de la habitación, dos hombres ocultos tras las puertas la cerraron. Uno de ellos tomó la cadena de Arslan y jugó con ella. - "¿Un presente?" - Cerró sus dedos en torno a la cadena y tiró de Arslan hacia sí, colocándole una pesada mano en su hombro. - Vengo a buscar un cambio más... joven. Pero primero veré la mercancía, sigue siendo mío. - Los hombres en capas negras asintieron. Se colocaron un par de máscaras y le pasaron una a él. Se la colocó, y le guiaron por algunos escalones. Empezaron a escuchar murmullos, otras personas en máscara paseando con bebidas... Mierda, si era la subasta. -

-no podia creerse las cosas que se le estaban ocurriendo a Leo en ese momento, no habiendose dado cuenta antes del aspecto que debia de tener a los ojos de su pareja, aquello solo causando que un oscuro sonrojo se asentara sobre sus pálidas mejillas- No tienes remedio... pero si, te lo recordaré -esboza una leve sonrisa al mayor, poniendose en pie en posicion de "firme" al sentir la puerta abrirse, bajando un poco la mirada para no hacer cintacto visual con nadie tratando de lucir lo mas sumiso posible. Sabia que debia seguir a Leo en todo momento y no hablar a menos que se le pidiera-

Tranquilo, tiene que estar bien. - Caminó hacia la entrada del lugar vistiendo su armadura, pero con la precaución de cubrirla con una larga capa negra. Traía en su mano la cadena en torno a su cuello, permitiéndose espiar de reojo el cómo se veía Arslan en ese aspecto. - Oye, eso no te va tan mal. Recuérdame pedirte que me recuerdes este momento después. - Le guiñó un ojo. Detuvo sus pasos cuando la puerta rechinó al abrirse, mostrando un hombre en la entrada, indicándole que se acercara. - "Señor, está a tiempo... Venga~"

-El plan era bastante simple aunque todos los que estaban en este debian de hacer su papel a la perfeccion. Los señuelos: Leo y Arslan, este último en su forma humana portando un collar en el cuello, tan poca ropa como le fuera posible y caminando detras del dragón en todo momento. Pretenderian que estaban en el lugar para realizar un intercambio y pagar la diferencia por este- Estas seguro de que saldrá todo bien?... -pregunta el brujo estando algo nervioso y con razones para estarlo-