La calentura se le sube hasta la cabeza; va a desfallecer aquí, lo presiente en sus huesos. Pese a lo lógico de soltar el fuego que arde en todo su cuerpo, se encuentra abrazando aquella dulce tortura, sumergiéndose en el volcán que hizo erupción el día que se encontraron.
Ignorante de los efectos de sus propias acciones, acerca más su cuerpo al contrario; su propio corazón buscando latir al son del contrario. Su aliento soplando la mejilla derecha sin saber de dónde proviene este calor que la vuelve esclava de un anhelo desconocido. Pegando su frente a los cabellos azabaches toma un respiro de sus propias emociones. —... Seiya-Chan... —Es lo único que puede decir, sus propios ojos quebrados en un llanto por el deseo creciendo en su pecho sin comprender de que se trata.
-Ajem 😋 lo siento, a veces no puedo controlar las emociones que tengo como Seika.-
Sonrie traviesa pero desvía la mirada hacia Usagi cuando esta da besitos en su mejilla, se voltea para recibirlos en su boca y es sorprendida por una dulce lengüita traviesa pero a la vez tímida que acaricia sus labios. Cerrando los ojos corresponde igual, los besos de Usagi son tan dulces como la miel y aunque comenzaron con unos bastante tiernos, estos subieron de tanto de tono que el pecho de Seika se puso caliente.-
—¡Uy, Seiya, compórtate! ¿Qué eres, una niña pequeña?— No obstante, amaba cada uno de sus pequeños chillidos. Ah, en este punto de su relación, tan solo quedaba cuestionarse quien era realmente la tonta enamorada. Si Seiya por estar siempre detrás de ella, con actitudes tan traviesas... O ella, por caer en cada uno de sus encantos.
Tan solo puede quedarse buscando el toque ajeno. Deslizando suavemente su nariz por la mejilla, inhalando su dulce aroma. Besa con suavidad, es inexperta en el amor; jamás experimento un contacto tan físico, lo máximo fue pequeños toques en la mano. Sin embargo, parece que con Seiya, está aprendiendo demasiado rápido. —Seiya-chan. —Pronunció su nombre con suavidad; empeñando toda la miel de amor al saborearlo en la lengua, Seiya, que perfecto nombre para una estrella.
Mmmm, tus labios son dulces como un bombón. -Rie al ver lo rojita que se puso, es tan linda y tierna que no puede resistirlo, abrazandola con mucho cariño y frotando su mejilla con la propia.- Kiaaaaa Usagi chan!!!!
—¡...! —Tan solo puede derretirse en ese sorpresivo beso. Las mariposas en su estómago se agitan como enjambre de abejas.
¿Por qué tiene que ser una persona tan linda? Le da un beso en la mejilla y luego, otro poco en la boca. Está bien roja de la vergüenza, pero muy feliz.
