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Solo son pequeños rasguños.
 
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Tks... -Soltó un pequeño quejido mientras fruncía el ceño ante las palabras ajenas, estaba algo molesto ya que ella tenía razón pero se estaba divirtiendo y más porque al ver que cerró sus ojos hizo que quisiera probar si el cuerpo de la chica pensaba lo mismo que las palabras que salían de sus labios.- Pero quiero jugar, dime que quieres que me detenga una vez más y te suelto por completo. -Susurró contra su piel y luego bajó sus labios llevándolos hacia una de sus clavículas la cuál mordió suavemente.-
-Ella debía controlarse más que los humanos en usar su fuerza y dado a que era algo que no hacía apropiadamente se contenía por completo, sus manos seguían abrazándole y su rostro se alzó ya que el se inmiscuyó en su cuello, cerrando sus ojos completamente aún siendo perceptible el rubor en sus pálidas mejillas ya que le estremeció el beso en dicha parte de su piel.- Y-Yo no te he molestado de esta forma, sólo con palabras... Estás yendo más allá. -Murmuró mientras ahora con sus manos recorrió el nacimiento del cabello del joven por parte de su nuca.- En serio, no te recomiendo jugar conmigo...
-Había conseguido la reacción que quería en la chica, aquel sonrojo le hizo sonreír, le hizo dar un pequeño saltito para rodear con ambos brazos por debajo de su trasero y provocar que quedase un poco más alta que él, logra inmiscuirse entre el cuello de la fémina para darle un pequeño beso sobre su piel y susurra en respuesta a su reclamo.-No quiero soltarte, yo también quiero jugar a molestarte como tú lo haces conmigo.
-La sonrisa del rostro se le borró totalmente y se podría decir que entró en una especie de ¿pánico? nadie la había confrontado así y menos en público, de pronto su mente se quedó en blanco y no supo que hacer. Ya estaba sometida contra la pared y era tomada por el joven y elevada, se abrazó a el pues fue su reacción primera para no caer, entonces miró fijamente a aquel con sus ojos totalmente abiertos por la sorpresa, en ese momento ella hasta parecía inocente.- Eh... S-Suéltame. -Desvió la mirada y frunció el entrecejo, ya sonrojada-
Eh, así que te divierte molestarme. -Alzó una de sus cejas solo un poco para después acercarse a ella hasta acortar toda la distancia entre sus cuerpos, se agacha solo un poco para tomar a la ajena con fuerza de sus muslos y elevarla esperando a que se sujetara de él.- Bueno, entonces también estoy en todo mi derecho de molestarte.
Jajaja, es divertido molestarte. -Ríe suavemente y saca la lengua por un ladito de sus labios de manera curiosa.-
Claro que no, ya basta de asumir cosas, Fresa. - Era el nuevo apodo que le puso a la chica.-
Te andas peleando por ahí para defender a tu amada.
¿Engañarte? Para nada, jamás dije qué cosa provocó esas marcas.
Fue el gato, a mi no me engañas. [?]

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