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Devoción
 
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Sus ojos carmesí como su lanza apenas brillan en un eterno mirar melancólico. Su sonrisa es lastimera y moderada, casi como si contuviese de hacerlo... pero cuando entra en batalla, es como si bailase y por solo meros instantes sonríe un poco más.

Mientras más aprendo de ella, más me doy cuenta de que jamás había sentido esta curiosidad por alguien. Entre bebidas y risas descubro más y más de ella con sus allegados que me llaman iluso al querer acercarme al infierno. Pero no puedo evitarlo... y con ello, acudí a la única persona que podría ayudarme en este predicamento.
*La puerta corrediza se abre y una figura blanquecina irrumpe en la habitación de Fujimaru Ritsuka *

— ¡Mastah, mastah! Lleveme a recolectar materiales con Scáthach-shishou!!
Levanta más peso que el hombre más fuerte.
Impone con su mirar a pesar de su baja estatura.
Se mueve con más gracia que una musa.
Su atuendo es lo último que un guerrero llevaría a la batalla.
Oculta su rostro en una tela pero jamás ataca por detrás.

Esa es Scáthach, la maestra de Cu Chulainn del Ciclo de Ulster. Su leyenda y proezas radican ocultas en las sombras proyectadas por el Chico de la Luz. Regente de la Isla de Skye y de la Fortaleza de las Sombras, se trata de una mujer que jamás había visto o hubiese podido imaginar. Una mujer que ha visto la muerte de cerca, pero como portadora de la misma y no como un destino que le espera... pues más allá de la condición de un Servant, ella es inmortal. Se dice que la sangre de incontables seres que vieron su vida acabada por su lanza bañaron su cuerpo hasta el punto de hacerla trascender y alejarse del mundo humano.
Ritsuka tiene innumerables figuras históricas a su disposición, como la legendaria figura del clan Minamoto, Minamoto no Yorimitsu. El fundador de uno de los más grandes imperios jamás conocidos, Alejandro Magno. El legendario aventurero, Francis Drake. Todos y cada uno de ellos mantienen una afable amistad con este chico que ha visto el peso del mundo sobre sus hombros... es sin duda digno de admiración. Así que ser su arma es todo un honor en sí.

Durante mi tiempo en los pasillos de Chaldea me dedique a observar cual sería mi función. Soy un Servant ahora y uno relativamente carente de una historia como todas estas grandes figuras. Para resumir lo que soy sería apropiado decir que soy una recolección de vivencias durante tiempos de guerra que anhela el vivir ahora. Así que cuando supe que había un Servant cuyo deseo era morir... no lo logré entender.
Entre los soldados hay rangos. Entre los guerreros hay nombres.
Dentro de cada nación de guerreros es el honor y los méritos en batalla lo que les da un sitio especial dentro la armada por la que luchan. La figura del guerrero samurái figura sobresaliente hoy en día cuando se habla de guerreros.

Un samurái debía ser dechado de educación, indiferente al dolor y de lealtad inquebrantable hacia su señor; siendo esta última cualidad la que lo diferenciaría de un ronin, un forajido.

En "vida" serví al Sabio de la Historia, aquél que vería por el curso correcto del tiempo y protegería su integridad ante cualquier amenaza. Él/Ella poseería los ojos y el juicio para corregir cualquier eventualidad que significase una variante en el fluir del tiempo... costase lo que costase. Debía mantener su temple y tomar decisiones que ninguna persona quisiera afrontar. En muchas maneras, la figura del joven Ritsuka se asemeja a este ser que alguna vez existió...

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