100+, M
La tiniebla es nuestra mejor amante, nos oculta, protege y anima a hacer actos abyectos.
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NX1564883 · F
NX1564883 thinks you are Mysterious.
IlsederWolf · 22-25, F
lema "Meine ehre heisst treue" (Mi honor es mi lealtad), pordiosera y ansiosa, se dirigió hasta una de las paredes vacías y desocupadas del bunker, llevando la punta del arma hasta el mármol blindado del lugar, extendió su diestra, marcando las distancias, mientras cerraba sus ojos y velozmente canalizaba su energía interna.
En tiempos medievales, Ilse podía ser considerada una archimaga, una bruja negra de poderío extremo, pues su proyección energética era tremenda, estimulada por años de entrenamiento autónomo y auto suficiente, sus ojos se abrirían finalmente, hundidos en el mas tremendo de los negros, ahogados en una oscura capa de energía putrefacta, provocando que finalmente, la daga atraviese la pared sin romperla, casi como si su acero se había vuelto intangible, sonrió para si misma triunfal, había logrado atravesar la dimensión, con tranquilidad extendió la punta de bota de cuero negro hacia la pared, la cual tranquilamente atravesaría como si fuera una finísima tela, seguidamente, impulso todo su cuerpo hacia adentro, dejando que toda su fisionomía pasara por aquella entrada, donde ningún rastro de la joven alemana podía deslumbrarse,mas que las minúsculas partículas de energía en el suelo.
Solo había un numero que despejar de aquella hipótesis, según los textos que Ilse habia manejado, el acceso o no de un reino del infierno dependía íntegramente del permiso de su dueño o de un demonio que poseyera poder en aquellos dominios, tal vez seria rechazada y expulsada hacia el ambiente terrenal, tal vez quedaría en el limbo prisionera por toda su eternidad, pero aun así, peor era la duda. Ilse, la Loba de las SS, Die Hexe von Buchenwald (La bruja de Buchenwald) se avecinaba a un nuevo destino, donde la ruta para el estudio del desarrollo de la raza mas pura apenas había iniciado.-
En tiempos medievales, Ilse podía ser considerada una archimaga, una bruja negra de poderío extremo, pues su proyección energética era tremenda, estimulada por años de entrenamiento autónomo y auto suficiente, sus ojos se abrirían finalmente, hundidos en el mas tremendo de los negros, ahogados en una oscura capa de energía putrefacta, provocando que finalmente, la daga atraviese la pared sin romperla, casi como si su acero se había vuelto intangible, sonrió para si misma triunfal, había logrado atravesar la dimensión, con tranquilidad extendió la punta de bota de cuero negro hacia la pared, la cual tranquilamente atravesaría como si fuera una finísima tela, seguidamente, impulso todo su cuerpo hacia adentro, dejando que toda su fisionomía pasara por aquella entrada, donde ningún rastro de la joven alemana podía deslumbrarse,mas que las minúsculas partículas de energía en el suelo.
Solo había un numero que despejar de aquella hipótesis, según los textos que Ilse habia manejado, el acceso o no de un reino del infierno dependía íntegramente del permiso de su dueño o de un demonio que poseyera poder en aquellos dominios, tal vez seria rechazada y expulsada hacia el ambiente terrenal, tal vez quedaría en el limbo prisionera por toda su eternidad, pero aun así, peor era la duda. Ilse, la Loba de las SS, Die Hexe von Buchenwald (La bruja de Buchenwald) se avecinaba a un nuevo destino, donde la ruta para el estudio del desarrollo de la raza mas pura apenas había iniciado.-
IlsederWolf · 22-25, F
¿Cuantos días habían pasado? Aquella pregunta no cabía en una mente obsesiva, compulsiva e insana, el tiempo pasaba como una simple estela de bruma en su mente, como simples alarmas para que parara sus labores simplemente para asesarse, alimentarse o higienizarse; incluso semanas habían pasado en aquel "antebúnker". Su remodelada instalación era una oda a su vieja guarida en tiempos de guerra, ya muy enterrados y olvidados tras la tétrica derrota de Alemania. En Ilse, el antiguo orgullo de los germánicos se plasmaba en su obsesión impoluta por su eterna búsqueda biológica de la raza pura que el Führer había deseado.
