SeikichiTanizaki is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
誠希千. The tiger that marks his victims. Irezumi Tattoo.
About Me
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
YuiK1533361 · 26-30, F
¿Crees que sería capaz de hacerte decir algo que previamente sé, solamente para torturarte? Antes sí kedo... ¿Ahora? — Preguntó al instante con ánimo dolido en un murmullo íntimo, casi sin voz, sin esperar siquiera dos segundos para fusionar su propio campo con el del artista, simulándolo, potenciándolo. Pese a que sus propios lagrimales se encendieron como dos cometas rehusándose a caer en el marco fino de sus ojos cerrados, su ceño no se frunció, su boca se mantuvo calma y su tacto ídem. Por concentración no podía dejar que sus sentimientos la embriagaran y la convirtiesen en su presa. Su tono cambió, se volvió extrañamente lógico en su ahínco por poner una barrera que la mantuviera en su centro.

Puede ser que te conozca más que nadie, pero no manejo más información de ti que la que tú tienes de mi. — Y como si se tratase de una reprimenda o castigo tras escuchar esa confesión de triste amor, abrió los ojos con el ceño fruncido, sus iris centellearon en un fluorescente índigo y aunó de golpe su polaridad a la mitad de las partículas del campo electromagnético frontal del maestro, a la par ejerciendo resistencia con sus pies, debiendo inclinar el peso de su propia efigie hacia adelante para no salir despedida de espaldas contra el suelo y la mesa de centro. Derrapó, deslizándose sobre el algodón que enguantaba sus pies; su baja espalda y sus talones debido a la fuerza de repulsión magnética activada quedaron al ras del canto del mueble tras de ella y asímismo, la figura del Tanizaki fue repelida contra el sofá con mediana fuerza. Lo más importante fue que gran parte de la insensibilidad e inmovilidad fue expulsada del cuerpo del tatuador conjuntamente con esas partículas extrañas, las cuales se despegaron de su piel y fueron a dar contra la pared inerte tras de él, no así las que aún residían en sus dorsos, motivo por el cual la insensibilidad, no así su fuerza y control, permanecerían. El efecto del poder angélico quedaría limitado a ese material del inmueble hasta que el serafín considerara que era pertinente o desactivar su poder, o derechamente su energía taumatúrgica terminase su vida útil.

Los astros de Yui permanecieron vidriosos irradiando su alma rasgada aún cuando aquella fuerza que los separaba iba mermando suavemente hasta desaparecer. Le miraba a los ojos apoyando ambas palmas en el suelo, reorientando su cuerpo hasta quedar arrodillada, hombros bajos, extremidades altas a merced de la gravedad y aspecto derrotado. Pese a esa cuota de resignación, de que el Hirudora parecía tener un aspecto resignado, el Rashomon a ojos de Katai estaba tan sellado como el primer día. — Es en serio cuando te digo que no sé prácticamente de ti. De no ser porque tu madre se presentó en la posada, jamás hubiese sabido que fue la misma que confeccionó mi yukata. Aparte de tu vida en la posada, de Mikio-san y Hanabi-chan, parte de tu arte y tus sentimientos por mí, nada sé de ti. Me importa... y me importa mucho porque yo te prometí verdad sin omisiones, y creí sería recíproco.
 
Send Comment