« Back to Album · Next »
Cuando tuvo unos segundos para darse cuenta que había oportunidad, lo primero que pensó fue en sacarlo de ahí. Hizo toda una demostración de poder al encender su fuego negro en toda su amplitud, obligando a todos a retroceder. Le pasó un brazo por la espalda a V y le ayudó a salir. Fuera, se las ingeniaron para abrir un acceso a su hogar, donde cruzaron y llegaron con esfuerzo.

Allí, no hubo tiempo que perder. Se inclinó frente a él y retiró la ropa con brusquedad para ver la herida. Debía cerrarla rápido, y entonces pensó en la única manera más rápida y efectiva: Iba a cauterizar la...
 
Newest First | Oldest First
ATIZE · 36-40, F
Le ayudó a quitarse las botas, también el pantalón y entonces lo cubrió con una sábana. No tardó también en quedar en ropa interior, pero se sentó en la orilla de la cama sin recostarse. Cerró sus ojos y se concentró, debería al menos tener suficiente poder para colocar un escudo en la habitación mientras dormía, algo que les comprara tiempo en caso de algún incidente.

Un fino velo negro en forma cúpula se colocó en el loft, creado por su fuego negro. Así, se recostó a su lado, y entreenlazando los dedos encima de su propio estómago cerró sus ojos. Debía enfriar su mente y descansar su cuerpo ... El día siguiente iba a ser totalmente distinto.
Hellcrawler · 26-30, M
Se arrojó a la cama boca abajo, vaya que si disfrutó que sus músculos no tuvieran que forcejear más. Supo que sin mirar su mujer se acercaría, apenas y desafiaba la luz entrando, sus ojos se entrecerraron y buscó el beneficio de las almohadas.

- Si, seguro mi amor. -


Comentó con la voz algo dormida, ya sus fauces no aguantaban mucho y menos sus expresiones sonrientes, el consumirse en vida lo dejó tirado en un sueño bastante profundo.
ATIZE · 36-40, F
Notó el cansancio en sus ojos, y miró su pecho enrojecido por el procedimiento recién aplicado. Se puso de pie y le tomó las manos con toda la intención de llevarlo al loft improvisado detrás del bar, donde había una enorme y cómoda cama.

- Preocúpate en dormir, acabas de recibir un buen golpe hoy.

Estaba haciendo todo lo posible por sonreirle al menos un poco, verse relajada. Joder, cuánta furia tenía en su interior, que en frente de ella le hubiesen hecho daño. Mañana haría un reporte a su jefa y se encargaría de convertir al padre de Tres en una misión, que también sería una caza personal.
Hellcrawler · 26-30, M
Se perdió en su mirada un momento al escucharle referirse a cazar a quién le enseño todo lo que sabe, no pudo evitar soltar una leve risa del rostro y acariciarle dócilmente con los dedos extendidos.

- Está bien...


Tiró de su cabellera hacia atrás, lo único que deseaba en ese momento era conciliar el descanso, y parece que para obtenerlo, sería necesario demasiado, el dolor que sentía lo dejaba pasmado aveces, pero ya se recuperaría.

ATIZE · 36-40, F
A pesar de sus palabras su mente no estaba tranquila. Negó con suavidad, después buscó las palabras para expresar con el mayor tacto posible lo que quería decir, mirándolo a los ojos. Tomó sus manos antes de seguir hablando.

- No, no ... No podemos dejar que sea él quien decida cuándo se volverán a ver. Nos ha jugado una muy mala movida hoy, y él disparó a matar. Debemos ver cómo reaccionará tu cuerpo al dust ... Y debemos descubrir cómo lo consiguió.

Se interrumpió unos momentos. Rogaba porque su jefa hubiese encontrado más pistas sobre el origen de ese mal, y sobre todo algo sobre la cura permanente.

- A la próxima, seremos nosotros quienes tengamos la ventaja del primer movimiento. Tenemos que cazarle, Tres. Y debemos acabar con él.
Hellcrawler · 26-30, M
Le pareció conmovedor en la forma que su mujer le atendía, realmente, jamás se había sentido tan querido, nisiquiera conocía lo que era el amor, ni mucho menos la piedad y compasión. Un silencio frío le recorrió las venas, pero al sentido, besó sus labios fijamente para responderle.

- No hace falta, vino por Azkeel, no le importa mi cuerpo. -


Entrecerró los ojos pensando por un minuto luego de admitir como le veía su padre, que solo era un arma, un instrumento para su musical de muerte.

- Si lo vuelvo a ver, lo destrozaré, si no molesta, seguirá vivo. -




ATIZE · 36-40, F
Su ceja se curvó hacia arriba, la historia llenándola de una angustia que si bien no podía identificarse al carecer de padres, bien podría llenarla de una amargura por el hecho de que hubiesen lastimado a Tres. Se sentó en el suelo frente a él, colocando sus antebrazos sobre sus rodillas, luego mirándolo con su par de ojos tan curioso.

- ¿Qué piensas hacer ahora? Si quieres acabarlo, estoy contigo.

Acarició con sus dedos sus muslos, en movimientos distraídos. Sonrió con debilidad, buscando brindarle apoyo en esos momentos.

- Después de todo, somos compañeros ... En todo.
Hellcrawler · 26-30, M
Marchó bien el curarse luego de beber, sin duda su mujer tenía manos ángelicales, irónicamente. Un bufar de su boca resaltó los aledaños cabellos de su bella pareja, y agregó casi al instante que le notó suspirar.

- Luego de las guerras santas y el gran diluvio, Papá decidió huir con su mujer y dos hijos. -


Contaba su historia con un tono algo eufórico, más no exagerado, resentía lo más puro de su ser al momento de mencionar a su madre, pues, era quién le dolía bastante ante aquella narración.

- Pero todo fue a color... Hasta el día en que quisieron borrar cada rastro nuestro.- Profundizó mirándole a los ojos.- Mataron a mamá, nuestro padre nos vendió... Y desde eso, no lo veía.



ATIZE · 36-40, F
No se esperaba esa pregunta, de hecho, detuvo el proceso mientras intentaba dar alguna respuesta. Sus recuerdos eran sobre el aquelarre, mujeres que eran de diferentes familias pero ninguna conectada por sangre. Finalmente negó con suavidad y retomó el trabajo.

- No lo sé. Sólo aparecí en un aquelarre, pero nadie era familiar mío. Ni siquiera tengo un apellido.

Volvió a detenerse al escuchar que era su padre quien lo había dañado tan severamente, ¿Pero qué clase de...? Suspiró. Y esperando escuchar la historia terminó el trabajo y ahora estaba cauterizando el exterior.
Hellcrawler · 26-30, M
Se iba sintiendo mal, pero tampoco era una niña, muchos dolores peores pasó hace años. Su respiración se apagaba y volvía a revolverle el estomago. Ahí donde doblaba el tiempo y se cruzaron los atajos de su sangre, pudo resentir levemente como cicatrizaba al quemar y curar su herida.

Los quejidos no faltaron, tampoco el empinarse la botella contra la boca sin remordimiento a la hora de tragar, tanto era su presionar, que la garganta se entumía al ritmo del vodka caliente llenandole hasta el estomago.

- ¿Alguna vez conociste a tus padres? -


Frenó la bebida mirándole fijamente, esperando su respuesta luego de lo que agregó momentos después de que soltó la botella en la mesa.

- El mío mató a mi madre y me intentó matar hace rato. -




Add a comment...
 
Send Comment