Una pequeña duda surgió como una mala mata en medio de un campo de rosales, la cubrió al instante en lo profundo de su consciencia, sabía que esa sospecha tendría que lidiar con ella más tarde cuando esté en su cama, pero, no ahora.

Contrario a sus temores, sonrió derramando unas cuantas lágrimas que quedaban. —Fighter-chan... Lo que más me gustaría ahora mismo... Es...

Acercó su rostro al ajeno lentamente entrecerrando sus ojos. Dejó que el ambiente se llenara de suspenso.