El golpe sobre el cristal la despertó de sus pensamientos, girando el rostro rápidamente hacia quien la llamó. Cierto es que la alivió que fuera una persona, a aquellas horas y en aquel lugar no era lo normal encontrarse gente. Quizá el problema residió en fijarse en los detalles más llamativos del extraño.
— . . .
[code](¿D-dónde me he metido...?)[/code]
Su expresión quedó completamente perpleja. Era consciente de que iba a perder todo su recorrido en nada, aunque en el momento estaba bastante se diría entre asustada y confusa. Jaló un pequeño botón del coche que desbloqueó la puerta inferior derecha.
—Err.. Entra. Pasa, sí.. Es una noche bonita, pero en nada va a salir el sol... O la lluvia, depende. No sé cómo estaba el tiempo hoy..— reía nerviosamente, intentando disimular.