—Suspiró de camino a la sala, Tomoe era sumamente importante para ella, eso estaba más que claro aunque no se lo dijera a viva voz pero sus acciones denotaban aquel cariño que sentía npor el kitsune—

Ese beso caló hondo en su ser, afortunadamente agradecía qué todo lo que respectaba a su mente era solo para él y no fue capaz de decir nada más, ni de realizar una acción ligada a ese beso. Solo cerró por un segundo los párpados y continuó tajando los champiñones.

—Asintió pero no sin antes dejar un beso sobre la mejilla de su protector— Gracias, Tomoe.

Apartó suavemente su mano y prosiguió a seguir cocinando — Regresa a la sala, en breve estaré ahí—

—La calidez de su mano siempre era agradable y cuando ponía su mano sobre las suyas esa calidez la invadía, giró el rostro para observarlo— B-bueno... De vez en cuando no estará mal. —Si... Los odiaba pero sabía que Tomoe los preparaba para mantenerla bien alimentada—

Su mano libre se elevó y acaricio el dorso de la mano que Nanami poso sobre su hombro — Por este mes será la última vez que haga champiñones...—

—Curry... Repasó el nombre en su cabeza, pero tal vez si lo haya probado pero era tan distraída que era normal que lo olvidara— Eso creo... Pero huele bien. —Dijo olisqueando un poco, sí que era un aroma agradable—

— Curry, ¿Lo has probado?— Preguntó sin dejar de realizar la actividad de corte de las especias sobre la tabla de picar.

—De todas maneras hizo una mueca, pero iba a probar lo que le daría, así que se asomó por sobre su hombro— ¿Y qué es eso?

— Tranquilizate, estoy haciendo algo especial esta vez ni vas a sentir los champiñones— Continuó cortando en pedazos muy pequeños los champiñones.