User1582893 is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
31-35, M
Sólo me gusta leer.
About Me Notes
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
What would you like to add to User1582893's Whiteboard?
Attribute
Gesture
Just a Comment
E1581011 · 18-21, M
Eugeo no pudo evitar el rubor que subía por su cuello, pero no hizo ningún esfuerzo por ocultar la sonrisa que le curvaba los labios. Su cuerpo respondía a la proximidad de Yuuta, las sensaciones se agolpaban en su mente, cada una más embriagadora que la anterior.

—Yuuta...— Su voz era apenas un susurro, pero cargado de promesas y de una lujuria apenas contenida. Miró al otro hombre a los ojos, su mirada era intensa, sus pupilas dilatadas por el deseo.

Lentamente, llevó una mano al rostro de Yuuta, sus dedos acariciando suavemente su mejilla, bajando hasta su cuello, sintiendo el pulso acelerado bajo su piel. Su sonrisa se ensanchó un poco más al ver la reacción de Yuuta a su tacto, la forma en que se inclinaba hacia su mano, como si buscara más contacto.

—Siempre te he querido, Yuuta— admitió, sus palabras eran audaces, pero su tono era suave. —y quiero explorar... todo contigo.

Sus palabras colgaban en el aire entre ellos, cargadas de implicaciones y deseos no pronunciados. Su mirada bajó a los labios de Yuuta, viéndolos entreabiertos, y la tentación se hizo demasiado grande para resistirla. Eugeo se inclinó hacia delante, capturando los labios de Yuuta en un beso que era tanto una afirmación como una promesa, un fuego que prometía consumirlos a ambos si se rendían a él. Pero en ese momento, Eugeo no le temía al fuego. No si era Yuuta quien lo encendía.
 
Send Comment
— ... — El ángel desvió su mirada al verse confrontado por aquel ser humano, apretando sus manos y tragando saliva, debido a los nervios. Le había descubierto, pero debía buscar la manera de que aquello no transcendiera hacia más personas. — Por favor...N-No le digas a nadie lo que soy...
E1581011 · 18-21, M
Eugeo estaba un poco sorprendido, pero no incómodo. De hecho, estaba muy lejos de eso. La sonrisa que había estado luchando por contener finalmente rompió las barreras y se apoderó de sus labios.

—Yo... —Su voz tembló un poco, pero se rió suavemente, avergonzado—. Yo también, Yuuta. Siempre he querido conocer más sobre ti.

Y entonces se quedó callado, su sonrisa amplia y brillante iluminando su rostro mientras sostenía la mirada de Yuuta. A pesar de que el sonido de su corazón latiendo parecía ser el único sonido en la habitación, Eugeo se sintió increíblemente en paz. Estaba asustado, sí, pero también estaba emocionado. Había algo tan intrínsecamente hermoso en la vulnerabilidad de aquel momento, y Eugeo decidió, entonces y allí, que no le importaba ser vulnerable, no si era con Yuuta.

—Estoy feliz. —Eugeo admitió finalmente, su voz no era más que un susurro. Pero sus ojos decían mucho más, brillando con una mezcla de emociones; miedo, incertidumbre, emoción, y más que nada, felicidad.

Por un momento, simplemente se quedaron allí, disfrutando del silencio entre ellos. Entonces Eugeo alzó su mano y la colocó sobre la de Yuuta, un gesto simple pero lleno de significado.

—Me gustaría mucho eso, Yuuta. —Finalmente dijo, y aunque era solo una respuesta a una pregunta no formulada, ambos sabían que era mucho más que eso. Era una promesa, una de muchas por venir, y Eugeo no podía esperar a ver dónde los llevaría este nuevo camino.
— ¿Ah? ¿Me hablas a mí? — Alis fingió no conocer al sujeto, ya que estaba usando su apariencia humana para podee convivir con las demás personas, sin revelar su naturaleza angelical. — Cre-Creo que me confunde con alguien más... — Dijo un tanto nervioso, evitando tener contacto visual con él.
E1581011 · 18-21, M
Eugeo se quedó un momento en silencio, mirando a Yuuta. Los ojos azules de Eugeo se abrieron con sorpresa antes de que una sonrisa un poco tímida se deslizara por su rostro. Su corazón latía con fuerza en su pecho, y podía sentir un rubor más pronunciado extendiéndose por sus mejillas.

—Yo... —Empezó, su voz era suave y tranquila. Se quedó sin palabras por un momento, antes de sonreír un poco más amplio. —Gracias, Yuuta. Eres demasiado amable.

Eugeo bajó la vista hacia la figura de madera en su mano, y luego volvió a mirar a Yuuta. Había algo en su mirada, una especie de resplandor que no había estado allí antes. Parecía más seguro, más abierto. Sus ojos se encontraron con los de Yuuta, y sus labios se curvaron en una sonrisa más segura.

—Estoy contento de que te guste. —Dijo finalmente, sus palabras eran honestas. Y luego, con un tono un poco más atrevido, añadió—. Y tú, Yuuta, también eres bastante encantador.

Sus palabras resonaron en el aire entre ellos, y Eugeo esperó a que Yuuta las recibiera, su mirada nunca dejó la de Yuuta. Todo alrededor de ellos parecía haberse silenciado, y todo lo que existía para Eugeo en ese momento era Yuuta, y la expresión en su rostro cuando recibió su cumplido. Eugeo esperaba que Yuuta entendiera su significado, porque aunque no era una confesión completa, era mucho más de lo que Eugeo normalmente se permitía decir.
E1581011 · 18-21, M
Eugeo se giró al escuchar su nombre, y su expresión cambió de concentración a sorpresa y luego a una cálida sonrisa al ver a Yuuta. Sus ojos azules se iluminaron, como si de repente el mundo se hubiera vuelto un poco más brillante.

—Yuuta. —Respondió Eugeo, su tono era agradable, sus palabras parecían danzar en el aire entre ellos. La sonrisa en sus labios era genuina y su mirada era suave, con un brillo de curiosidad. —Estaba mirando esto. —Dijo, levantando el objeto que había estado examinando. Era una pequeña figura tallada de madera, detallada y delicada.

Eugeo la sostuvo hacia Yuuta, su mirada nunca se apartó del rostro de Yuuta. Había un ligero rubor en las mejillas de Eugeo, tal vez debido a la atención directa de Yuuta, o tal vez porque simplemente se sentía un poco tímido. Aunque era suave y gentil, Eugeo siempre había sido un poco reservado, especialmente cuando se trataba de su propio corazón.

—¿Qué opinas? —Preguntó Eugeo, sus palabras eran como una melodía, una invitación para que Yuuta se acercara aún más. Estaba claro que a Eugeo le importaba lo que Yuuta pensaba.
E1581011 · 18-21, M
¡Yuuta-san! ¿Quieres que te acompañe a alguna parte? Te puedo apoyar en lo que tú necesites. ¡Eres alguien genial! — Sonrió el rubio ante la propuesta y los buenos tratos por parte del mayor.