—Papi pero si abuela no es humana, es una cambia formas.— Puede entender lo que intentaba explicarle, tal vez, solo tenia mala suerte con quienes se topaba de su misma edad, recostándose de su padre, haciendo un movimiento con su cadera para sentarse en su regazo. — Entonces no debo matarlo, porque jalen mi cabello.—

Dulcecito, no todos los humanos son malos mira a tu abuela -se inclino para abrazarla tomándola entre sus brazos con una sonrisa.-

Miro a su padre y luego a la pequeña escolopendra en su mano. —Son gérmenes.— No les gustan, ya se topo con un niño desagradable que termino por acabar como alimento.

No me agradan mucho. -Paso la mayo parte de su vida siendo un simple "experimento" para estos.-. Y que piensas tú de los humanos dulcecito?

—Papi ¿Te gustan los humanos?— Pregunto mientras estiro su mano para tomar una pequeña Escolopendra, jugando con cada una de sus patitas. —Abuelo dijo que no debo ser mala con ellos.—

Haber .-Una vez que sujeto el libro empezó a ver cada una de las páginas con detalles, viendo cómo las escolopendras se reunían en la biblioteca con la llegada de el.-

Asintió rápidamente, dándole el libro a su padre para que lo leyera recostando su cuerpo levemente sobre la mesa, aun existían palabras que no entendia, pero sabia que podría hacerlo si su padre se las explicaba. —Si quiero que papi lo lea.—

-la abrazo y le dió un pequeño beso en su mejilla- y si yo te lo leo?

— El deseo del rey. Trata de un hombre que la codicia cabo su tumba.— Su mami se lo dio para que estuviera tranquila mientras ella le preparaba una merienda.

Que lees mi dulcecito?