La luz era sofocante, mas radiante que el sol veraniego, en aquel ambiente de estudios, los focos colocados en la pared permitían una perfecta ambientación en las profundidades de la prisión subterránea, todo se encontraba en un perfecto orden, dentro de lo posible, pues en tal habitación existían un sinfín de libros antiquísimos, volúmenes apilados entre si, esperando volver a ser explorados, otros abiertos sobre las mesas trazaban dibujos y símbolos esotéricos de quien sabe que cosa. Sin embargo, las computadoras, los escaneres de pantallas negras con trazos verdosos, con una avalancha constante de datos numéricos que traducía los estudios de la alemana en constantes recordatorios.
Ella se encontraba exhausta, pero nunca lo demostraría en sus perfectas facciones porcelanicas, donde se alzaba lo mas apreciado por la raza aria; piel nívea, brillosa por un maravilloso cuidado ahora en la flor de su juventud. Mirada seria, militarizada, pero de ojos tan celestes como un par de diamantes, sombras negras bajo ellos, ojeras tras haber estado varios días seguidos sin dormir, gajes del oficio, la investigadora lucia una simple camisa blanca, ajustada a su voluptuoso y bien alimentada figura, de cintura pronunciada en un pantalón de tiro alto, donde la gabardina negra permitía la comodidad y la flexibilidad para el movimiento. Detrás de ella, en su espalda, yacía una gabardina negra, que bien recordaba a esos abrigos utilizados por una conocida organización de elite en el ejercito nazi, pero que ahora simplemente era un impermeable abrigo, modificado por ella misma en otros conceptos que ahora no interesaban.
Estaba asqueada ya de alimentarse a compotas y latas de supervivencia, pero todo lo valía, todo aquello tenia singular valor, hace al menos unas semanas, en una expedición de sus empleadores, mutilados volúmenes de trazos indescriptibles para los brutos mercenarios, pero para un cerebro bien entrenado y estimulado en las artes oscuras, solo pocas lunas le costaría hacerse con sus secretos mas importantes, encontrarles utilidad para los Black Coats y continuar. Pero estos momentos donde el experimento; la prueba y el error, y donde mas su interior se nutria de los misterios esotéricos, era simplemente maravilloso.
La Loba sonrió plácidamente, pues como acostumbraba comenzaría a recitar para si misma la maravillosa traducción que había logrado establecer, así mientras presionaba aquel instrumentos pequeño y metálico, se grabaría para el registro.-
Neunter dia... (noveno día)...Los volúmenes numero veinticinco y veintiséis hablan acerca de un ritual improvisado y sencillo para facilitar la teletransportacion de dämonen (demonios) en los distritos del séptimo circulo infernal. Procederé a la prueba empica. Ilse
sagt "Auf Wiedersehen".
-Cortaría finalmente aquella transmisión, para animosamente, colocarse el abrigo de gabardina sobre su cuerpo, sorprendemente, aquella pieza tan inusual, se adheriría a ella como un particular simbionte, pues era una de sus creaciones mas destacadas, aquella que le dio el nombre a la mercenaria organización que bestia los "Black Coats". Rápidamente, extrajo de un metalice maletín que yacía junto a ella, de el extraería su fiel herramienta, su daga, un regalo de uno de sus amantes, suboficial de la SS.
La empuñadura era de ébano marrón oscuro, tiñéndose con pigmentación vegetal negro para darle a la empuñadura un color negro, insertada en el centro de la misma las runas tan conocidas por el pueblo, dentro de un botón redondo pequeño, sosteniéndola una guirnpalda con la esvástica.
La vaina tenia un final negro con capa de laca, pintado de color negro para que coincida con la empuñadura. Tres accesorios de metal, uno en la garganta y en el centro para sostener la cadena con la que Ilse tradicionalmente colgaba en su cinturón, los eslabones eran plateados.
La Loba había mejorado y resguardado su daga con no solo los cuidados tales de un arma blanca, sino también, con las inmundas artes esotéricas que le permitían ejecutar sus rituales con facilidad. Hace ya varios días que había aislado a su cuchillo en el maletín, permitiendole plasmar su conocimiento en tal herramienta, como una extensión mágica de cuerpo, Ilse la desenfundaría con rapidez dejando que la hoja, de acero plateado de 22 centímetros, mostrara el tradicional...
La luz era sofocante, mas radiante que el sol veraniego, en aquel ambiente de estudios, los focos colocados en la pared permitían una perfecta ambientación en las profundidades de la prisión subterránea, todo se encontraba en un perfecto orden, dentro de lo posible, pues en tal habitación existían un sinfín de libros antiquísimos, volúmenes apilados entre si, esperando volver a ser explorados, otros abiertos sobre las mesas trazaban dibujos y símbolos esotéricos de quien sabe que cosa. Sin embargo, las computadoras, los escaneres de pantallas negras con trazos verdosos, con una avalancha constante de datos numéricos que traducía los estudios de la alemana en constantes recordatorios.
