-sonríe un poco cuando ve que puede normalizar su respiracion, palmeando sus pectorales un par de veces- Mejor? -pero mira hacia abajo cuando el contrario hace lo mismo, el pudiendo sentir la magia del lugar, pero no teniendo idea deque estaban parados frente a una superficie fina- Uh? -el que le tomara por la cintra fue mas que una sorpresa, mucho mas cuando es echado sobre el hombro de aquel hombre, aunque realmente no pesaba nada y era bastante facil el manejarlo por su corta estatura- Esta muy alto desde aqui! -abre los ojos ampliamente, las garras de sus patas recogiendose y su cuerpo tensandose un poco hasta que le escucha hablar, tomandole un poco para relajarse y resignarse a ser cargado de aquella forma. Se frota ambas mejillas con las manos ya que se habian vuelto a calentar y colorar- Bien, vamos. Pero sostenme fuerte eh? No quiero caerme. -comenta manteniendo su cola en alto y sujetandose de las ropas ajenas por la parte de la espalda-

- Tardó un poco en normalizar su respiración, para ello apoyó sus manos en sus hombros y se relajó un poco. Cuando pudo calmarse, se percató de algo bajo sus pies. La tierra bajo sus pies era delgada, tal vez tan sólo de un medio metro de grosor. Tomó a su acompañante por la cintura y echó su cuerpo sobre su hombro. - Sir Arslan, hay un espacio amplio y abierto bajo nosotros. Voy a romper el suelo para bajar, ¿Estás listo?

-a pesar de que trataba de arle conversacion, pronto se rinde ya que era mas que claro que el dragón estaba en un total trance en ese momento, pero lucía como si supiera a done debía ir por lo qe ni siquiera por un segundo cuestiona el camino que estaban tomando. La presion en el aire iba aumentando a medida que bajaban por lo que si le estaba costando el respirar, pero podia aguantar un poco mas, de eso estaba seguro. Le asusta un poco cuando se despierta ya que no esperaba que lo hiciera aun, dando un leve salto pero luego volviendo a sujetarse de su brazo, clocandose pronto frente a el y haciendo que se detuviera- Relajate... hemos bajado bastante y el aire es diferente aqui abajo... pero vas a estar bien, solo que esta cueva parece no haber tenido apertura hacia la superficie por mucho tiempo, si es que alguna vez tuvo

- El camino iba bajando tal vez no de una forma perfecta. No era el trabajo que él haría, pues siempre consideraba la ergonomía de los trabajadores y el espacio que necesitaban, además de la posibilidad de instalar vías en un terreno bien aplanado, pero nada de eso estaba en su consideración ahora. La tierra retumbaba en golpes tan fuertes como los de un tambor, uno a cada segundo, delatando el ritmo con el cual abría caminos, despejaba tierra y seguía. Bajaban bajaban, dieron algunas vueltas y seguían bajando. La profundidad era tanta que el aire ya estaba comenzando a ser difícil, e incluso en las paredes ya centellaban piedras de distintos colores, al parecer había incluso joyas en esa mina. Era una suerte que no se encontraran gases tóxicos cerca, o al menos eso parecía por la limpieza del escaso aire. La caminata se alargó quizás por alrededor de treinta minutos, y entonces despertó. - ¿Pero qué demo...? - Miró a su alrededor y sus pulmones sufrieron por el cambio del aire. -

-La ráfaga de aire que sale de la cueva le toma un poco por sorpresa, solo agradeciendo que las garras de sus patas se sujetaban fielmente a aquel suelo bajo su cuerpo, a parte de que se habia sujetado del "trono" en donde se encontraba sentado Leo. Al terminar esta, pone su atencion en el contrario, su pequeña cola aun sacudiendose pero ahora viendo algo preocupado al mayor por el estado en que estaba ya que no sabia si se encontraba inconsciente o en alguna especie de trance- Leo?... -le llama con voz suave, moviendole un poco, solo viendo como luego se ponia en pie y comenzaba a caminar, decidiendo seguirle de cerca ya que parecia se dirigía a aquel lugar que tanto le estaba llamando a el tambien-

