SeikichiTanizaki is using SimilarWorlds.
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誠希千. The tiger that marks his victims. Irezumi Tattoo.
About Me
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El jovencito parece provenir de una época anacrónica a la actual en la que los hombres rendían culto a la noble virtud del honor y la belleza de manera distinta a la que es hoy. Hablamos de hombres que provenían de una concepción de mundo que plantea la vida como una eterna lucha áspera en la que los ingeniosos profesionales logran ganarse la vida sobradamente si sabían plasmar para la inmortalidad lo que ellos concebían como <<bello>>.

Desde los orígenes del clan Tanizaki la hermosura y la fuerza eran una sola cosa. Una familia encargada de tratar el cuerpo de los hombres legendarios desde Edo en dolorosos pero alegres dibujos de líneas y colores únicos.

Seikichi es el avatar actual y la encarnación de esa tradicional familia, desde muy joven se le elogiaba como a un maestro de la talla de sus padres y abuelos: docenas de hombres y mujeres ofrecen su piel como lienzo para sus pinceletas de acero. Cualquier conocedor del arte del Irezumi reconocería muy bien el sello de maestría de Tanizaki: no había quien pudiera destacarse más en el sombreado o en el uso del escarlata, pero lo que mas caracterizaba al tatuador, lo que le hacía sobresalir de todas las demás leyendas contemporáneas era su vigor sin igual y el encanto sensual de su arte pero eso únicamente una coraza de lo que alberga en lo profundo de su corazón, el joven maestro oculta un placer: Un secreto deseo que solo expresa una vez que sus ojos posan sobre el lienzo y decide levantar el afilado pincel para marcar por siempre a su ¿Victima?

"¿Qué me importa a mí tu poder? ¿Qué me importa a mi tu fuerza? ¿Qué me importa a mí la nada misma? Mi arte habita en cada gota de sangre, debajo de cada piel; hace retorcer la cara de hasta el mas fuerte. Solo me interesa esa orilla muda que es cada lienzo, cada rio de escarlata esencia en su espalda recorrer."

La disciplina, tarde o temprano, vencerá a la falta de inteligencia por eso me tomé el tiempo de redactar un mínimo tratado de convivencia.

0. Mi pasión es y ha sido siempre el escribir por lo que mi idea aquí es compartir una historia contigo. No me molesta comenzar, dar inicio y hacerte llegar un starter.

1. La ortografía, la longitud de las lineas me es indiferente. No critico ni me considero superior por escribir determinada cantidad de palabras, de lo que soy critico es de su contenido (y que mi personaje juzgará).

2. Como usuario lo que mas valoro es la constancia y el respeto, si no se tiene interés en rolear o continuar la historia se debe avisar para simplemente cerrar la escena de alguna forma.

3. No estoy cerrado en conocer al otro participante de la historia, pero las acciones y palabras de mi personaje no tienen nada que ver con su usuario. Yo no soy Seikichi.



Apariencia: El varón es un esbelto caballero, de altura mediana de 172cm se presenta como un solido lienzo humano de proporciones delgadas pero bien entrenadas. Musculatura estilizada, únicamente desarrollada para cumplir parámetros estéticos y no militares o utilitarios en la supervivencia. De ojos color avellana dotado con una mirada que suele captar un brillo encantador propio de la luz que sin exagerar logra denotar fácilmente su humor. Cabello castaño acondicionado siempre por barberos, tanto en corte como en nutrición, por lo que su peinado es (incluso en momentos de tensión) siempre anarquicamente buscado. Suele dejarse bigote o barba, o pasarse completamente rasurado, cuestiones que deja a dádivas del humor. Mentón pronunciado, facciones consideradas atractivas pero humanamente comunes.

Su principal encanto es su estilo y etiqueta, siempre viste e invierte en ropajes modernos de reconocida marca o diseño. Desde atuendos profesionales del mundo empresarial nipón hasta ropajes tradicionales como yukatas. Por otra parte resulta casi necesario recordar su sesgo con el crimen organizado cuestión que disimula muy bien cuando es necesario, otras se vanagloria de los modos típicos de los delincuentes y sus no siempre educados modos, sin embargo sabe muy bien interceder entre ambas cuestiones.