— ¡Sett! No digas eso... No nos ha atacado ningún zombie, así que gracias por eso. Pero creo que las chicas sí te han extrañado, incluyéndome.
Le codeó con suavidad, conteniendo la carcajada por lo hilarante de su comentario. Siguió la marcha junto a él, recargándose un poco en su cuerpo porque sí estaba un poco cansada, pero no quería aparentarlo.
Pudo sentir la cercanía de la chica al cuerpo propio, por lo que optó mejor por pasar su brazo por sobre los hombros para abrazarla de esa forma apegándola un poco más a él. Al mismo tiempo en el que sonreiría con calma escuchando sus preguntas.
—Bien, ocupado... Espera... ¿Dices que he fallado? ¿Acaso se han peleado contra un zombi últimamente? ¿Verdad que no? De nada...—
Se echó flores, y si bien no estaba todo el día con las chicas, era porque sabía que ellas podían poner en su lugar a quien fuera. Pero como buen guardián las cuidaba desde las sombras, como si de un murciélago cuidaría una ciudad gótica.
Giró el rostro para mirarlo mientras avanzaban, después de darle el último sorbo a su bebida y deshacerse del envase en la papelera que le quedó al paso. Mientras caminaba no soltó su mano y, contrario a lo que se esperaría, se pegó un poco más a él.
— ¿Cómo has estado? Hacía tiempo que no sabía de ti, como guardaespaldas creo que has fallado sólo un poco.
Su comentario era más una broma que un reclamo en sí, o eso dejaba entrever por su sonrisa.
Pudo sentir aquel agarre fuerte por parte de la chica a lo que este afirmó con la cabeza para ir con ella caminando a su lado sin soltarle de la mano, incluso se atrevió a buscar la forma de entrelazar los dedos. Al mismo tiempo en el que le miraba de reojo.
En cuanto su mano fue tomada, apretó suavemente la ajena, acentuándose la dulce mueca de sus labios. Aprovechó que empezaba a entrar un poco más en confianza con él para tirar suavemente de su brazo y ser ella quien lo guiara en su caminata.
—Oh, es verdad... ¿Tienes tiempo en este momento?—
Cuestionó, mientras que sin dudarlo un segundo, tomaría la mano de la mujer con la propia solo para sonreírle un poco y buscar que ella le mirara fijamente a los ojos.
—Podemos ir a comer algo... O prefieres ir a caminar.
Repitió la frase en voz baja y fue inevitable que no se volviera a sonrojar por eso. Agachó un poco el rostro y miró hacia otro lado. Eso sí, su sonrisa no parecía haberse esfumado durante ese rato.
— Eso me recuerda... Creo que alguien me debe una cita.
—Sett... "El emprendedor". Tendré que hacer muchos méritos para que me des otro título algo como "Sett, el hombre que adoro" HAhahahaha
Bromeaba pero si ella quería no era broma... (?) para luego él sacar de la misma dimensión desconocida una botella con agua, bebiendo de esta para así afirmar.
— ¡No, no! Tranquilo, sólo que no pasé bien el juego. A veces soy un poco torpe.
Ahora que estaba más tranquila, se ánimo a encararlo de nuevo. Le dio otro sorbo a su juguito, mientras se volvía a tomar un nuevo mechón de su cabello, el que estaba tinturado de verde.