- Tal vez había cometido un error al conectarse junto con su columna a la tierra sin saber qué había ahí. Usualmente sólo usaba sus brazos y piernas, pero su columna vertebral ya era demasiado. Fue imposible ignorar ahora la ola de energía que nació del interior de la cueva, mucho más abajo de lo imaginado. Las pocas piedras sueltas en la cueva se estremecieron, algo de aire a presión fue expulsado de la cueva y seguro agitó los árboles en el exterior. Durante el golpe sus ojos permanecieron ausentes, y se desconectó de su cuerpo. Primero miró negro, y en ese lapso su olfato captó una esencia similar... Era el perfume de Sybilla. Escuchó el reír de un par de niños, y mientras su mente perseguía el orígen entre la oscuridad, su cuerpo se levantó por si mismo y empezó a caminar. Su cuerpo se llenó de poder, sus nervios se conectaron en automático en una ruta que no conocía y la tierra empezó a abrir camino durante su caminata en trance, como si algo desde adentro le estuviese llamando. -

iluminarse, el hechizo en forma de circulo comenzando a girar rapidamente en lo que la pared se empezaba a romper desde el centro de la figura que habia dibujado, de a poco desmoronandose la pared por completo desvelandose lo que habia detras de ella. Baja la mano, dejando que esta cayera a su lado y se relajara. - Bien... listo para avanzar? Ya estamos cerca -comenta acercandose al dragon, su cola agitandose rapidamente ya que estaba emocionado por estar casi llegando a su destino-

-se mantiene apartado, observando los poderes de aquel dragón en acción. Era su sueño siempre el ver a uno de esos seres con sus propios ojos, aun si la forma que ahora poseía era la humana, seguia siendo fascinante para los ojos de aquel brujo que aún le faltaba por ver tanto del mundo que le rodeaba. Una vez sentado Leo, Arslan se pone en pié, acercandose hacia la ahora fina capa de roca pero la cual no les dejaría avanzar mas alla por el momento. Pasa su mano suavemente por aquella pared con los ojos cerrados, sus garras saliendo de forma mas pronunciada en lo que excava la roca con esta, formando marcas aun invisibles, moviendose alrededor del punto en el que habia comenzado para ir creando el hechizo que rompería el sello. Una vez terminado retrocede un par de pasos, apuntando su palma abierta hacia la pared hablando en una lengua desconocida, y casi olvidada incluso por los de su especie- ꒓ꐇꉣ꓅ꆂ ꍟꁍꆂ ꁒꐇ꒓ꐇꁒ, ꍟ꓅ ꌚꂑꏸ ꒒ꐇꏸꍟꁒ -nada de tiempo pasa antes de que las marcas comenzaran a ilum

Tan fácil como respirar. - Despegó las manos de la piedra, y esta se fue desmoronando en pequeñas porciones haciendo nuevas piedras de menor tamaño. Las apiló a su alrededor, y como si fueran roedores estas rodaron por la tierra y se reunieron para volverse a fusionar, esta vez en forma de una silla ancha en la cual tomó asiento para ponerle atención. Frente a ambos quedó tan sólo una muy fina capa de piedra con el grosor de un centímetro, la cual podría romperse con tan sólo una patada, pero que dejó allí para darle tiempo y que pudiera prepararse para un potencial peligro. Sentado en su silla, la piedra conectó sus piernas y columna vertebral con el suelo, listo para escanear las profundidades apenas se levantara en bloqueo. - Todo tuyo.

-camina con confianza, sus patas no siendo tan sensibles a pesar de que no solía usar calzado, teniendo en ese momento sus "piernas" al descubierto ya que las medias que solía portar no las habia traido al saber que irian a una cueva. De reojo observa al dragon, viendo la forma en que utilizaba sus poderes aunque no se notaba demasiado, siguiendo con aquella luz que les acompañaba y que le dejaba ver bastante lejos frente a ellos. Al llegar a la piedra de la que habían hablado antes, se detiene frente a esta, tambien poniendo su mano sobre su superficie, rascando esta un poco con las garras- Si que es extraño... es una barrera magica escondida dentro de una piedra. Puedes remover la capa que puedes sentir? Yo me encargaré del resto. -da varios pasos hacia atras tomando una distancia prudente del objeto, sentandose en el suelo con las piernas cruzadas en tijera-