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31-35, F
[Fandom de Slayers] [Princesa destructiva] [¡Que el caos caiga con mi hermosa risa!]
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Siguió adelante sin importarle ya más nada, incluso metiendo prisa al ritmo de la invocación. [?]

—[code]...enterrado en la corriente del tiempo. Por la grandeza de tu nombre, juro aquí servir a la oscuridad. Y todos los estúpidos que osen oponérsenos serán destruidos por el poder que tanto tú como yo poseemos...[/code] ¡YA NO TE SOPORTO, MARTINA! —3, 2, 1... [?]— [code]«¡DRAG SLAVE!»[/code]

 
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Martina... Tú, desgraciada... —la ira que le despertó sirvió para amortiguar la risa y no acabar con una sordera severa. [?]— Ya me cansé, ¡me tienes harta! —empezó a recitar por lo bajito [?]—: [code]Más oscuro que la noche, más rojo que la sangre...[/code] [!?]

saludos gracias por aceptar la solicitud
gustaría hacer una historia ?
"Tontos y demonios". Sí, Martina no tenía realmente la mejor suerte en asuntos del corazón (o de atracción a primera vista, siendo más exactos). Recordaba aquellos degradantes acontecimientos de la princesa y quizá, precisamente, aquel duro ejemplo la detenía de dar el paso que ella sugería: la pena, la humillación... No eran cosas con las que Rina podría lidiar tan fácilmente. Prefería mil veces enfrentarse a mazokus de gran escala o cualquier otra criatura de dudosas intenciones proveniente del plano astral, antes que hacerle frente a sus... sentimientos.
La presión de Martina, sin embargo, había conseguido inquietarla lo suficiente como para llegar a plantearse la posibilidad: ¿Qué pasaría si...?

¡No, es imposible! —más que una respuesta dirigida a Martina, ella parecía responderse a sí misma, a sus conflictos internos. Una mueca contrariada ocultó la pena apenas visible, como una fina capa de rubor, en sus mejillas— ¡Y tú no me amenaces, me oyes!

¿Adelantarse? ¿Alguien más? Ellos siempre habían estado juntos, o por lo menos así había sido desde hace un tiempo. Un tiempo lo bastante considerable como para asumir que la presencia de uno siempre estaría para el otro, que no se iría, que la dinámica de su relación no cambiaría, que no habría alguien más y sin embargo... La sugerencia de Martina puso en marcha varios engranajes en su cabeza, unos que nunca, hasta ese instante, se habían movilizado. Una sensación de inquietud y urgencia la invadió, pero no podía hacer nada al respecto.

Sí, bueno... Las cosas no son así para él... supongo. —rascó su mejilla con incomodidad, ¡ya no quería hablar de eso, qué pena!— Es difícil saberlo...

¡¿D-de qué tonterías estás hablando?! —Cierto. A pesar de todo, del desgaste energético que suponía lidiar, pelear y discutir con la escandalosa princesa de Zoana, ella era parte del grupo; una más e igual de apreciada—. No... —Musitó, aunque tratara de ocultarlo, visiblemente afectada por el curso de la conversación. Hablar de sentimientos, de expresarlos, no era -ni sería, en un millón de años luz- el fuerte de Rina Inverse.