Oírle reír tanto hace que a ella también se le escape una leve risa, y se pone roja de pronto. Qué mono exagerado, ni que fuese tan gracioso.

— Supongo que tiene sentido. Pero no sé, en algún momento tienes que afrontar las cosas y dejar de usar las bromas como escudo. Así como me ves, lloro mucho.

La confesión fue seguida de una tos rápida, quitándole importancia.
Nana afrontaba a la gente de ese modo, reservándose mucho de sí misma. Ésto incluía sentimientos y su vida pasada, en general.
Suspira, y empuja con su cuerpo a Sun de manera amistosa.

— Entonces a eso te dedicas, eres un actor.