-Muy bien, déjame a mi los preparativos, te haré pasar una estadía maravillosa... - menciono el de cabello azul y sonrió de forma dulce para entonces abrazar con más fuerza a su amado, lo estrujaría bien fuerte entre sus brazos.
Hubo algo que el rey azul ahora mismo estaba salteando, lo cual era navidad, ¿Donde lo pasarían?, era una buena pregunta que hacerse, pero claro, se las arreglarían.

-Por hoy vayamos a dormir, a sido un largo día... - menciono el rey azul tomando la mano ajena para así besarla y de nueva cuenta trasladarse a la habitación que les correspondía, después de todo los niños ya se habían adelantado a ellos.

Ante su comentario solo negó con una sonrisa a ojos cerrados, abriendo estos para girar y verlo, mientras se acomodaba con él, al ser abrazado de tal forma. — ¿Un viaje? — Fue una propuesta sorpresiva pues le parecía demasiado para una “compensación”. — Viena. . . Eso sin duda sería interesante de ver. — Sonrió con un poco de entusiasmo en sus palabras. — Si quiere ir a ese lugar. Vayamos.

-Lo eres desde el momento en que has accedido a estar conmigo~ - menciono el rey azul sonriendo y se acerco al pelinegro rodeando con uno de sus brazos su hombro. -Eso merece una compensación, ¿qué tal un viaje? - pregunto el rey azul sonriendo pasando un dedo por la mejilla del joven.- Podríamos ir a Viena, ¿qué te parece?

— Aun me parece extraño que me llamen de esa manera. . . En realidad no soy una. — Para así observar como el otro se quitaba un par de prendas. Pero lo miro directamente, para luego apartar su vista ante su pregunta, pues había regresado a él, todo lo que habían pasado en el Zoológico.
— A-Ah, sí, la hemos pasado bien. . . Ellos están realmente agotados. . .

-¿Oya?, ¿por qué no?, eres ahora su madre. - cuando el joven azul lo admitió el peliazul sonrió. - Me agrada oír esas palabras, ¿se han divertido hoy? -se quito la chaqueta quedando con su chaleco y camisa, que simple se veía el ojivioleta con sin su uniforme (aunque eso no le restaba elegancia)

Fushimi ahora tenía una expresión mucho más relajada que antes, por lo que simplemente recibio con gusto aquellos abrazos por parte de los menores, para ver así como estos se retiraban de la habitación de ambos.

— Tch, no diga algo como una madre. . . — Pese al tiempo que llevaban juntos, aun le parecía extraño que usarán ese termino para referirse a él. — Pero son mios ahora, así que cuidaré de ellos. . .

-Oya ~ me alegra que lo hayamos atrapado entonces... -miro a los niños que ahora estaban todos reunidos allí y miro a fushimi sonriendo suavemente.

-Es hora de regresar de dormir niños, creo que es mejor que se retiren a sus cuartos. -ryo recibió la caricia de fushimi y asintió para luego abrazar al otro he irse, sora también abrazo a fushimi y a su padre, luego se retiro dejando a solas a ambos azules.

-Has hecho un gran trabajo, estoy seguro que serás una gran madre para ellos.

— ¿Lo atraparan? — Repitió con sorpresa, para así observar la foto. Y abrió sus ojos lo más que pudo. — Ese hombre. . . — Le pareció que era el mismo que había visto en el Zoológico. — Lo vimos antes, se acerco a nosotros, lucía sospechoso. Debí imaginarlo, tch. — Chisto esta vez con molestia.

— Hmph, maldito desgraciado. — Mascullo, para así apartar su vista y tranquilizarse. — Merecido lo tiene. — Solto un suspiro. — Ahora esta donde debe. . . — Observo a los menores, estaban a salvo por ahora. Y fue así que acaricio los cabellos de Ryo.

Qué dijera que lo llamaría luego le hacía sentir un poco más tranquilo, lo cual sonrió al respecto manteniendo aquel abrazo, hablando de ese sujeto, el rey azul no había comentado el resto de la historia.

-Cierto... no te preocupes... Lo han atrapado Akiyama-kun y los demás.-saco su pda y le mostró la fotografía del sospechoso que tenía ahora un poco maltratado el rostro.

-Al parecer alguien lo vio cerca de una estación de servicio, fue fácil localizarlo por los rastros de sangre. -menciono el rey azul y guardo su pda.

-No tienes que preocuparte.

Tal vez había dejado escapar el cómo se sentía tras aquel incidente con el auto, o quizá había sido el hecho de aquel sujeto podría volver por los niños. Aquello había nublado su vista, jamás había llegado a sentirse de esa manera. Tal vez había sido el hecho de que jamás había tenido a quien proteger, pero eso era distinto, era algo nuevo.

Al ser tomado por el rostro, alzo su vista hacía su pareja, aun tenía una expresión preocupada pero estaba más tranquilo, y fue así que recibió el beso en su frente.
— Uhm, está bien. . . — Menciono el azabache, abrazandose al peliazul.

Pero algo curioso paso por su mente en ese momento. —¿Hay alguna fotografía del pedófilo del que me hablo antes? —Su expresión se torno más seria esta vez.