Kairavana

Los segundos subsecuentes fueron eternos para Haru; perdió la de vista el arma del contrario y cuando notó que es lo que vendría ya era demasiado tarde... pero si no podía bloquearlo, al menos iba a aguantar. Apenas tuvo tiempo para moverse unos centímetros para que el golpe no le diera en la cabeza, pero sí asestó contra su hombro izquierdo.

Ese golpe podría haber dejado fuera de combate a cualquiera, pero no a Haru. Por su puesto que había sido un buen golpe, incluso logró dislocarle el hombro al Guerrero de la Luz, pero este no se iba a rendir así como así.

—Hissatsu: Yaten. —recitó el nombre de su tecnica, y tan pronto acabó se desplazó a una velocidad sobre humana unos metros hacia atrás.

Si no podía usar sus un brazo tenía que acabar con el combate de un solo golpe, su mirada se afiló, imaginó que había una funda del lado izquierdo de su cadera e hizo como que la enfundaba con su mano derecha; sus pies se apoyaron bien al piso y su brazo derecho se mantuvo en todo momento en el mango de su arma "enfundada", claramente era una postura de contraataque.

Sentía su corazón danzar emocionado y solo se dispuso a esperar por él, ¿quién sería mas rápido esta vez?

No habían más palabras, solo emoción. Haru fue retrocediendo unos pasos, dejando un espacio prudencial entre Kai y si mismo.

Tomo aire y agudizo sus sentidos; con ambas manos sostuvo el mango improvisado de su espada, su pierna izquierda dio un paso atrás con la intención de brindar apoyo; a diferencia de Kai, la postura de Haru era mucho más tradicional... pero no por ello menos efectiva.

El viento empezó a soplar alrededor de ellos con calma, y el extranjero se veía tan tranquilo como este. Haruka era capaz de controlar sus emociones, ¿como iba a lograr actuar con claridad si solo pensaba en machacar al enemigo? Y tan pronto como finalizó ese pensamiento apenas y pudo ver a Kai arremetiendo contra él.

Dejó que su cuerpo actuara por instinto, y sin siquiera pensarlo había soltado con una mano su arma, solamente para poder bloquear el golpe de Kai con soltura, y una vez este fue bloqueado Haru se vio en la necesidad de usar su otra mano para sostener lo que debería ser el contrafilo de arma, aquello solo para asegurarse de que su defensa no fuese quebrada.

« ...Eso... estuvo muy cerca.... »

Y no, no había olvidado que usaban espadas de madera, pero con la fuerza que le intentó golpear, un ataque directo le iba a dejar adolorido por bastante tiempo; chasqueo la lengua utilizó toda la fuerza que pudo para tratar de empujar su adversario y así mismo el dar un salto de medio metro hacía atrás; la distancia que había tomado previamente no era suficiente.

Empezó a sentir gotas de sudor en su frente, sus ojos verdes no se despegaron del contrario y sin darse un respiro a si mismo se abalanzaría hacía el contrario, ejecutando con ayuda de ambas manos un golpe/tajo horizontal en el área de sus costillas. Probablemente aquel no haya sido un golpe tan contundente o feroz como el que que ejecutó el contrario, pero si era más rápido.

Hizo un gesto con su mano derecha casi como si celebrara la victoria sobre el temperamento de su compañero.

—El que gane paga la siguiente posada. —solo para hacer más interesante la cosa, después de todo sospechaba que Kai no tenía dinero. ¿?

Haru empezó a caminar hasta el árbol más solido que había cerca de ellos, llevo sus manos hasta su sugegasa solo para quitarlo de su cabeza y hacerlo reposar en el tronco, en consecuencia ahora se le podía ver de forma más clara la cara y por su puesto, sus cicatrices.

Sacó su brazo derecho del haori, consiguiendo que esa parte de la prenda simplemente cayó hasta la mitad del cuerpo de Haru, revelando también un tatuaje que envolvía desde brazo medio hasta parte de su pecho y espalda, eran las ramas de un árbol de cerezo que matizaban perfectamente con la piel del espadachín al igual que un vendaje que rodeaba desde sus costillas hasta abajo.


Finalmente y tras acariciar con cariño el mango de su katana la dejó reposando junto a su sugegasa.

—No quiero ofenderte, pero tengo la sensación de que deberíamos usar mejor... esto. —se giró hacía su compañero y en un abrir y cerrar de ojos habría hecho aparecer en cada una de sus manos una espada de madera respectivamente. —Es lo mejor que puedo hacer, cuando me enfoco en artes ofensivas no puedo utilizar la hechicería correctamente y al contrarío. —y si, se notaba en el diseño tan irregular del mango de ambos objetos.

Dio un par de pasos hacía el contraría para permitirle que tomara una de las espadas que el extranjero poseía.