—Pero sólo cuando se trate de gruñidos, Yuth-sensei.

Ella no se daría cuenta, pero su usual rechazo por lo japonés le hacía evitar tales honoríficos. Así que, al escucharse decir es palabra de forma tan espontánea, no pudo evitar sorprenderse a sí mismo. ¿Era por la influencia de Yuth? Sólo rió mientras le sentía jugar con sus cabellos, encogiéndose levemente de hombros por el cosquilleo. Tanto de sus caricias, como de su tierno temblar ante la emoción del lugar al que llegaban.

—Una paleta de pandita, entonces. ¡Dos, mejor! Así estamos iguales.

Señaló aquella al vendedor, dos de ellas adquirió. Tras retirar la envoltura, le entregó a la menor una de ellas, comiendo por igual la suya mientras iba adentrándose al parque.

—Sí, un león.

Respondió con simpleza la muchachita, sus manos pasaron a la cabeza del más alto y jugó con los blancos cabellos del más alto, le gustaba el cabello blanco, era casi del mismo color que el de su tía. ¿El mayor le dijo que había ganado? ¡Oh dios! Ahora ella era la sensei en los gruñidos (?)

—Ahora puedes decirme "Sensei", Sensei~

Ella misma rió por haber dicho algo tan tonto pero se sentía en confianza. Su mirada rosita ahora pasó a los carteles del parque que se acercaban y sin poder evitarlo tembló de emoción.

—¡Mira, Mira! ¡Sensei estamos cerca!

Exclamó emocionada mientras apuntaba hacia los carteles. Y cuando el mayor se detuvo observó el cartel con los sabores de los helados, la verdad aún no leía del todo bien y le daba vergüenza admitirlo, por lo que no supo que decir. Al bajar la mirada por pena notó las paletas con formas y vio una de un oso panda de chocolate y crema.

—¡Ese sensei! ¡El pandita, el pandita!~

—Un león...

Adoptó un sembalante de concentración, tallando su mentón al escuchar esa valoración. Hasta parecía que sabía del tema, el maldito. [?] Después se echó a reir, asintiendo, y cediendo la victoria sobre aquel tema.

—Bien, Yuth es la experta. Después me enseñas más sobre rugidos, ¿está bien?

Llegó entonces, primero, al puesto de helados. Con cuidado elevó la cabeza, en dirección del letrero que listaba los sabores.

—¿Cuál es tu favorito?

—Uhm...

Se llevó la manito a su mentón, pensando en que animal rugiría como el sensei lo hacía, pero es que no lo hacía muy bien y eso le complicaba el trabajo (?)

—¡Ah! ¡Ya sé, ya sé! ¡Un león hace Roooooaaar!

Su sensei era demasiado divertido, por eso le gustaba pasar tiempo con él, hacía poco que le estaba dando clases, pero no podía evitar haberse encariñado tan rápido con él, incluso lo veía como un hermano mayor.

Rió enternecido ante el beso que dejó sobre su frente, así como ante esa explicación sobre los rugidos. ¿De verdad había diferencias? Si era así, le iba a tocar investigar. [?]

—¿Ah? ¿Dragón? Pero yo pensé que el "raaaaaawr" era de los dinosaurios. ¿Y de quién será el "roooaaaar", entonces?

Infló una mejilla, hablando como si tuviese idea del tema. [?] Aunque luego hablar de tales cosas le sacó una sincera carcajada.

—¡Claro que sí rugen, sensei!

No sabía si indignarse, sorprenderse o reírse por la falta de información de su profesor(?). Su cuerpo se curvó hacía delantte para verle al rostro y le dejó un beso en la frente antes de soltar una carcajada fuerte y negar con su cabeza repetidas veces.

—No sensei, ¡Eso es un dragón! Los gigantes no hacen ¡Raaaawr! Hacen ¡Grrrrraw!

—¡Ahaha! Pero los gigantes no rugen... ¿o sí?

Rió ante aquel rugido, no pudo evitar imitarlo, todo mientras caminaba, poco a poco el parque al que había elegido llevarle ese día haciéndose más claro y discernible a la distancia.

—¡Raaaaawr! ¿Qué tal? También podría darte clases de rugidos, ¿no crees? [?]

—¡Si! Duele mucho, sensei.

Siguió mintiendo, pero le resultó en lo que quería. No pudo evitar reír feliz cuando el más alto dijo que había crecido bastante. De hecho, desde esa altura ya se sentía un completo gigante. Si ya de por sí para ella su sensei era demasiado alto, ni hablar de la altura en la que se encontraba en ese momento. Sus brazos rodearon el cuello del mayor mientras miraba impresionada como se veía todo desde allí arriba.

—¡Soy un gigante! ¡Un gigante grrrraw!~ (?)

—Oh, ¿duele mucho?

Achinó sus párpados, ya estaba aprendiendo a identificar sus mentirillas blancas. [?] Mas terminó por reír, tomando a la menor y levantándole, haciéndole sentarse sobre sus hombros y sujetando sus pequeños tobillos para reafirmarle y asegurarle.

—Parece que creciste de pronto, qué rápido dan el estirón los niños hoy en día. [?]

Rió un poco, caminando una vez más, provocando que le viento moviese los cabellos de Yuth dada su nueva altura, que mirase el mundo desde ahí.

Pobre de su sensei, él no sabe lo que le espera(?) Su manito se apretó a la de él y le jaló para que se detuviera, luego estiró sus bracitos hacia él buscando que éste le cargara, ella no iba a caminar (?)

—Me duele la piernita, sensei

Mentira pero le daba pena decir que quería que él le cargara, además de que no quería caminar mucho porque se cansaba (?)