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Noches en que las estrellas parecen almas, noches en las que la gente transita y los sitios se hacen repletos de vida aún cuando él sólo piensa en muerte.
 
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A1577749 · F
- Niño mentiroso, niño maleducado. - habló con una sonrisa simpática sin siquiera guardarse aquellas palabras para sí misma, quizás lo había soltado a modo de burla para el contrario - ¡Ay! Pobre de quien se junte. ¡Le compadezco! - negaba a medida que cubrió su cabeza con la tela.

Annipe no esperó a que el partiese, es más, ya ella había abandonado su lado antes de que alcanzara a tomar el dichoso trago. Escuchó una últimas palabras, lejanas, pero ni siquiera se giró para ver de qué se trataba cuando ya había entrado en el baño de mujeres. Algunos la habían visto con él, pero los que no probablemente pensarían que se tratara de un loco que le hablaba a la nada.

En el baño pocas personas habían en comparación con el tumulto de fuera. Ella solo entró en uno de los cubículos sin mediar palabra con nadie, cerró la puerta, más, no echó el pestillo y solo hizo falta un movimiento de una de sus manos para que la tela la tragase, desapareciendo junto a ella del lugar.
Nexialist · 22-25, M
Ni se despediría, sin perdones ni gracias. Su mano de aspecto áspero tomaría a gusto ese único trago de un tirón, la copa quedaría vacía y su paladar seco aún repleto de malbec. Casi como una osadía de echarla o rechazarla como acababan de hacer con él.

Y se dio cuenta de que no hacía falta quedarse, los guardias ya estaban lo suficientemente cerca como para verlo. ¿Qué más da? Mínimo podría salvar su ropa. Gritó, por las dudas de que se hubiera alejado. Y de que los guardias no puedan escucharlo.- ¡Gracias por los tragos, "amiga"! -Mentira, si él los había pagado, aunque era casi una última artimaña para al menos arrastrarla con una complicidad traidora al problema.

Y se echó a correr, correr como desgraciado hacia la salida. Con el viejo imaginario diciendo "Pobre de ti, demonio".
Nexialist · 22-25, M
-Se hace el indiferente mientras trascurre el diálogo de la mujer, en su cabeza sólo se repite "niño, niño, niño" como una mala muletilla, como los suspiros del demonio que ahora los echa viendo de reojo, le sobraba aunque las prendas no eran suyas.
No hizo movimiento brusco, no quería incitarla a que arruinara su prenda que de todas formas terminaría magullada por los seguratas que veía acercarse. Ya había pagado los tragos, ¿por qué rechazarlo? Sangre de cristo es lo que tiene a su lado, un néctar de lo más mundano pero que en su amargo alimenta perfectamente un paladar que acompaña a su propia actitud.-

Mucha parla, מוֹרוֹן.
-"Idiota".
Con esas palabras tan pesadas dejaba claro que no la detendría, ya había llegado al borde de su paciencia por más de que haya conveniencia de por medio. ¿Qué son unos cuantos arañazos y un par de recriminadoras palabras al lado de acabar en la calle?
A1577749 · F
botellas, dos pedí para mí, pero no las veo. - repitió casi como un mantra - Ahí tienes otro trago más, niño. ¡Ay! ¡Y que no se diga que no soy generosa! - rio antes de pretender irse del lugar, dejándole allí.

No tenía, mucho menos quería tener tratos con alguien incapaz de cumplir su palabra. Total, ya bebería más adelante, tampoco se moriría por aquello.
A1577749 · F
- Niño mentiroso. - abultó por un momento los labios como muestra de fastidio, dejando devuelta aquel vaso que sostuvo en la barra.

La boca de la mujer, ahora cerrada, donde dos piercings de oro se movían gracias a que la lengua de la morena jugaba con ellos. Por otro lado, uno de sus dedos contorneaba el filo del vaso.

Su mirada estaba fija en aquel trago. No bebió, aquello no daba para nada, menos aun si teníamos en cuenta que la chica a veces tomaba las botellas de una sentada. Cuando la veían hacerlo muchos se extrañaban para luego preguntarse de dónde es que había salido la muchacha y, al segundo siguiente, preguntarse dónde había ido.

