« Back to Album · Next »
 
Newest First | Oldest First
Rmulus · M
¿Tú me vas a proteger a mí? —Cuestionó, no con tono burlón sino con confianza, estaba totalmente seguro de que Eris era poderosa, no le quedaba ni un resquicio de duda en ello y, por ese y más motivos, la admiraba tanto. — Entonces yo cubriré tu espalda también, llevaré mi espada, mandaré a que nos preparen comida y tengan listos a los caballos. En cuanto todo esté listo nos iremos... —La cercanía entre sus rostros era tal que daba la impresión de que Remulus estaba susurrandole una confidencia, casi parecían una pareja de enamorados. No obstante, él sabía que con Eris, más que con cualquier otro ser, debía andar con cuidado. — Aunque tu preocupación por mí sí que es atractiva...
Es1571292 · F
Rió bajo a tenor del primer comentario. Por supuesto que es increíble, ¿quién mejor que ella para causar tantos desastres? Aunque claro, ese era su pequeño secreto.

— ¿Un viaje? Me encantaría. De paso conoceré en persona a ese Oráculo que tan inquieto te tiene. Debo ser buena tía y reclamar por ello, ¿no? ¿Quién se cree para desequilibrar la armonía de mi sobrino? — Apoyó el mentón encima del hombro de Rómulo, con el rostro muy cerca al de él. — Vamos. No quiero que otra persona se nos adelante y puedan hacerte daño. ~ —
Rmulus · M
Escuchaba a medias lo que Eris decía ya que su pensar se encontraba absorto en la disyuntiva que significaba la situación, empero, Romulus se las arregló para que pareciera que prestaba absoluta atención a las palabras femeninas; por ello una risa ronca salió de su pecho al oírla. La Diosa de la discordia parecía no cambiar en absoluto, tentándolo de tantas maneras que en más de una ya había caído, pero aún no perdía ante el arte que significaba la seducción de la mujer. — Tú eres… Increíble. —Dejó que ella interpretara si ese era un cumplido o no. — Y sabes que me gusta pasar el tiempo enganchado en lo que tu boca tiene que decirme, pero esta vez me temo que tendré que declinar. — Sus manos dejaron caer la carta como si no fuese de importancia alguna y se colocaron sobre las femeninas, dándoles suaves mimos con las yemas. — Aunque es una pena, ¿por qué no me acompañas? No nos hará mal tener un viaje familiar.
Es1571292 · F
Entrecerró los ojos; a diferencia del lúgubre lugar al que llama ‘hogar’ y que es bastante frío, el abrazo a Remulus brindaba calor al que fácilmente podría volverse adicta. Pero, la atención que anhela no estaba sobre ella, sino en ese mar de ideas originados por la cita con el Oráculo y, por supuesto, el retorno de Remus. — Debes ir. Aclara esas dudas. Quizás descubras algo grandioso aguardando tu llegada... o averigües el plan de Remus; me pareció escuchar que planea algo, pero no sé qué es. — Dibujó una sonrisa viperina sobre su faz; la mano derecha se encargó de enredar la punta de sus dedos entre las hebras azabaches, todo con cuidado de no eximirlo de sus pensamientos. — O puedes quedarte un rato conmigo. ¿Qué prefieres? —
Rmulus · M
Sin retirar su mirada de la prenda que tenía entre los dedos soltó un bufido, Eris tenía razón, era probable que su destino volviera a enredarse con el de su hermano y que debido a ello hubiera surgido el llamado. Eris era como una serpiente, se enredaba en su cuerpo y en su mente para manipularlo a su antojo; Remulus lo sabía pero no hacía nada para evitarlo porque ella lo había impulsado a ser más de lo que había creído poder ser. — Me lo pensaré. No me da miedo que se me adelante, en absoluto, pero me inquieta el motivo. ¿Por qué volvió del inframundo?, ¿para qué? Hay demasiadas preguntas en mi cabeza sin respuesta; si el Oráculo va a despejarme esas dudas tal vez deba ir.
Es1571292 · F
— Para nada, mi niño. — Deslizó los brazos encima de sus hombros, yaciendo detrás de él, así completó uno de sus posesivos abrazos. — Deberías corresponder ese ‘llamado’. Siempre he confiado en que grandes hazañas te esperan. ¿Temes que Remus se te adelante? No dudo que lo hayan llamado también... ~ —
Rmulus · M
No, en realidad es porque tengo un recado nuevo... ¿Sabías que el oráculo ha estado llamándome? Me pregunto el motivo, justo ahora que Remus ha vuelto y Calipso apareció en Roma; falta que Perseo también se atreva a mostrar su cara en mis dominios... Todo pinta raro, ya te digo, tía. ¿No será cosa tuya o sí?
Es1571292 · F
—¿Extrañas algo o a alguien? La mirada se te ve algo, no sé, ¿nostálgica? No me digas, extrañas a tu hermano. —

Add a comment...
 
Send Comment