-La mirada taciturna no empataba nada con la sonrisa, lo cuál volvía todo aquello como un cuadro de terror, y aún queda demasiado para octubre, solo tiene que alzar el cuello y, listo... Vuelve a ser ella misma. Ventajas de su altura, al fin.-

Se nota. Oh bueno, ya te acostumbrarás.

—Mucha carne, mucho pan, mucho hidromiel.—El estomago le rugi9.

Sus cejas se alzaron al ver esa mueca, acercó sus dedos a los labios ajenos y la hizo sonreir. Tal vez eso no falle o termine peor.

—Yo... Ah, es difícil salir del papel de líder. Me cuesta aún.—

¿Por qué vomitar?

-Las comisuras bajan en una pequeña mueca, deben ser sus costumbres, las cuales... Respeta pero no comparte, bueno, también juzga un poco en el fondo.-

Demasiado. Mejor no me respondas la pregunta anterior.

—Lo dudo, he comido en el mejor de los banquetes hasta vomitar.—

Cerró sus ojos por el golpecito y fue frunciendo el ceño, terminó confundido del porque merecía eso.

—¿Lo hago?—Aún siente que debe tener respuesta a todo.

No te pierdes de mucho. Quizá de la comida gratis, es un gran ejercicio para escuchar.

-Piensa demasiado, se aferra demasiado, no es brizna en el campo, le suelta un golpecito en la nariz.-

Te preocupas demasiado, calma.

—Nunca he estado en uno, estoy acostumbrado a que me culparan de todo. Yo era la ayuda para la gente.—

Si, los humanos lo culpaban por arrebatarles muchas cosas, sus creencias, sus ideologías que poco a poco los conducían al caos y hoy en día siguen en paz. Ahora está aquí siendo suprimido por una mujer casi de su estatura, increíble.

—No lo somos, somos parte de ese porcentaje casi nulo de probabilidades.—

Suena a grupo de autoayuda donde se llora mucho.

-Estuvo en algunos, no por la autoayuda pero si por las bebidas gratis, daban unas donas condenadamente buenas. Parece que deformar la cara funciona para disipar preocupaciones, lo va a tener presente para futuras situaciones.-

Hay quien diga que somos animales, también.

—It's OUR party.—

Remarcó demasiado el “nosotros” y terminó cediendo a la acción de ella, entre cerró sus ojos mientras intentaba sonreírle, que alta.

—Eso es un animal, las personas no tienen ojos como los tuyos o los míos.—

It's My Party.

-Como no sabe como hacer que deje de parecer preocupado le estruja las mejillas hasta que le es imposible describir su expresión. La vieja confiable.-

Claro que si, y, debo decir que me parece difícil de creer, los lobos tienen ojos grises ¿no?

—¿Qué canción?—Su gusto musical está cerrado a lo que escucha muy seguido.

Siente que es tratado como alguien juvenil, la verdad es que es una especie de instinto paternal sientiendose culpable por no abrazar lo suficiente a sus hijos, si, es un viejo en realidad.

—No cuando tienes ojos hermosos, nunca había visto ojos plateados como los tuyos.—