Apoyó su frente en la contraria. Todo su cuerpo se arqueaba casi a punto de dejarse caer tan profundamente como su amor por ella. Seiya, su amada "caballero y guerrera". Esta era la persona que vio en sus sueños. Todo su anhelo: aquella que haría cualquier cosa, no importa cuando y dónde sea. La persona que tanto esperó desde su infancia.

Su desesperación en transmitir cuán profundo es su afecto se calmó por aquella simple frase en los labios contrarios. En medio de los besos afectuosos, pudo sentir la lengua contraria intentando profundizar en la suya, y lo permitió. Aquellos besos robados no eran apropiados para una princesa. Una relación entre una guerrera y una princesa jamás se permitiría en tiempos antiguos. Sin embargo, relación prohibida o no. Ya no le importaba.

Tenía una atención exclusiva en las caricias por su cuerpo, en la pasión desbordante de Seika. Correspondió quitando las lágrimas caídas. Un espacio para respirar fue suficiente para regalarle una sonrisa.

Los ojos de Seika se humedecieron, aquella pequeña frase tenia un enorme valor para ella, trago saliva y trato de hacerse la fuerte para no romper el momento al romper con lagrimas. -Lo se Bombón.-

Sentía que explotaría, la felicidad en su corazón era tan enorme que de no ser por estar aferrada a su Princesa, sus piernas ya habrían flaqueado, cerro los ojos y simplemente se dejo llevar por aquel maravillos sentimiento que nunca les fallaba a ambas. Beso los dulces labios de su amada Bombon y la abrazo mucho mas fuerte, dolia un poco su pecho por el abrazo pero eso no rompia la magia del momento.

(2) Las promesas eran insuficientes al lado de la pelinegra. ¿Cuál era la manera indicada de corresponder sus afectos? Siempre se lo cuestionaba, las palabras eran pocas, y su manera de expresarlas... Era difícil. Pero, haría un esfuerzo por su floreciente amor.

Su rostro siguió detallando las facciones de la estrella fugaz. Una extraña combinación de fortaleza y delicadeza. Elegante y despreocupada. El amor puede hacer cosas bastante maravillosas, así que, se pregunta a sí misma si ve la realidad o son sus fantasías amorosas. No obstante, no pierde el tiempo.

Le regala una cálida sonrisa, ambos luceros destellan dulzura. Su corazón arde al son de la luz estelar en su amada. —Te amo. —Pronunció igual que una verdad universal. Ese hecho factible reverberó por cada rincón de la galaxia. Todo ser vivo se enteraría de la franqueza de sus emociones.

(1) Su alma brincó de felicidad; una enorme satisfacción la albergó, alguien consideraba que era una princesa de verdad. Incluso si ha conocido sus constantes defectos: Una niña torpe, malhablada, sin buenos modales, la lista iba para largo.

Se aferró a la chaqueta ajena inhalando el perfume. Sí, este era el lugar en el que siempre quería estar. La seguridad se sus brazos la arrullan. Es esclava de este sentimiento: amor. Floreció sorpresivamente ante la adversidad; germinó en sus angustias, aprendió a amar más allá del cuerpo. Muy en el fondo, admitía que quedaba mucho camino por recorrer para terminar de aprender el complejo significado de intercambiar un afecto verdadero. Sin embargo, este instante en su vida era uno de los más valiosos.

Amaba más allá de las palabras la fortaleza y lealtad que le transmitía como guerrera; atesoraba la sinceridad y afecto desbordante de la dulce estrella. ¿Cómo ganó el derecho de tener en sus manos el corazón de su guerrera amada?

Es verdad que me veo bien con la ropa que uso, pero es porque se lo que va conmigo y créeme lo que te digo, este vestido es feliz si lo usas tu. -Corresponde al abrazo con tanto cariño que de no ser porque llevaba una falda, cualquiera pensaría que era un caballero protegiendo a su princesa.

Si? Aqui estoy para ti Usagi. -Mira su rostro.- Aun lo dudas mi dulce bombon? no importa la forma que yo tenga, siempre serás mi princesa perfecta.

-La ultima vez que dijo aquello, lo hizo en un vestidor, no era un lugar adecuado pero en esa ocasión no pudo guardarlo en su corazón o explotaría pero ahora el momento era mágico para ella.- Te amo Usagi Tsukino, mi bella princesa.

Hay una sonrisa de oreja a oreja que nadie le podrá arrebatar, una calidez en su pecho por los constantes elogios de su amada. ¿Cómo se suponía que debía de lidiar con ser tan mimada?

Corresponde el abrazo apoyando su cara en el pecho ajeno, buscando tapar su vergüenza. ¿Una princesa? Hm... —¡Eso no es cierto! ¡Todo te queda lindo! —Protestó. ¿Acaso quiere que le diga que es la persona más linda que ha visto? — ...Seiya... —Murmuró su nombre de repente, algo tímida con sus mejillas muy rojas. —¿Realmente me consideras una buena princesa... Para ti?

Me encanta!!! -Emocionada saca su celular y le toma varias fotos, luego las mira y le muestra la que mas le gusto.- Esta voy usa de protector de pantalla.

-Mira la foto y le da un beso a la pantalla.- Te vez tan mona! -Guardando su cel no puede evitar el darle un fuerte abrazo.-

Te vez como una verdadera princesa, ese vestido parece que fue hecho exclusivamente para ti. -Frota su mejilla con la de ella.- Si yo lo uso estoy segura que lo arruinaria.

¡Uy, es una completa matona! Pero, no está lejos de la verdad. Es solo que, tiene que mantener su "honor y dignidad" de doncella y princesa. Tal vez, en otro momento cuando estén solas lo considere.

Estira ampliamente el vestido blanco para quitar las arrugas que pueda tener y acomoda sus cabellos lo mejor que puede. Quiere ser realmente linda en este momento para la persona que la espera afuera. —...¿Lista?

Respira hondo y mira su reflejo en el espejo. Tiene que estar segura de sí misma para lo que sea que le vaya a decir. Echándose porras, decide salir del vestidor con una sonrisa algo tensa y nerviosa, sin saber donde poner sus manos mas que en su vestido. —¿Qué opinas? ¿Te gusta? — No entendía porque estaba tan ansiosa por su respuesta.

Ah, no, no te preocupes. De vez en cuando me puedo dar unos gustitos. -A ella no le preocupaba gastar tanto ya que al final de cuentas esa ropa se la daban a precio de costo, saliendo en total a mitad de precio.

Ara ara ara, pero que dices ternurita? Ambas somos chicas al final de cuentas. -le guiña uno ojo aunque Usagi no le deja entrar al vestidor con ella, asi que espera afuera con ansias.-

Sus bonitas palabras son maravillosa miel, y ella ama lo dulce. Sin embargo no puede evitar mostrarse algo preocupada por su situación económica. —Seiya, recuerda, no es necesario gastar todo el dinero en una sola sentada. Guardemos algo para futuras salidas o emergencias. —Es solo un pequeño recordatorio.

De cualquier forma, toma un vestido blanco que llamó su atención. Le gusta mucho la tela y las flores, le recuerdan su propio vestido de princesa. Ahora que lo piensa, Seiya solo la vio por un corto tiempo como princesa Serenity, tiene curiosidad de que pensaría de ella así.

En lo profundo de sus deseos, quisiera combinar su vestuario con Seiya. —No vayas a entrar mientras me cambio, eeeh. —Entra al vestidor echándole una última mirada. Hay un espejo dentro, se pregunta si realmente puede llegar a ser hermosa para su estrella favorita.