« Back to Album · Next »
LA PERSECUCIÓN.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
AemondTargaryen · 31-35
Eventualmente comenzó a salir, pero las cosas eran diferentes. Supervisaba de forma desanimada, aunque algunas veces sonreía cuando sus hijas obtenían avances; ellas eran verdaderamente talentosas, después se sumaron sus hijos, también sus nietos. En realidad se equivocó en hacerlo todo solo.

Y entonces se iba. Volvía, y desaparecía de nuevo. Algunas veces llegaba sucio, lleno de tierra, pero pedía que se le ignorara y solo acudía a la ducha para irse otra vez.

Un día llegó con una herida que en realidad ocupaba antibióticos y una sutura decente. Ya había recibido ambos, así que se dio el lujo de ir en busca de un café y volver a su habitación para dormir... Justo cuando sintió una energía terriblemente familiar, a la vuelta del pasillo.

Se detuvo, mirando expectante y esperando haberse equivocado.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment