-Desvio un tanto la mirada, no había desdén en su expresión, más bien parecía querer evitar un contacto directo entre sus ojos, aún le costaba un poco dejarse ver "suave" a pesar de la confianza que estaba ganando con ella. Así, regreso su vista, debía asegurarse primero en como se sentia- ¿Cómo sientes la lengua?

Las manos de su maestro rodearon las propias en un cálido abrazo que provocó una sonrisa en Lue. Se quedó esperando con la lengua de fuera, convencida de que si seguía las instrucciones masculinas el congelamiento de su lengua se iría. Lo miró y sonrió un poco a manera de agradecimiento.

-Asi ese solo paso a aproximarse, suponia que al final de cuentas debia guiarla incluso en cosas basicas, por lo cual primero se inclinaria en su direccion, poniendo ambas manos sobre la que sostenia la paleta, en orden de separar cuidadosamente la misma de su lengua- Espera unos segundos, y vuelve a lamer, una pasada solamente

— ¿Ahoda qué hago, pydion?

-Puso su pulgar e índice sobre sus párpados, era de esperarse, al final de cuentas se trataba de una primera experiencia-

Debes lamerlo una vez, si mantienes la lengua ahí te dolera

— Pero mi dengua duede, maedstro, pydion.

Se llama helado. Y si, la idea es que te refresque.