- Niño que no cumple la palabra. - recordó - ¡Ay! ¡Si es que sé de quien fiarme y quien no! ¿O no, niño? - rodó sus ojos, negando luego antes de dar un toque en el vaso, llevándolo al lado del chico. Estaba en el borde, casi amenazando con caer sobre el hombre en cualquier momento, más, no lo hizo - Tres ...
Nexialist · 22-25, M
Te toca, salvo que ya no quieras más tragos. -Gallardo, los ojos rojos casi monstruosos por ese halo sobrenatural que lo envuelve se clavan en ella de nuevo como si la oferta fuera amenaza, como si el tiempo estuviera por acortarse y desmedir las consecuencias que lo acatan.

Está por correr, está por irse. Aún así tiene la sensación de darle una oportunidad a esa mujer que tanta mella le hizo en la mejilla y a la que tanto le estaba tomando el pelo hasta ahora. Esto ya que cualquiera que hubiera virado en la misma dirección que él mirara notaría que no dos sino varios guardias más estaban camino ahí y no es que estuvieran cerca sino que media docena de brutos enormes son muy fáciles de ver.
Nexialist · 22-25, M
Por supuesto. -Afirma como si fuera la verdad absoluta, él sabe lo que es una botella pero adjudica luego de un carraspeo suave, uno que sigue al ardor persistente de un whisky de lo más barato.- Primero pediste tres botellas pero luego exigiste que cumpla mi palabra, yo dije un trago. En esa copa hay tres tragos. -Como si hubiera siquiera letra pequeña en ese contrato verbal, la observa como si ya la hubiera derrotado en ese juego tan trivial.

Tanto es que ni siquiera escucha el extraño sonido que se da tras él, una especie de "ñakañaka" de lo más molesto que acompaña al último trago del whisky gasolero. Culminando en el choque de la enorme base cristalina que tiene su recipiente contra la barra de madera.
Sus ojos se desvían un poco de la mujer, como si mirara tras ella y finalmente suspira, apartándose de la barra tras dejar unos billetes, suficientes para tres "tragos". Parece molesto, como quien está por librarse una pelea.-

Hago concierto gratuito!
ñakañaka ....
A1577749 · F
Asintió ante lo que tomó como una pregunta, ¿no le bastaba acaso con que lo hubiese repetido mil y una vez? Quizás, solo quizás, el chico tenía problemas de oído. La sonrisa de la mujer se mantuvo aun así, acomodando sobre sus hombros mientras la tela que la cubría antes de que acabase regada por el suelo.

Le veía directamente, no decía nada, solo esperaba paciente por lo que había pedido y se le había prometido. Inevitablemente su ceño se frunció cuando le sirvieron un vaso.

Miró al otro como si estuviera demente o hubiera hecho uno de los peores y más tontos errores. Tomó el vaso donde se le había servido, cualquiera pensaría que se le derramaría, pero eso no ocurrió. Ella había ignorado la pregunta de él viendo al vaso, luego a él, al vaso y a él de nuevo. Tal vez al chico le costaba entender.

- ¿Sabes que es una botella de vino?
Nexialist · 22-25, M
Hm. -A diferencia de ella no hay cumplido que se le escape, está concentrado viendo el catálogo de Whisky, termina pidiendo el más barato. El mozo parece algo desconfiado al servir uno a las rocas, realmente otro, el tercero para John.-

Los tuyos son... curiosos. -Los observó como algo raro realmente, indiferente como si los propios fueran totalmente normales. El pálido tomó el vaso enano y suscitó antes de la bebida.- Y dale un trago, ¿vino era? Ya sabes. -Si, el mozo "ya sabe", toma un vino de semejante calidad al trago que bebe el azabache ahora, uno que pasa como agua realmente.- Ah. -Un suspiro, los labios se secan pronto luego de tragar.-

Le dirige la mirada de nuevo, ¿será que sienten lo mismo? Se clava en sus ojos luego de dar otro trago más.- ¿Cuál es tu nombre? -Trata de no agregar algo despectivo como... "ojos de foco". Su voz es más clara, más alta.

Y el mozo finalmente sirve el vino.-

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