Ella se encontraba exhausta, pero nunca lo demostraría en sus perfectas facciones porcelanicas, donde se alzaba lo mas apreciado por la raza aria; piel nívea, brillosa por un maravilloso cuidado ahora en la flor de su juventud. Mirada seria, militarizada, pero de ojos tan celestes como un par de diamantes, sombras negras bajo ellos, ojeras tras haber estado varios días seguidos sin dormir, gajes del oficio, la investigadora lucia una simple camisa blanca, ajustada a su voluptuoso y bien alimentada figura, de cintura pronunciada en un pantalón de tiro alto, donde la gabardina negra permitía la comodidad y la flexibilidad para el movimiento. Detrás de ella, en su espalda, yacía una gabardina negra, que bien recordaba a esos abrigos utilizados por una conocida organización de elite en el ejercito nazi, pero que ahora simplemente era un impermeable abrigo, modificado por ella misma en otros conceptos que ahora no interesaban.
Estaba asqueada ya de alimentarse a compotas y latas de supervivencia, pero todo lo valía, todo aquello tenia singular valor, hace al menos unas semanas, en una expedición de sus empleadores, mutilados volúmenes de trazos indescriptibles para los brutos mercenarios, pero para un cerebro bien entrenado y estimulado en las artes oscuras, solo pocas lunas le costaría hacerse con sus secretos mas importantes, encontrarles utilidad para los Black Coats y continuar. Pero estos momentos donde el experimento; la prueba y el error, y donde mas su interior se nutria de los misterios esotéricos, era simplemente maravilloso.
La Loba sonrió plácidamente, pues como acostumbraba comenzaría a recitar para si misma la maravillosa traducción que había logrado establecer, así mientras presionaba aquel instrumentos pequeño y metálico, se grabaría para el registro.-
Neunter dia... (noveno día)...Los volúmenes numero veinticinco y veintiséis hablan acerca de un ritual improvisado y sencillo para facilitar la teletransportacion de dämonen (demonios) en los distritos del séptimo circulo infernal. Procederé a la prueba empica. Ilse
sagt "Auf Wiedersehen".
-Cortaría finalmente aquella transmisión, para animosamente, colocarse el abrigo de gabardina sobre su cuerpo, sorprendemente, aquella pieza tan inusual, se adheriría a ella como un particular simbionte, pues era una de sus creaciones mas destacadas, aquella que le dio el nombre a la mercenaria organización que bestia los "Black Coats". Rápidamente, extrajo de un metalice maletín que yacía junto a ella, de el extraería su fiel herramienta, su daga, un regalo de uno de sus amantes, suboficial de la SS.
La empuñadura era de ébano marrón oscuro, tiñéndose con pigmentación vegetal negro para darle a la empuñadura un color negro, insertada en el centro de la misma las runas tan conocidas por el pueblo, dentro de un botón redondo pequeño, sosteniéndola una guirnpalda con la esvástica.
La vaina tenia un final negro con capa de laca, pintado de color negro para que coincida con la empuñadura. Tres accesorios de metal, uno en la garganta y en el centro para sostener la cadena con la que Ilse tradicionalmente colgaba en su cinturón, los eslabones eran plateados.
La Loba había mejorado y resguardado su daga con no solo los cuidados tales de un arma blanca, sino también, con las inmundas artes esotéricas que le permitían ejecutar sus rituales con facilidad. Hace ya varios días que había aislado a su cuchillo en el maletín, permitiendole plasmar su conocimiento en tal herramienta, como una extensión mágica de cuerpo, Ilse la desenfundaría con rapidez dejando que la hoja, de acero plateado de 22 centímetros, mostrara el tradicional...
SW-User
Buenos Noches se le da las gracias por aceptar la amistad mía espero nos llevemos bien
SW-User
SW-User thinks you are Hot.
SW-User
SW-User thinks you are Sweet.
SW-User
Debes alimentar al conejo con la salchicha, anda, si actúas como un caballero no me enojo (?) -Solo era sarcasmo duh-
SW-User
Dicen que a los alemanes les gustan las salchichas, ¿la tuya es una caliente? (??????????)
EmiliaDecker · F
Out: Buenos días, gracias por aceptar mi invitación, ¿Cómo está?
SabrielWolrick · 31-35, F
R/out. Gracias por aceptar mi solicitud, ¿qué tal estás?
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