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—Luego de arreglarse como siempre, optó por dar un paseo por los bosques, relajándose bastante, mirando el paisaje.
Con tanta paz a su alrededor, recordó que hacía mucho que no tocaba ningún instrumento, suspirando para tomar su vieja flauta de bambú, pensativo antes de llevarla a sus labios para empezar a tocar poco a poco algunas notas al azar antes de formar una melodía.—
 
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XioFeiling · M
—Al verlo marchar, retomó su postura erguida, suspirando apenas mientras apoyaba la flauta contra su pecho. Tener de nuevo a quien lo escuchara tocar desde hace tanto que no lo hacía le generaba cierta calidez, manteniendo la sonrisa.
Volvió a tomar asiento cuando se fue, decidido a seguir disfrutando de la serenidad del bosque hasta el anochecer.—
Shaitan · M
—Normalmente será efímera. —Confirmó, antes de dedicarle igualmente una reverencia de despedida—. Excepto cuando venga a escucharlo, Fei... hasta entonces.

Apenas se dio la vuelta, cualquier rastro de su sonrisa había desaparecido, al saberse pronto a ingresar de nuevo en el bullicio del centro de la ciudad.
XioFeiling · M
Entonces será bienvenido cuando lo deseé~

—Agregó de forma suave y cortés, mirándolo ponerse de pie y, por educación, hacer lo mismo, entendiendo que ya debería marcharse aunque era una pena, pero no dijo nada al respecto, realizando una reverencia.—

Espero que pueda ser pronto, es agradable aunque efímera su compañía~
Shaitan · M
Su sonrisa se amplió un poco; era tranquila y sincera.

—Si tengo su invitación, no me sentiré invasivo. Claro que me gustará verle tocar el Guqin... pronto, espero. —Musitó, antes de ponerse de pie; a pesar de haber estado muy poco tiempo allí, no podía demorarse más en atender sus obligaciones.
XioFeiling · M
—Una leve risa escapó de sus labios, cubriendo ligeramente estos con la mano apenas, observándolo de reojo para asentir suavemente.—

Supongo que tiene razón aunque... tener a quien escuche y disfrute también de mi manera de tocar, me alegra bastante.
No me molestaría tocar en algún otro momento para usted si le apetece, no sólo la flauta, también se me da el Guqin~
Shaitan · M
Lo miró de reojo por un momento, pensativo, antes de asentir.

—Tiene un hogar agradable... debería complacerlo más seguido con esa melodía, según usted, falta de práctica.
XioFeiling · M
—Al escuchar que aquello le pareció algo bueno, sólo sonrió y se mantuvo callado, un tanto contrariado cuando le siguió aquella charla.
La realidad es que él era ajeno a ese tipo de sitios, eran contabas las veces que salió de su hogar y esas montañas, por lo que jamás pasó a tal lugar o similares.—

Bueno... Realmente yo no conozco de lo que habla, siempre me he visto en la tranquilidad de las montañas y el bosque, soy bastante ajeno a salir de mi hogar.
Pero, sin duda, no hay nada mejor que disfrutar de la melodía sin otros distractores~
Shaitan · M
—Eso es una buena noticia, no quería ser descubierto. —Musitó, como si lo último hubiera sido un halago para él—. Pero tampoco quería perder la oportunidad de escuchar algo así en este entorno silencioso... hace siglos que sólo puede apreciarse tal música en sitios bulliciosos y artificiales. —Imaginó que el otro entendería a qué se refería. Sólo con verlo, e incluso sentir su aroma, había podido deducir que también se trataba de un dragón. Era tácito para él.
XioFeiling · M
—Al terminar con aquella melodía, nuevamente llevó su mirada a aquel hombre, manteniendo silencio por un momento hasta escucharlo, sonriendo halagado.—

Me... me alegra que le haya gustado, en verdad. Estoy fuera de práctica, tenía mucho que no tocaba...

—Mencionó apenas, dejando la flauta a su regazo, volviendo al silencio antes de mirarlo, acomodando algunas hebras de sus cabellos un poco y tomando un respiro para hablar.—

Yo... Lamento si llegué muy repentinamente. Estaba paseando por los alrededores, ni siquiera me percaté de su presencia.
Shaitan · M
Optó por cerrar los ojos; le sería suficiente con el aroma de las plantas que lo rodeaban el poder seguir admirándolas y quiso acompañar la apacible brisa con la melodía entonada por el otro.

La disfrutó. Tanto que al escuchar de nuevo el silencio sintió de nuevo la necesidad de pedirle que siguiera tocando, pero aquello sería un abuso.

Abrió los ojos y lo miró con una pequeña sonrisa. —Es muy talentoso... ambas fueron hermosas.

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