Doctor: Este antídoto se le debe dar cada 12 horas por tres días, si después de ese tiempo sigue con alguna molestia o algo fuera de lo común deberé hacer una revisión más exaustiva.

—De repente muchas voces juntas había en la habitación, pero solo una que no reconocía, sus ojos estaban abiertos pero no estaban centrados en la conversación, solo estaba mirando fijamente al rostro desconocido que la examinaba, bebió la medicina que el mayor le dio y tras tragarla volvió a tocer. Aunque finalmente se quedó dormida, minutos después de haberla bebido ya no sentía frío y no temblaba, aunque el dolor en el pecho y la extraña sensación de su cuerpo persistió—

Doctor: Solo necesito que se calmen,ella estará bien, debemos preguntarle cuando pase el dolor que comió últimamente, ella va a estar bien, aunque deberé tenerla bajo observación por cualquier revisa,el que vomitara sangre no es bueno significa que algo está dañado por dentro pero al ser pequeña y tener sangre de diferentes especies le ayudará a su pronta recuperación.

*llegaria detras de Zakhiel al verlo caminar rápido, mirando a su hija adorada queriendo acercarse pero no queria interrumpir al médico*

Mi bebe...

*habia escuchado que Lauralei habia llamado al medico e iba a donde estaban apresurado, preocupándose al ver a su pequeña princesa asi*

¿Que paso?

No te preocupes princesa tu tía estará aquí y sabremos lo que te pasó.

*Estaba preocupada y no sabía dónde estaban Yuki y Zakhiel, pronto el doctor llega a la habitación de la pequeña y empieza a revisarla, la cara que ponía no era muy buena pero le explicaba a Lauralei que eran síntomas de envenenamiento pero tenían antídoto para ello, se lo dio a la pequeñita en los labios esperando que la misma sed le hiciera lamerlos*

—Ni siquiera ella misma sabía lo que le sucedia. Perdió el conocimiento por un par de minutos y lo siguiente que supo fue que estaba recostada sobre la cama, entreabrió los ojos, su cuerpito temblaba, tenía mucho frío. Se sentia completamente extraña.—

Tía.... Me duele..

—Susurró tras dirigir la mirada a la figura femenina que tenía a su lado, su manito apretaba su propio pecho, quizás lo que le sucedía tenía que ver con aquella canasta de con flores y frutas moradas que había encontrado un día cuando recorría el bosque en busca de algunas flores para su mami y sus tías. Aunque.. no pudo evitar comer una fresa color morada, es que olía delicioso... Aunque su sabor no era tan bueno, desde ese día se había comenzado a sentir extraña, pero no le había dado mucha importancia.—

Te ayudaré.

*Frunce el ceño de pura frustración, no sabe que le pasa a la pequeña y quiere ayudarla, la mira tambalearse en la silla y luego caer sobre ella tomándola con cuidado de no lastimarla más, busca por todos lados una herida visible pero al no encontrarla chasquea la lengua y la lleva a prisa a su habitación colocándola en su cama, se queda con ella ya que al entrar al castillo mando pedir por el doctor*

Aquí estoy pequeñita, que te duele?

—Estaba absorta mirando la sangre en su manito. No entendía que había sucedido, solo sabía que su pecho dolía y su mirada lentamente iba poniéndose borrosa. Su mirada aún confundida pasó a la mujer que tenía en frente y a pesar de que solo veía una figura borrosa frente a ella pudo reconocerla por la voz—

Tía.. No sé...

—Perdió el control de su cuerpo por unos segundos y casi se fue de lado. Aunque terminó tirándose hacía el frente en busca de que su tía la atrapara—

..Duele..

*Llega por la espalda de su sobrina sonriente y la va a asustar pero ve la sangre en su mano y de inmediato se acomoda frente a ella alarmada y se arrodilla*

Cariño, que pasa? Por qué!!?

*No sabe exactamente que sucede pero está muy preocupada*