—Luego de aquel largo día y, al ver a sus pequeños dormidos luego de la cena, sonrió y se desvistió tranquilamente, dejando sólo las prendas interiores para quedar más cómodo y así relajarse.
Tomó asiento cerca del ventanal, dándose un momento para leer mientras el sueño llegaba, suspirando un par de veces.—