[i]— Con las presentaciones realizadas, Raimei no le dio mucha vuelta al asunto tras sentarse a un lado de su pareja que ahora le alcanza el menú que estaba ofreciendo el mesero. Dejando que las mujeres conversaran un poco, observó los diferentes platillos y bebidas que puede leer, dando vuelta a la página para seguir observando. —

Deme una tasa de café y un pedazo de torta de chocolate. — Solicitó luego de unos segundos, tomando el mesero su libreta y anotando la orden con rapidez, entregando a las acompañantes que se encontraban delante de ambos. — Me imagino que tienen hambre.[/i]

Mira a su amiga más alta y se lleva su dedo índice a los labios para pedir discreción.

—No se lo digas que luego se le sube a la cabeza y estoy bien, gracias. —Guiña su ojo derecho para seguir la iniciativa de la rubia para volver a sentarse en donde estaban. Espero a que Raimei se sentará para luego sentarse ella, quedando de frente con Sam.— ¿Como ha ido su día? —Les pregunta a ambas mientras un joven se acerca con cuatro menús.— Aquí tienes Rai. —Le pasa el menú manteniendo lo que parecía querer una sonrisa permanente.— ¿Vinieron en moto? ¿No te dio frío Jenny? Hace mucho viento.

Recordaba que Sam era buena con bajas temperaturas por su condición, pero no estaba segura de su otra amiga.

— ¡Sophia! ¿Cómo estás? Tiempo sin verte.
Dijo cuando fue su turno de abrazarla, separándose para mirarla luego con una sonrisa. No había pasado tanto tiempo, pero si el necesario para tener algunas cosas que contarse. Observa ahora al chico que se encuentra a su lado, a diferencia de su novia ella mantendría sus manos quietas, con una amable sonrisa y un gesto de su cabeza saludaría.
— Gusto en conocerte, Rai. Soy Jenny.
No se le daba bien presentarse, siempre le resultaba incómodo al principio. Luego de aquellas palabras miró los lugares vacíos frente a la pareja, moviéndose hacia una de las sillas para sentarse y mirar paciente a los demás esperando que hicieran lo mismo.

*entrelazó los dedos con los de su novia al sentir que tomaba su mano y con el golpecito en su hombro fue que se fijó en la dirección indicada de donde pudo ver venir a su amiga la cual saludó con efusividad en ese cálido abrazo* que bueno verte, Sophia *sonrió de forma amplía y luego se fijó en el chico al cual le estaban presentando extendiendo su mano hacia el en forma de saludo* Rai, mucho gusto. A mí solo dime Sam, no me gusta mucho que usen mi nombre completo. *Mencionó en un tono calmado y una pequeña sonrisa en el rostro* y.. bueno, Sophia también nos habló de ti y por eso las ganas de conocerte y saber quién es quién la tiene en las nubes... *Dijo en un tono más bromista aunque era verdad, pues se estaba "vengando " de cuando ella había conocido a su novia*

Las palabras de su pareja fueron bien recibidas por el hombre, manteniendo su vista siempre al frente, observando a través del vidrio que da hacia la calle. — Algún día tendrás que llevarme con tu madre, lo sabes. — menciona de manera tajante, usando su mano libre para tirar un poco su larga cabellera hacia atrás, dejándose ver con claridad esa tela negra que rodea su cabeza, tapando por completo la ausencia de su ojo derecho.

— Tus perros siguen subiéndose a la cama mientras dormimos, pero está bien. — diría con claridad y falsa resignación. El repentino salto de emoción toma lo toma por sorpresa, observando a su compañera y a sus amigas, al igual que escucha las presentaciones. — Rai es suficiente. — Aclaró para colocarse de pie y dar un paso al frente, manteniendo ese temple sereno como de costumbre. — Es un placer conocerlas, Sophia habló de ustedes en un par de ocasiones. —

Se giró para mirar a Raimei, estira su brazo para entrelazar su mano con él e iniciar las presentaciones.

—Rai ellas son mis amigas. —Con una mirada señala primero a la peli azul.— La genial patea traseros Samantha y la talentosa Jenny. —Les dio una última sonrisa y volteó a Rai.— ¿Quieres que te presente bombón también con un halago? —Bromearía volteando hacia arriba para verle con una pícara sonrisa.

—Sí, estoy emocionada y es que siempre llego tarde a todo. —Se defiende mientras se cruzaba de brazos y recargaba su cabeza en el brazo de él.— Es la primera vez que te presento a alguien, como no hay planes para que te presente a mi madre esto será lo más cercano a ello. —Añadiría mientras volvía a jugar con los dedos de él.— Al menos que contemos a mis perros, aunque te los ganaste con el tiempo.

Al inicio antes de siquiera considerarse una pareja pasaban demasiado tiempo en casa de ella, pues tenía a sus peludas bendiciones. Sonrió para sí misma al recordar esas primeras interacciones y esa sonrisa se ensanchó cuando reconoció la poderosa y protectora esencia de su amiga Sam, junto a la dulce de su otra amiga Jenny. Alzó la cabeza para verlas y se puso de pie para abrazarlas a las dos.

—¡Hey! Me alegra que llegaran. —Diría alejándose lo suficiente para verles a la cara. Jenny y ella tenían casi la misma altura y Sam le sacaba fácilmente una cabeza.

- Se posiciona junto a su novia, aferrandose a la correa de su bolso con algo de nerviosismo. No podía evitar estarlo, a pesar de estar contenta la situación le removía un poco. Toma la mano de Sam, no sin antes echarle un vistazo para sonreír, entrando a la cafetería.
Lo primero que percibe es el olor característico de un lugar así, para acto seguido pasar la mirada entre las mesas, buscando un rostro familiar.
Tarda poco en reconocer a Sophia, y notar a su acompañante quien dedujo sería su novio.
Golpea el hombro sutilmente contra Sam, para que miren en la misma dirección.

— Allí están. ¿Los ves? Vamos.

*una motocicleta azul metalico con algunos detalles en color negro estaciona frente al café donde habia quedado en encontrarse con su amiga y el novio de ella. sam iba conduciendo el vehiculo y su novia detras de ella en la misma.
sam iba vistiendo unos jeans un poco ajustados con una camisa de mangas cortas que no se notaba al estar usando una chaqueta de mezclilla, su cabello d corto y azul desordenado a proposito que solo se vio cuando se retiró el casco y observó a su novia para hacerle una seña para que bajara esperando asi bajar despues de ella para poder entrar al lugar esperando no estar llegando muy tarde*

— Le sonrió a medio labio mientras toma asiento y apoyó sus mano derecha sobre la mesa mientras usaba la otra para acomodar su cabello y retirar los audífonos de sus oídos, desconectándolos del celular, que estaba en el bolsillo del pantalón, y guardándolo en el de su gabardina. Eran diferentes en muchos aspectos, y uno resaltante era el tipo de música que suelen escuchar. —