Sigmaleo

Aromas nuevos, risas haciendo eco entre paredes tan estrechas como las de aquel callejón sin salida en donde tenuemente las luces se asomaban y con ello, el ambiente en las calles donde una multitud celebraba alrededor del pueblo obstruyendo el asfalto, otros cuantos manteniéndose frente a puestos ambulantes o simplemente disfrutando de la música en sus pórticos.

Disfrutaba de ver eventos como ese porque, para sus ojos aquello era algo completamente nuevo. Sus manos yacían en el borde de la pared que junto a su cabeza eran lo único sobresaliendo de aquella oscura ruta, caminó hacia delante sin poder darse el tiempo de hacerlo con lentitud, rápidamente los cuerpos arrastrándose al frente la hicieron avanzar al mismo ritmo.
Muda en un principio con las voces repartidas a sus costados, quizá de no haber dado vuelta la cara no se hubiese encontrado con aquellos iris tan indiscretos como los suyos.

Los labios de la vampiresa se curvaron, una mínima señal de confianza si así lo quería ver. No olía como una criatura ordinaria en lo absoluto, pero preguntárselo entre tanta gente los pondría a los dos en un lío.

— Linda noche, ¿verdad? —

Se dirigió al hombre con particular ánimo entonando sus palabras.