Fushimi estaba explicando a los niños la importancia de sus reglas, pero este no se dio cuenta de que estaba haciendo la explicación demasiado larga, por lo tanto en cuanto la niña vio la oportunidad se escapo sin dejar que fushimi terminará antes su larga explicación. El único que había escuchado las palabras de fushimi era Ryonosuke. -¡Elefantes, elefantes! - se escucho a lo lejos mientras la pequeña se perdía entre una gran multitud de gente lo cual hizo girar a ryo, el cual grito al ver que su hermana se perdía. -¡Saruhiko, Sora se va! -señalo.
Tal vez había dejado escapar el cómo se sentía tras aquel incidente con el auto, o quizá había sido el hecho de aquel sujeto podría volver por los niños. Aquello había nublado su vista, jamás había llegado a sentirse de esa manera. Tal vez había sido el hecho de que jamás había tenido a quien proteger, pero eso era distinto, era algo nuevo.
Al ser tomado por el rostro, alzo su vista hacía su pareja, aun tenía una expresión preocupada pero estaba más tranquilo, y fue así que recibió el beso en su frente. — Uhm, está bien. . . — Menciono el azabache, abrazandose al peliazul.
Pero algo curioso paso por su mente en ese momento. —¿Hay alguna fotografía del pedófilo del que me hablo antes? —Su expresión se torno más seria esta vez.
