El rey azul se le quedo mirando y dijo.

— Es absolutamente necesario para la investigación, sino lo haces, podría ser que no pueda regresar... — Dijo con cierto tono angustioso, estaba jugando con la buena voluntad de fushimi, pero seguro que dos iban a poder jugar ese juego más adelante, por ahora el capitán le estaba pidiendo eso.

— Tal vez encontremos alguna marca en mi cuerpo.

Antes de llegar a la habitación, desde luego esta era custodiada por un par de guardias, le permitieron el paso inmediato y pidió no dejaran entrar a alguien más mientras estaba él ahí.

Al entrar vio, el cuerpo inmovil de su superior, parecía muerto al verlo de tal no pudo sentir algo dentro suyo. — Mhn, bien. — Respondió, bajando al oso de sus manos. Observando como se trepaba con cuidado aun lugar más alto.
— ¿Eh? ¿Desabrochar su uniforme? ¿Para qué, en qué ayudara eso? — Cuestiono antes de siquiera moverse de su lugar, le resultaba sospechoso algo así.

Desde luego que no lo sabía hacer, pero el rey azul dijo eso para llevar al pelinegro a la habitación, donde allí estaba su "cadaver", se veía tranquilo, estaba con su uniforme puesto y casi parecía que estaba durmiendo.

— Y allí está... bien fushimi-kun, sigue mis pasos cuidadosamente... — Se bajo de los brazos del azabache y camino hacía un mueble y se trepo como pudo para tener una buena vista del pelinegro y su propio cuerpo.
Levanto su brazo y señalo con su pata su cuerpo.

— Ve y desabrocha mi uniforme.

— Hmn, ya veo. De acuerdo. — Comento simplemente, ¿qué esperanza tenía él de poder hacer algo al respecto? No habían podido un par de medicos, no tenía la menor idea de cómo resolver esto, no por ahora.

— Ja, tonterias, eso no enmienda que no haya hablando frente a la Teniente. Tch, maldición, solo podía darme sus ordenes y yo me haría cargo. Piense en ello. — Continuo con los reproches, pues ver así a SCEPTER era un dolor de cabeza más grande ahora mismo. —¿Jaa, sabe cómo solucionar esto? ¿Por qué no lo dijo desde un inicio? Maldición. — Así se puso en marcha junto al oso a la habitación del Rey Azul.

Awashima antes de retirarse escucho la pregunta de Fushimi y se medio giro para responderle.

— El capitán está recostado en su recamara en los dormitorios de scepter 4, los médicos no detectaron nada en su torrente sanguíneo ni ninguna otra anomalía, puedes ir a probar suerte, Fushimi. — Se termino de retirar, pensaba que él podría hacer algo a pesar de que solo era un genio en otras cuestiones.

El rey azul estaba escuchando ahora los reproches del pelinegro y miro a este levantando un poco su cabeza esponjada.
— Difícilmente puedo atender a mis obligaciones, pero no te preocupes, sé una manera eficiente de solucionarlo, ¿vamos a mi cuarto? — Pregunto el rey osito.

Este inmediatamente fruncio el ceño, ¿por qué no decía nada? ¿Estaba tomandole el pelo o es qué no podía hacerlo? Chisto con fuerza, para después ver como era regañado por la Teniente, había quedado en rídiculo con ella.

— Tch, maldición. — Dijo sin más viendo como esta se retiraba de su presencia. — ¿Han colocado el cuerpo del Capitán en un lugar seguro? — Interrogo antes de que esta se fuera.

— ¿Por qué demonios no dijo nada? — Dijo irritado tras la risilla que escucho. — Me hizo ver como un idiota frente a la Teniente. Podrá ser un oso pero eso no lo desblinda de sus obligaciones, ¿ve este sitio? Todos son unos inutiles ahora mismo. — Sentenció.

Awashima miraba el peluche con cierta extrañeza, más el peluche no estaba diciendo nada, incluso se quedaba quieto por alguna razón en particular, ¿qué era lo que estaba pasando aquí?, ¿por qué ahora el capitán estaba quieto y no decía nada?, estaba dejando que el pelinegro quedará como un idiota. Claramente awashima levanto la mirada con molestia hacía fushimi y le dijo.

— ¡Fushimi, esto no es un juego, si tienes tiempo para jugar con muñecos ponte a trabajar! — Lo regaño la tercera al mano y el osito soltó apenas un ligero sonido, ¿se había reído?

Tan solo cuando se introdujo a las instalaciones, se quedo casi boquiabierto. ¿Qué rayos pasaba con SCEPTER? Todo era un desastre, los subordinados corrian de un lado a otro, el papeleo estaba por doquier, todos estaban en pánico.

— ¿Jaa? ¿Cómo es que paso esto? ¿No es la segunda al mando como permite que algo así pase? Tch. — Murmuro aquello último para chistar la lengua, sin duda eran todos incompetentes al no saber como cargar con la situación, vaya Clan.

— Como sea, aquí esta el Capitán. — Dijo alzando al peluche en sus manos, desde luego la Teniente no lo creería, ya imaginaba que lo vería como si este estuviera loco. — Vamos diga algo. Su Clan se esta cayendo en pedazos ahora mismo. . . No podrá hacer su trabajo, pero podrá guíar a estos incompetentes para que se relajen y vuelvan a su trabajo. . .