- La vegetación se duplicó. Y lo que parecía un camino rodeado de altas rocas pronto pudo distinguirse como un pequeño pueblo en ruinas, consumido por la vegetación. El caballo pareció inquietarse y quiso retroceder, pero siguió guiándole hacia adelante con las riendas. Su rostro estaba inexpresivo, claramente no muy contento con lo que veía. -
No, creo que ... Es por mi culpa. - Realmente no le había escudriñado con la mirada, pero ahora le miró de soslayo algo curioso. Estaba acostumbrado a las criaturas diferentes, aunque él era especial. Le colocó una tosca mano en el hombro y le guió hacia la cabaña que le asignaron. En aquel lugar era una muy buena opción de hospedaje, por lo que habían esperado su llegada con altas expectativas. - Creo que piensa que vienes a calentar mi cama, y que tengo gustos ... inusuales. - Algunas personas dejaron de trabajar para verlo, empezando a murmurar. De algunos comentarios se podían rescatar palabras como "Caballero de la tierra" "Hellerkrieg" y muy tímidamente resonó "Sybilla". -
