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SANGRE Y VINO.
 
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Thelilacwitch · 18-21
Acotó la orden al segundo.

━Un hijo. ━Eso había prometido, ¿qué era un rey sin herederos? Ella iba a dárselos, uno por el momento.

La cercanía de sus cuerpos la motivó a seguir endulzando su oído, tocar sus brazos la hizo reconocer que había crecido en musculatura y fuerza. ¿Qué tanta fuerza? Se iluminaron sus ojos con curiosidad, los cerró.

Empujó su rostro al suyo para empezar a besarlo, a recordar cómo se sentía hacerlo y después impuso fuerza para borrar cualquier rastro que suyo no fuera. Al fin lo aceptaba, era una mujer celosa. Le chupó el labio inferior asomando sus dientes al final.

━¿De quién eres? ━susurró sin alejarse, estirándole por los antebrazos hacia el lecho.
AemondTargaryen · 31-35
— Refresca mi memoria. — En realidad recordaba otro tipo de cosas de ese día, cosas que ansiaba repetir. Cuando ella le ayudó con su ropa él también buscó solucionar ese problema para ella. Desató su vestido con paciencia, retiró su capa y dejó intactos sus accesorios. Tampoco tocó su corona, lucía maravillosa con ella.

Ya terminado puso sus manos en su cintura, acercándola a él. Se permitió subir y bajar los dedos a lo largo de su silueta, tan perfecta como la recordaba.
Thelilacwitch · 18-21
El tiempo acostumbraría a su cabeza a llevar el peso extra de la corona, pero ahora esta descansaba con la Aemond. Exploró la habitación a pasos de tortuga, era más amplia y lujosa. Al retornar pasó los dedos por el cubre de la cama y después por la madera.

¿Por qué tardaba tanto en reaccionar? La tensión creció por todo su cuerpo. Ya nada podía retrasar este momento de mediación.

━ Necesitarás ayuda. ━Comentó acercándose, le desprendió la capa y las demás ropas ostentosas que había vestido para la ocasión. ━ ¿Recuerdas mi promesa en nuestra primera noche?

Levantó la mirada, extendiendo los dedos por su cuello desnudo.
AemondTargaryen · 31-35
Sonrió a lado. Sí, eso era mejor que la graduación.

Señaló hacia un costado usando su cabeza. Rexus estaba allí, discreto entre la gente. ¿Qué hacía allí un hombre lobo en un mundo de humanos? Estaba por verse. Ser coronado era algo sencillo, pero los traidores estaban a la orden del día sin importar el rey.

Además aún no había dado con los bastardos de Rhaenyra, pero se encargaría de ellos.

Cuando la ceremonia terminó se apresuró a ir a su nueva habitación. Todo allí estaba limpio, tanto sábanas como cortinas y el colchón eran nuevos, y eso era un alivio. Su padre había muerto allí, y también su hermano.

Ya no se sentía tan culpable por todo ello. Caminar con su esposa con sendas coronas alivió en gran medida su remordimiento. Las cosas ya estaban hechas, y el las hacía mejor.

Dejó la corona en su sitio, la acarició con los pulgares y suspiró. Listo.
Thelilacwitch · 18-21
Algo que la enorgulleció fue recibir las felicitaciones de su suegra, relación que con el tiempo alimentaría con cuidado. Por ahora tenía una nueva meta: dar un heredero, por fin.

━Es como en la academia... populares y llamativos. ━Comentó a su esposo mientras recorrían el salón.
Thelilacwitch · 18-21
La gente siempre gusta de las historias que contengan amor, un escape de la muerte cotidiana y de los problemas que surgían en una tierra tan hostil. Por eso la historia de Los Matasangre fue bien acogida por nobles y pueblerinos, obteniendo un segundo nombre: Los Amantes.

Primero fue coronado Aemond y ella le siguió. Ante ellos muchos pusieron líderes de casas importantes pusieron sus espadas y las rodillas en el suelo, jurando lealtad. Eso la aburrió un poco, pero no tenía remedio quejarse.

La parte divertida fue saludar a la gente por el balcón. Desde allí se veían a la perfección las cabezas de trofeo, un recordatorio del poder que juntos manejaban. Y la gente alabando a sus pies.

En ese momento lo miró, fue tan íntimo para sí, verle cumplir lo que dijo y además de eso obtener su mano. Al darse cuenta de que no le había soltado la mano hizo que sonriera como nunca antes.
AemondTargaryen · 31-35
Ambos volvieron a dormir, y no opuso resistencia a hacerlo solo. Aún necesitaba descansar, y necesita a aclarar su mente.

Al día siguiente se reportó listo para la coronación, y toda la fortaleza se puso a trabajar. La habitación del Rey y la Reina ya estaba lista para ser ocupada, y autorizó que movieran las pertenencias de ambos a cada una.

La coronación sería rápida, frente a los nobles. Saldrían al balcón a saludar, y eso sería todo. Le pondrían la corona de Aegon el Conquistador, la que usó su hermano algunos días de forma irónica. Pidió que se hiciera una réplica femenina de la misma corona para su esposa.

La ceremonia comenzó, con la sorpresa de que el Rey ya estaba casado. Caminaría hacia el trono de hierro junto a ella, y le ofreció su mano para escoltarla. Los Matasangre, como les llamaban ahora, irían por su trofeo.
Thelilacwitch · 18-21
━Todo salió según lo planeado. Sabía que fuera de ti harías lo que sea, sin pensarlo dos veces. ━Soltó un suspiro apretándolo un poco. Por fin estaba a salvo y lo tenía. ━Lo siento mucho... por todo el sufrimiento que te causé.

Ya no veía nada, estaba llorando en silencio, cosa que no se había permitido en el año. Cuando cesó su desahogo le pidió amablemente que volviera a descansar teniendo las cosas más resueltas.

━No me iré a ninguna parte, lo prometo. ━se despidió en su puerta con un beso. No acepto dormir con él porque le incomodaba la idea de estar en una cama usada por alguien más.
AemondTargaryen · 31-35
Le pasó los brazos alrededor del cuerpo para abrazarla. Ella cabía perfectamente entre ellos, y supo que era eso lo que le faltaba. Los reemplazos jamás lograron calentar su corazón como la presencia de ella lo hacía.

— Bien por ti. Yo me volví loco, pensé que te harían daño por mi culpa. — Inclinó la cabeza para besar sobre su cabello, cerrando su ojo para disfrutar el momento.

— Maté a Aegon cuando me dijo que no eras prisionera. Después de allí... No me reconozco. —
Thelilacwitch · 18-21
La media sonrisa le temblaba; no era tan impresionante sentarse en el trono como verlo de rodillas. Aclaró su garganta, con los pensamientos más calmos le tomó las manos, las acarició sintiendo que estaban más duras que antaño.

━Somos el sueño hecho realidad, Aemond. Yo hice lo que tenía que hacer para ayudarte, no podía estar sin hacer nada. ━Había tanto en su voz y aún así no se quebró. Atrapó la atención de su ojo al decir: ━No dejé de amarte, fue lo que me mantuvo cuerda todo este tiempo.

De pie lo ayudó a estar igual. Sintió confianza para pegarse a él con un abrazo, que se convirtió en algo más grande que tener una corona sobre su cabeza.

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