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[c=#E50000][i]Reika ya no podía continuar respondiendo a las peguntas del recién llegado, no debía apartar su atención de su verdadero objetivo, así que únicamente giro su rostro y mirada hacía el chico y dedicarle unas últimas palabras.[/i][/c] [b]—Apartate.—[/b] [c=#E50000][i]Volvió a reincorporar su postura anterior estando frente a la puerta. Acto seguido dejaría caer ambos parpados para luego tomar un poco de aire como si estuviese tratando de relajarse, tenía que tener extrema precaución con lo que haría pues a pesar de su actitud, no quería que el chico saliera lastimado por culpa de ella por eso mismo debía tener una extrema calma.
Y fue así como tomo los cerillos e hizo fricción contra su empaque provocando que uno de ellos se encendiera pero... ¿Qué había de sorprendente en eso? Bueno, no todo había terminado allí; aquellos objetos ardientes hacian que las "habilidades especiales" de Reika pudieran desarrollarse con mejor plenitud pues aparentemente ella todavía no tenía mucho control sobre ellos por eso mismo tampoco debía usarlos cuando ella estuviera en un estado de animo poco convincente para realizarles como lo era estar enfadada pues quien sabe qué tantas cosas pudiera ocasionar.

En fin, era el momento de actuar, quién sabe hasta cuando se podría dar una oportunidad como esta y fue así como antes de que el cerillo extinguiera su flama, Reika abrazo esa pequeña flama con su mano libre y la apegó ligeramente a su cuerpo y en cuestión de segundos el fuego se extendería al rededor de ella y su rojizo cabello se envolvería ligeramente en llamas como si en cualquier momento el fuego fuera a consumir todo su cuerpo pero lo más extraño es que no sería así, al parecer las feroces llamas estaban bajo el control y dominio total de la peliroja... o al menos eso parecía ser hasta ahora. [/i][/c]

[c=#E50000][i]De reojo pudo observar que el chico le había seguido el paso y al ver que ahora caminaban a la par, giró ligeramente su rostro y al escuchar la última pregunta, Reika volvería nuevamente a su mirar hacía el frente.[/i][/c] [b]—¿A dónde quiero ir? Jhm... al parecer nadie te había contado de este sitio ¿Cierto? Pronto desearas no haber pisado este lugar.—[/b] [c=#E50000]Estas serían las últimas palabras por parte de Reika, todo lo demás serían grandes lapsos de silencios incómodos, únicamente se dedicaba a mostrarle cada habitación y explicarle con pequeñas oraciones para qué era cada una de las habitaciones.
El atardecer caería pronto, eso significaba que Reika debía darse prisa, el atardecer era la señal de que el momento había llegado.

La Madre superiora había dado la orden de que a las 8 en punto debían apagarse las luces y todos debían ir a dormir, parecía una broma pero esa era la realidad.[/c] [b]—Creo que me faltaron algunos lugares por mostrarte pero eso no importa, mañana te los mostrara alguien más.—[/b] [c=#E50000]Al entrar a su respectiva habitación se percataría que el recién llegado sería su nuevo compañero de habitación pues pudo imaginarse que aquellas cosas ajenas a las suyas pudieran ser de él pero eso ya no importaba, Reika tenía que continuar con el plan de escape. Se acercó al colchón en el que dormía ella y al levantarlo sacó un par de cajas con fósforos y sin importarle que el muchacho pudiera verla, guardo ese par de cajas dentro del uniforme que debían portar todas las chicas del lugar.

Aparentemente solo necesitaba de una chispa, una provocación para dejar salir todo ese poder que ella llevaba dentro y en cuanto el reloj marcara las 8:00 pm todo daría inicio.[/c]

[c=#E50000][i]Dicho lugar parecía ser algo duro con sus moradores, lugar donde las reglas tenían que respetarse y seguirse al pie de la letra, las rutinas y horarios eran lo mismo de todos los días, todo era tan monótono que pareciera que la gente careciera de sueños y un futuro prometedor, algo realmente patético o al menos esa era la forma de pensar de Reika, una chica de nacionalidad Japonesa que por asares del destino y por ser "diferente" a los demás fue a parar a ese horrible lugar. ¿Es que acaso no existía una salida? Esta definitivamente no era la vida que ella deseaba llevar así que debía idear un plan lo suficientemente bueno para poder salir de ahí ¿Pero cómo? ¿Acaso debía tomar medidas extremas? Quizá la única forma para salvarse era...
Pero fue en ese preciso momento cuando alguien interrumpió aquellos profundos pensamientos y planes que Reika estaba pensando e ideando; sus facciones no mostraban alegría alguna sino todo lo contrario. [/i][/c]

[b]—¿Ah? ¿Por qué tengo que ser yo quién te muestre el lugar? Puedes recorrerlo tú solo.— [/b] [c=#E50000][i]Dichas palabras no mostraron gran simpatía así que una de las Madres exclamó.[/i][/c] [c=#660000][b]—¡Reika, has lo que se te pide![/b][/c] [c=#E50000][i]Y sin más, Reika unicamente hizo una mueca de enfado y se dirigió hacía la salida esperando a que el chico la siguiera, aunque si no fuera así a ella le importaría poco pues al menos se había salvado de la odiosa clase de cocina que tanto aborrecía y detestaba. Mientras tanto sus pensamientos continuaban divagando en busca de un buen plan para escapar sin poner absoluta atención al recién llegado.[/i][/c] [b]—Necesito salir de aquí a como de lugar...—[/b]